Esto es como una especie de "precuela" de punk tactics en la que de narra en cierto punto desde la perspectiva de Daniel LaRusso cuando era adolescente.
Jake Connor era el típico papá dentro de su grupo de amigos. Se la pasaba cuidando a todo el mun...
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Un nuevo día, y era el primer día de la escuela. Daniel se alistó y se miró al espejo. Ponerse esa lata de cerveza como hielo ayudó bastante. Aunque aún se notaba el moretón, así que decidió esconderlo con unos anteojos de sol.
Cuando el chico trató de salir de su casa sin que su mamá notara algo, Lucille lo notó de igual forma y lo obligó a sacarse los lentes. Él solo se excusó que se había caído y se dio un buen golpe. Su madre, cansada, dejó que se fuera a la escuela.
Al llegar en su bicicleta, vió a lo lejos al grupo de rubios. Entre ellos, estaba Jake, escuchando música por su walkman. El de orbes azules lo vió y le sonrió, saludándolo con la mano.
—¿A quién saludas, Jake? —preguntó Johnny, tratando de buscar a la persona que saludaba su mejor amigo.
—Nadie —respondió, desviando su mirada y reprimiendo su sonrisa. Tommy se le acercó con una sonrisa burlona y lo abrazó por los hombros.
—¿No será Debbie Davis? —el rubio lo miró, con cierto asco y negó, sacándole una risa a sus amigos y que comenzaran a burlarlo.
Pero Johnny no se les unió, solo se le quedó viendo a Connor. Sabía que a su amigo nunca le gustó Debbie Davis, a pesar de haber sido su novio. Solo podía preguntarse...
¿A quién saludó Jake de esa manera tan amistosa y sonriente?
El timbre interrumpió sus pensamientos. Miró a sus amigos aburrido y Jake golpeó a cada uno en la cabeza.
—¡Debemos ir a clases! —les gritó y salió corriendo. Bobby y Johnny intercambiaron miradas y lo siguieron.
—Definitivamente, no era Debbie —comentó Brown, recibiendo un asentimiento por parte de Lawrence.
—Pensé lo mismo. Habrá que averiguar qué chica saludó a Jakie —bromeó John y Robert asintió.
Jake caminaba entre los pasillos, hasta que logró llegar a su clase de matemáticas, encontrándose con Daniel LaRusso sentado en su lugar. El de chaqueta de cuero solo sonrió y decidió acercarse.
—Oye, estás en mi lugar. Así que, no te molestará que me siente junto a ti, ¿O si? —LaRusso se volteó a verlo, y sonrió apenado.
—No, claro que no. Siéntate —el rubio le hizo caso y apoyó su mochila en el suelo, comenzando a sacar su cuaderno y libro para luego dejarlos sobre el escritorio.
—¿Cómo estás? —Daniel iba a responder con un simple "bien", pero Jake se le acercó, quedando ambos cara a cara.
El nuevo no pudo evitar ponerse demasiado nervioso, y sus manos comenzaron a sudar. Cuando quiso responderle al rubio, su voz solo tembló. Jake ignoró esto y le quitó los lentes de sol, revisando el golpe de la noche anterior.
—Mmm... Al menos no está tan morado. ¿Te duele? —el morocho solo negó con la cabeza y el rubio se alejó, dejando en paz el espacio personal de Daniel —Me vuelvo a disculpar por Johnny. Él es un idiota.
