O12

926 177 14
                                    

A la mañana siguiente las cosas no habían mejorado, Minju había seguido con su comportamiento indiferente hacia Tzuyu y evitó a toda costa presionar a la pequeña con preguntas así que ambas simplemente ignoraron lo que había pasado la noche anterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente las cosas no habían mejorado, Minju había seguido con su comportamiento indiferente hacia Tzuyu y evitó a toda costa presionar a la pequeña con preguntas así que ambas simplemente ignoraron lo que había pasado la noche anterior.

Tzuyu llamó a Amelia aquel día para que cuidara a Minju mientras ella estaba en la oficina, la niña no se despidió de su madre cuando estaba saliendo, se concentró en sus caricaturas como si nadie más estuviera en el lugar, Tzuyu tuvo que apretar sus dientes antes de que sus emociones la controlarán y hablaran por ella.   

—Buenos días— saludó amablemente la enfermera apenas la vio entrar a la habitación— pensé que ya no iba a venir más.   

Tzuyu le regaló una amistosa sonrisa.   

—Han sido unos días un poco difíciles— respondió la chica con la voz baja.   

—Lo siento mucho por eso, ahora las dejaré a solas— dijo sonriendo para luego salir de la habitación.   

Tzuyu se sacó sus zapatos y dejó su cartera en la silla que estaba a un lado, luego con mucha naturalidad se recostó en la camilla junto a Sana dejando un beso en su frente para luego recostar su cabeza en el hombro de la más pequeña.   

—Minju me odia o por lo menos eso parece —fue lo primero que salió de la boca de Tzuyu comenzando a jugar con los dedos de Sana— ella ni siquiera me quiere cerca y… y es horrible —un suspiró salió de la chica seguido por una lágrima— quiero hacer las cosas bien está vez Sana, quiero que nuestra hija este bien y que sea feliz pero está pasando todo lo contrario, yo solo estoy empeorando todo en su vida.

La chica trató de contener las lágrimas sin embargo falló en el proceso, cuando al fin logró calmarse se dio cuenta que llevaba más de cuarenta minutos en la habitación de la castaña y que ya debía estar en el trabajo, de a poco y contra su voluntad se levantó de la camilla para colocarse sus zapatos y recoger su cartera.   
—Te extraño —dijo acercándose a dejar un beso en la mejilla de Sana— te extraño tanto que no te harías una idea.

—Tzuyu puedes cambiar esa cara— dijo Jeongyeon entrando a la oficina— tenemos una reunión en una hora, parece que saliste de un funeral

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tzuyu puedes cambiar esa cara— dijo Jeongyeon entrando a la oficina— tenemos una reunión en una hora, parece que saliste de un funeral.   

—No estoy para bromas— respondió de mala gana la chica dejando su bolígrafo a un lado— ¿Qué haces en mi oficina?   

𝐍𝐎 𝐌𝐄 𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐑𝐄  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora