Tzuyu sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella había construido con sacrificios y esfuerzos.
Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se ubicó en el ne...
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—Entonces la beso en los labios y le dijo que si— termino de contar Minju a Jeongyeon quien estaba tratando de contener la risa por lo adorable que le parecía la pequeña contando aquello.
—No puedo creer lo cursi que eras Tzuyu— dijo mirando a su mejor amiga que rodó los ojos y no hizo más que reír también.
—Cállate Jeongyeon— refutó tirándole un papel que había arrugado haciéndolo una bola, Minju río cuando este impacto la cabeza de la chica.
Ese día la chica llevó a su hija a la oficina y luego de un largo debate sobre el ascensor nuevamente y de una que otra cosa en el edificio ambas subieron a la oficina de Tzuyu, Minju saludo a Dahyun educadamente y recibió unos colores y unas hojas para distraerse, después del almuerzo madre e hija iban a salir por los uniformes de la pequeña porque definitivamente aquel lunes Minju iba a entrar a clases.
—¿De verdad tu corazón se aceleraba con solo mirarla?—siguió molestando Jeongyeon a su amiga.
—Si y dice que sus manos sudaban de los nervios— afirmó la pequeña sin malicia.
Tzuyu negó con la cabeza y cerró los ojos para recordar el momento.
→Flash Back
Tzuyu estacionó su auto frente a la pequeña casa donde vivía Sana con dos amigas, todas iban a la universidad y trabajaban medio tiempo para costear sus gastos.
Los padres de Sana habían muerto hace varios años y ella había quedado a cuidado de un tutor por parte del estado, aparte de ellos no tenía más familia en aquel país, toda su familia estaba en Corea pero era tan lejano que a decir verdad poco o nada conocía.
Tzuyu tomó el ramo de flores que había comprado y bajó de su auto para tocar la puerta de la casa donde vivía su futura novia.
—Sana te está buscando tu novia— gritó la rubia apenas abrió la puerta y vio a Tzuyu al otro lado.
—Buenas tardes para ti también— saludo con sarcasmo.
—Vamos Chou no te pongas sensible y entra, Sana aún está colocándose los zapatos.
Tzuyu no espero más e hizo su camino hacia el salón y espero pacientemente hasta que escuchó unos pasos provenientes del pasillo, rápidamente se levantó para recibir a Sana quien sonrió al verla, se dieron un afectuoso abrazo, luego Sana agradeció por las flores y se despidió de su amiga , para después salir de la casa junto a Tzuyu.
—¿Dónde me llevas Chou?— preguntó Sana divertida al ver la cara de terror que tenía la chica.
