Celos- Daemon Targaryen

¿Quién fue?

Hola a todos, acá otro capítulo a pedido de esta historia random jaja

Besos y abrazos.

Rhaenyra despertó sola en su cama, sintiendo que el efecto de cualquier sustancia ilícita que hubiera bebido con Daemon anoche había pasado.

¿Qué había hecho? Se había acostado con Ser Criston solo para saciar el deseo con que Daemon la había dejado. No podía ser posible. ¿Por qué pensó que eso sería una buena idea?

Ahora ya no había marcha atrás. Había manchado su honor, y el honor de Ser Criston.

Pero Daemon, él la había abandonado allí, la había dejado sola en aquel burdel, y ella había tenido que regresar sola a casa.

¿Por qué la había abandonado? ¿Acaso ella no era suficiente para él? ¿Era por su falta de experiencia?

Bueno, ahora tenía experiencia.

Sabía que la habían visto en las calles en la noche, iría a dar explicaciones a su padre, antes de que Otto Hightower se encargara de envenenar su mente. Sin embargo, lo que se encontró en la sala del trono, fue un poco más dramático de lo que pudo pensar.

Escuchó a su padre discutir con un muy borracho Daemon sobre haberla corrompido.

- Saqué a tú hija del palacio, la llevé a divertirse, y la escolté desde lejos hasta que llegó al maldito palacio- dijo Daemon dando la explicación correspondiente.

¿Él la había escoltado desde lejos al palacio? ¿No se había ido por allí con cualquier puta?

- La arruinaste, rumores indican que la tocaste, que la corrompiste- dijo Viserys y Rhaenyra se asomó por una entrada que solo ella y algunas personas más conocían a espiar.

- No pude hacerlo, a pesar de que sabes que siempre la he deseado- dijo Daemon y Rhaenyra se sorprendió cuando su padre, siempre pacífico y taciturno, volteó el rostro de Daemon con un puñetazo.

- Querías arruinarla, la trajiste acá y te aprovechaste de ella, los escucharon por los pasillos, estos pasillos tienen oídos Daemon, te escucharon follarte a mi hija y ahora saben que ella fue deshonrada ¿Qué hombre querrá tomarla por esposa luego de eso? - preguntó Viserys con el rostro ungido en cólera.

- ¿Qué dices? - preguntó Daemon y Rhaenyra vió la misma mirada furiosa de Viserys pero ahora en él.

- No finjas conmigo, sabes que te escucharon- dijo Viserys y Daemon lo tomó con fuerza de la ropa.

Eso podía ser considerado alta traición, atacar al rey, él podría perder la cabeza por eso, pero era claro que él ya había perdido la cabeza, pero en una locura momentánea que comenzaba a consumirlo.

- No, yo no estuve con ella- dijo Daemon mirando a su hermano a los ojos- Es una calumnia ¿Quién fue el que inventó esos rumores? Acabaré yo mismo con él ¿Cómo osas dejar que denigren así a tú hija? ¿A la heredera al trono?- preguntó él molesto.

Viserys se rió de su descaro.

- Tú te acostaste con ella hermano- dijo él permitiendo que su hermano lo tratara así, no llamaría a la guardia real por una pelea con su hermano- No solo vinieron a mi a decir que te habían visto, sino que hay rumores por los pasillos, rumores de quienes escucharon que llegaron a mis oídos- dijo Viserys

- Dime quienes, y tendré su cabeza en una hora- dijo Daemon que no podía permitir que hablaran así de Rhaenyra, él no la había tocado, no había podido hacerle ese daño. ¿Cómo se atrevían a hablar de ella así?

- ¿Acaso piensas que voy a creerte que no la tocaste? - dijo Viserys apartándolo de él- Lo escuché, son demasiados rumores como para que sea una mentira- dijo Viserys y Daemon se dio la vuelta intentando recuperar la compostura. La resaca no era lo único que hacía que su cabeza doliera, ahora algo más hacía que su cabeza quisiera explotar.