𔘓࣪ Capítulo 1𓈒

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Hoy, un día frío y vacío, sin probabilidades de cambiar, me encontraba en la azotea, pensé que sería un día sin lágrimas por derramar hasta que tu vago recuerdo llegó a mi cabeza, una sonrisa cálida que me recibía todas las mañanas al ir a la facultad, tal vez, no he logrado olvidarte.

Fui a correr entre calles como normalmente lo hacíamos, llevé mi gorra favorita y aquél precioso cardigan verde que tanto amabas, lágrimas no dejaban de correr por mis ojos hasta el punto en el que mi borrosa vista me llevó a golpearme con una barda, mi reacción inmediata fue sobar mi cabecita, pero él llegó.

YH: ¡Sannie! ¿Estás bien? ¿Qué ocurrió?

Voltee para ver a mi actual mejor amigo, un pelinegro de porte elegante, solo parpadee y me encontraba ya entre sus brazos, mi mano fue reemplazada por la ajena y solo reí.

SN: ¡Yunnie! Solo fue un leve golpe, no te preocupes.

YH: Pero estás llorando, ¿cómo no preocuparme?

Por un momento olvidé qué pasaba conmigo y limpié mis lágrimas con delicadeza, viendo fijamente al contrario, devolviendo así un cálido abrazo, seguido de una invitación.

SN: Me gustaría contartelo en un lugar con menos personas, ¿qué te parece sí vamos a mi casa, Yunnie?

YH: ¡Me encantaría! Vamos, vamos.

Aquel chico devolvía lentamente la luz a mis ojos y llenaba de miles de colores el mundo que yo ya veía gris, recuerdo haberme dirigido a mi hogar en ese mismo instante, tomándolo de la mano y corriendo emocionado, riendo a carcajadas, olvidando por completo todo mi alrededor, estaba feliz de tener a alguien a quién contarle mis aventuras sin sentirme ignorado o juzgado, hacer lo mismo devuelta, era una conexión que jamás había sentido.

SN: Pasemos por unos helados antes de ir, ya queda de paso.

Solo movió su cabeza, sonreí como no lo había hecho hace mucho tiempo, tenía años sin ir a esta heladería y estaba feliz, entré aún tomando su mano, con una sonrisa en el rostro, para escuchar una familiar voz llamarme desde el mostrador, ¡era Hongjoong!

HJ: ¡San! Hace tiempo no te veo por aquí, ven acá ¿el de siempre, pequeño?

SN: ¡Claro! Por cierto, traigo a Yunnie conmigo, Hyung.

YH: Es un gusto verte denuevo, ¿cómo va todo, Hyung?

HJ: ¡Que sorpresa! Puedo asegurar que hoy será un día excelente gracias a su visita.

Pasaron unos minutos, hablamos de la vida del otro mientras servían nuestros helados y salimos de la tienda mucho más felices que antes, ahora sí me dirigí directo a mi hogar, subiendo las escaleras con prisa y sin soltar la mano del contrario, abriendo con sumo cuidado la puerta que daba a la azotea, casi caía la noche por la ciudad cuando llegamos, solté la mano contraria para admirar el cielo.

SN: Es hermoso ¿no?

YH: Claro que sí, la vista es hermosa.

SN: Ven acá, Yunnie.

Pude sentir la proximidad del cuerpo ajeno y sin pensarlo lo abracé con fuerza, lloriqueando un poco al hacerlo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que mis días eran tan felices, vivía solo desde hace 5 años, nada había sido igual desde tu partida, ni los abrazos eran tan cálidos desde el último que recibí como una despedida. Las horas pasaron y estábamos en el punto más alto del techo, era un lugar bastante seguro para mí, llevé varias almohadas y mesitas para hacerlo más cómodo, hay aún libros regados por todas partes, dibujos y pinturas sin un final, solo hablando de tonterías de la vida, logré desahogarme así y mis ojos volvieron a brillar por un instante, decidí abrir mi corazoncito lastimado.

SN: ¿Ves la estrella de allá, Yunnie?

YH: Claro que la veo, Sannie.

SN: A esa estrella la llamé Evangeline, claro, ¡como Ray!

YH: Y no estás tan lejos de aquella historia de amor, Evangeline brilla como el mismísimo Sol.

SN: A ella le he confiado todo estos años, le juré como amaría y como dejaría de hacerlo, pero no quiero que sea así, no quiero ser el loco que habla con las estrellas.

YH: No creo que seas el único loco que habla con las estrellas, yo estoy hablando con la más brillante de todas.

Cruzamos miradas por un instante y sonreí, abrazandolo con fuerza, esa noche decidí que ahora mi Evangeline sería Yunho, no hablaría más con las estrellas. Viví en la fantasía de que ellas me escuchaban, pero hoy tengo aquí a alguien que lo hace con una sonrisa en su rostro, sin importar lo que ocurra o diga, él está aquí.

Esa noche Yunho decidió transladarse a la habitación que estaba vacía en el 3er piso de la construcción, yo estaba feliz de tener nuevamente a un compañero en quién podría confiar, tardamos unas cuantas horas en bajar del techo a las habitaciones, escuchamos música hasta la madrugada y antes de caer por sueño en una noche estrellada, recuerdo haber escuchado la voz de Yunho cantar, una canción demasiado peculiar para mí, escuché solo el inicio de la letra y justo caí dormido, solo recuerdo un vago "Remember when."

How did I fall in love with you? || YunSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora