𔘓࣪ Capítulo 2𓈒

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He estado enamorado de San desde que siquiera tengo memoria, el día en el que lo conocí una chispa en mí se encendió, esa dulce sonrisa, aunque fuera para alguien más, hizo mi corazón palpitar y desde ese momento decidí acercarme a él. Soy testigo de las noches que ha pasado llorando desde el día en el que su amor no fue correspondido, mi dulce estrella se estaba apagando y yo no podía permitir que esto pasara, en aquel tiempo recuerdo haber agregado una preciosa canción a mi lista de favoritos, deseo tanto poder cantarla para él.

Hoy la oportunidad se ha dado, poder estar bajo el mismo techo que él, un día más se agrega a esta trivial vida y desde temprano estoy listo, con el desayuno en las manos y una mesita para ponerla en la cama de mi preciada estrella, me acerqué con una sonrisa a la puerta de su cuarto, tocando antes de entrar. La noche anterior nos quedamos casi dormidos en el techo del edificio, fui yo quien llevó con cuidado a Sannie a su cama, cautelosamente cambié su pijama y antes de irme de ahí, dejé un beso en su frente.

YH: ¡Sannie, te hice el desayuno! Vamos, despierta.

Fui el más feliz en ese momento, era simplemente adorable verlo esconderse entre sus mantas con tal de no salir de la cama, lo escuchaba murmurar que no quería despertar y me hacía soltar sonrisas bobas, jamás me había sentido tan enamorado. Dejé las cosas a un lado, sobre la mesita de noche de Sannie y me tiré a su lado para intentar despertarlo, apretando en un abrazo aquel bulto que se hacía entre las mantas, pasé mis manos entre las cobijas para comenzar a hacerle cosquillas, no era la primera vez que lo atacaba así, en pijamadas o veces que me quedaba en su piso tumbado por el sueño, solía despertarlo así siempre.

YH: ¿No vas a despertar, estrella?

SN: ¡Ya ya, Yunnie, cosquillas no!

YH: ¡No despertabas, tuve que recurrir a los viejos tiempos!

SN: ¿Pasó algo, Yunnie? Aún sigo medio dormido~

YH: Te traje el desayuno, no quería que te levantaras, aparte, también venía a preguntarte ¿cómo dormiste?

La mañana se fue en un abrir y cerrar de ojos, pero literalmente, después de desayunar, Sannie me pidió que me recostara a su lado, mientras lo veía con una boba sonrisa, él me contaba de sus sueños, usando sus manitas para representar cada personaje e incluso hacía ruidos graciosos como efectos especiales. De un momento a otro nos quedamos nuevamente dormidos, pude sentir como Sannie recostó su cabeza en mi pecho y estaba al borde del colapso, estaba temblando y con un sonrojo demasiado notorio, aún así no lo alejé,
llevé mi mano a sus cabellos pra empezar a juguetear con estos y así nos llegó el mediodía.

YH: ¡Sannie, es hora de despertar, ya es tarde!

SN: No quiero, aún tengo sueños por descubrir.

El posible amor de mi vida era un necio, me levanté de la cama con cuidado y lo tomé en brazo para llevarlo a la sala, como normalmente lo haría, se estaba quejando, que sí el sol, que sí la luz, yo solo le hacía caras devuelta. Lo llevé hasta el primer piso para sentarlo en el sofá y encender la televisión, éramos como dos adolescentes sin clases, no sabíamos siquiera qué hacer ese día.

SN: ¿Tienes algo en mente, Yunnie?

YH: ¿Qué te parece sí te quedas aquí en casa y yo hago algunas compras?

SN: SÍ, CASITA.

Lo miré con una sonrisa y él la devolvió, se me derritió el corazón, no pensaba claro siquiera, solo tomé mi cartera y salí disparado por la puerta, asegurandome de que Sannie se quedara completamente seguro en casa. Fui directo a la tienda de instrumentos más cercana, busqué una guitarra, desgraciadamente la mía la dejé olvidada en casa y me daba mucha pereza ir por ella, fijé mi mirada en la más linda del lugar, con acentos en plateado y una madera bastante resistente, de un color blanco brillante, estaba tan perdido en el detalle que siquiera noté que el dueño era uno de mis Hyungs.

SH: ¿Yun? ¿qué haces por acá?

YH: Oh, me asustaste, Hyung.

SH: Lo siento, Yun, pero ya ¿qué te trae por acá?

YH: Seguramente lo recuerdas, pero estoy preparando algo especial para mi estrella, de hecho esa guitarra captó mi atención desde que entré y quiero comprarla.

SH: Yun, es demasiado cara.

YH: Oh, vamos, Hyung, todos sabemos que a mí el dinero me sobra.

En ese momento los dos nos soltamos a carcajadas, pero es que no mentía, creo que medio vecindario sabe que tengo el honor de poseer una tarjeta negra. Salí de la tienda con la guitarra en su estuche, uno bastante lindo y que contrasta con los detalles del instrumento, de paso fui a la tienda más cercana para comprar un poco de botana y un poco de mandado, realmente ya iba con las manos tan llenas que decidí volver a casa y consideré traer a Sannie conmigo la siguiente vez que saliera. Entré a la casa y encontré lo que menos quería que pasara, Sannie estaba en el piso, llorando.

YH: ¿Sannie? ¿qué pasó, estrellita?

Al no recibir respuesta dejé todo en la mesa más cercana, dejando también la guitarra apoyada en la pared y corrí con Sannie para tomarlo en brazos y apretarlo lo más que pude, mi respiración estaba demasiado agitada, nunca me ha gustado verlo llorar. Con mi mano le daba palmadas en la espalda, mientras con mi voz le repetía que todo estaba bien, tarareando una melodía bastante conocida, al menos para mí.

SN: Él, tocó la puerta, me gritó.

YH: ¿Qué dijo ese tonto, Sannie?

SN: Vino a gritarme que siempre me va a atormentar y..

YH: No dejaré que lo haga.

Sin pensarlo mis manos tomaron las mejillas ajenas y lo miré a los ojos, algunas lágrimas aún corrían por estas mismas y las limpié con mis dedos, dejando un cálido beso en su frente, atrayendolo en un fuerte abrazo después.

YH: Conmigo siempre estarás seguro, Sannie.

How did I fall in love with you? || YunSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora