𝒊𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏 | 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨 |

₁₉

ｍｉｎｈｏ

Haberle dicho a alguien más todo lo que llegué a sentir y siento por Jisung debió haberme quitado un gran peso de encima pero creo que lo empeoró de alguna manera. Ese día hablé y lloré frente a Chan hasta que la noche llegó. Por un momento me sentí liberado y sus palabras de aliento y consejos me habían ayudado demasiado pero, ahora, oyendo las aburridas clases de historia, lo único que podía pensar era en Jisung y lo mucho que me equivoqué.

La manera en la que su ausencia me afecta no podía ser algo normal. Necesitaba escuchar su voz, recibir sus abrazos, reír con él, necesitaba tenerlo conmigo otra vez.

Chan, quien estaba sentado a mi lado, tocó mi brazo un par de veces. Volteé a verlo, luego al profesor que aún hablaba sobre la economía mientras todos los demás casi caían dormidos. Él parecía estar igual de aburrido, así que me giré hacia mí amigo con la confianza de que no se daría cuenta de mi distracción.

—Parece que tu cabeza está en las nubes —dijo, susurrando.

—Realmente lo está —respondí de igual manera—. Estoy pensando.

Ahora fue él quien vio hacia el frente para ver qué hacía el maestro. Aprovechó qué estaba escribiendo algo en el pizarrón y con una rapidez poco común me enseñó su cuaderno, donde el nombre de Jisung estaba escrito entre signos de interrogación. Asentí lentamente.

—Tenemos que hablar sobre eso cuando acabe la clase.

No creí que de verdad íbamos a hablarlo, ni que Chan iba a tomarle tanta importancia pero claramente fue lo contrario cuando él me jaló del brazo hasta llegar a la parte trasera del edificio de la biblioteca. Era un lugar poco concurrido y que tenía mucho silencio, por lo que supe de inmediato que la cosa iba a ponerse seria. Se sentó en el piso, luego me obligó a sentarme yo también. Sacó bolsas de frituras de su mochila y las puso entre nosotros.

—¿Por qué te estás portando así? —pregunté.

—Estoy cansado de estar escuchando como te lamentas pero no haces nada para arreglarlo —dijo—. Es momento de que abras los ojos y decidas lo que vas a hacer para no perder a Jisung, si tanto dices que quieres evitar eso, debes actuar. El tiempo pasa, Minho y no quiero echar a Jisung de cabeza, pero él ya está trabajando en dejar atrás su enamoramiento y va bastante bien. Haz algo antes de que sea muy tarde.

Habló tan rápido que apenas pude entenderle, sus ojos estaban fijos en los míos y puedo jurar que no parpadeó en todo el tiempo que estuvo hablando. Comenzaba a asustarme.

—Ojalá sea así de fácil, Chan —dije. Mi voz apenas salía, seguro que él apenas y podía escucharla—. Hay mucho en mi mismo de lo que aún no estoy seguro y Jisung no merece algo como eso.

—Merece alguien que lo quiera de verdad y ese eres tu —respondió—. Entiendo que no te sientas listo aún y eso está bien pero, no puedes ahogarte en tus propias penas mientras se están alejando lentamente.

—Dijo que quería tiempo.

—¿Y tú desde cuando crees en darse un tiempo? Según recuerdo, esa fue una de las razones por las que dejaste a Evi.

—Esta vez es diferente.

Se quedó en silencio. Por un momento creí que ahí era donde había terminado la conversación pero no fue así.