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minho

Haber escuchado antes a Jisung decir que yo le gustaba solo me dio la gran seguridad de esperar un buen resultado cuando yo dijera lo mismo. Sí, sabía que la posibilidad de ser rechazado siempre estaba ahí, pero nunca pensé que pasaría realmente y ahora que de verdad sucedió, no tenía idea de cómo reaccionar. Ni siquiera estando sentado en el asiento del copiloto del carro de Chan podía estar tranquilo, sentía que mi garganta se cerraba hasta hacer difícil el paso del aire y mis ojos ardían por aguantar las lágrimas.

—¿Estás bien? —preguntó. Incluso mis ganas de responder habían desaparecido—. No salió tan mal, Minho.

—Salió terrible. Ya no quiere verme.

—Estoy seguro de que eso no es verdad. Creo que después de todo por lo que han pasado juntos, dejar de sentir algo por el otro tan rápido es casi imposible.

—No lo culpo si es así, tal vez me lo merezco un poco. Cree que estoy confundido y que le estoy mintiendo.

—Pero no lo haces.

—Ya sé que no.

Chan apartó la mirada del camino solo para verme, tal vez asegurándose de que no fuera a abrir la puerta y lanzarme. Comenzaba a parecer buena idea cuando noté que lo único que había en su expresión era lastima.

—¿Le dijiste del beso? —preguntó finalmente.

—No, lo olvidé —era verdad. Entre toda la prisa que tuve solamente para lograr que me escuchara, ese asunto no importó mucho.

—Pudo haber cambiado su respuesta. Eso pasó antes de que supieras de sus sentimientos, es la manera perfecta de hacerle saber que estás seguro de lo que sientes.

Ya no dije nada, consideraba mejor opción relajarme y ver el camino por la ventana para relajarme. Creo que Chan se dio cuenta de eso porque él tampoco dijo nada más, en su lugar, subió el volumen de la música que sonaba. Al menos mi llanto ya había parado.

jisung

Me costó llegar a casa sin derramar una lágrima y, apenas lo hice, fui directo a mi habitación y me dejé caer en la cama para desahogarme. No me molesté en cambiar mi ropa, ni siquiera en tomar agua aunque estuviera muriendo de sed.

Cuando desperté con varias llamadas perdidas por parte de Chungho, estuve seguro de que lo mejor era quedarme en mi habitación y olvidarme del miserable mundo que estaba esperándome cruzando esa puerta. No iba a hablar con él, no iba a hablar con nadie, pero todavía había una cosa rondando por mi mente. Minho. Hay una sensación que odio y es la de no querer saber de una persona pero aún así saber si yo le importo lo suficiente como para buscarme y eso es justo lo que estaba pensando. Me sentía tan lamentable por esperar algo de él aún cuando yo fui el que lo alejó y le dijo lo peor que pudo escuchar.

Al fin había escuchado esas palabras que tanto imaginé y lo único que hice fue tratarlo como un loco que no se entendía a sí mismo. Empezaba a considerar que había sido demasiado duro e injusto, pero mi inseguridad me ganaba. Ya no quiero ser lastimado, ya no quiero verlo amar a alguien más desde lejos, ya no quiero sobrepensar en si soy suficiente para él y si me ve de verdad. Tal vez era un tonto por dejar pasar esa oportunidad y no buscarlo yo a él, pero prefería ahorrarme el dolor.

El tono de llamada de mi celular me hizo interrumpir mi tarea de observar el techo en busca de algo interesante. El nombre de Chungho volvió a aparecer en la pantalla. Por un momento consideré en presionar el botón verde porque al menos merecía que lo escuchara. No sé qué mosca le picó para actuar como lo hizo, pero sé que debería haber una buena explicación. Terminé presionando el botón rojo, al final de cuentas el asunto de él y el beso no me quitaba el sueño tanto como lo hacía Minho.

𝒊𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏 | 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora