.capítulo cinco. (salto en el tiempo)

1.9K 72 1
                                    

"Las sonrisas son como los goles, según de quiénes sean los disfrutas más que otros. Y tú eres mi mejor partido"

GAVI. (Meses adelante...)

-yo me niego a comer la pizza hawaiana sin piña, eso es pecado-me quejo a mi compañero, que está tendido con el móvil organizando el pedido.

Tras acabar ganando 4-0 el partido disputado contra el Espayol, el míster, nos ha dejado cenar comida rápida por esta vez, como premio por la victoria del derbi catalán. Y medio equipo estamos debatiendo por la última pisa a ordenar.

-¿A qué persona con dos neuronas, le gusta la piña en la pizza?-manifiesto Iñaki, llevando sus manos a la cara.

-pues a mí -musito indignado y la plantilla ríe.

-Pues venga, pedirle una hawaiana con piña al peque. Habrá que mimarlo...-ironiza Busquets y Pedri asiente con una carcajada.

Pedri selecciona la última pizza, haciendo que yo lo celebré como una victoria en un partido.

-¡menudo mamarracho! -ríe el canario, mientras rueda los ojos.

-Canario tenías que ser.

Todos ríen a grandes carcajadas y yo le saco la lengua a Pedri. Él solo niega con la cabeza y me da un golpecito en la espalda.

-Chacho-pronuncia Jordi, en un intento fallido de imitar al canario- haciendo que todos riamos, sobre todo Pedri, que se tapa la cara con ambas manos- ¿Cuánto van a tardar en llegar?-pregunta relajando su voz.

-Pues aquí pone que una media hora.-informa, señalando la pantalla de su móvil.

-¿Y qué vamos a hacer mientras?

-yo tengo una idea-manifiesta Ferrán con efusividad-. Podríamos hacer ronda de preguntas, que estoy a falta de cotilleo.

Todos los presentes en el vestuario comenzamos a reír, mientras negamos con la cabeza.

-¿Entonces...?

Todos nos miramos y alzamos los hombros confundidos.

-Por mi ok -dice Eric.

-Como no, si los dos sois los más cotillas del equipo-ríe Marc.

-Aja, pero sus cosas tienen.

-Vale, muchachos. Podemos jugar, pero mejor fuera, que así nos enteramos si llega la pizza.

-¿Nos dejarán?

-Te dejan entrar a las 4 de la mañana, no van a impedirte el paso del vestuario al campo-digo con seguridad- Y más si somos los jugadores -añado.

-va.

Salimos todos del vestuario hacia el terreno de juego como si de un partido se tratase. A cada uno de nosotros nos impresiona las vistas del precioso estadio catalán bajo la luz de la luna.

-Diría que es más bonito por la noche, sin luz-todos asentimos.

-Se siente tan liberador...-confiesa Eric fascinado.

-¿Nunca habíais venido por la noche?--pregunto sorprendido.

-¿Tú si?

-aja. Siempre vengo cuando quiero relajarme.

El olor a césped húmedo invadía mis orificios nasales, pero no molestaba, es más, me aliviaba.

Todos nos sentamos al rededor del círculo central. Acomodándonos y colocando las linternas de algunos móviles para facilitar la visión.

-hace pelete -se queja Pedri frotando con sus manos sus brazos.

-Canario tenía que ser -repite Busi lo anteriormente dicho, haciendo que todos volvamos a reír.

Mientras que Pedri y yo, corríamos al vestuario a por un abrigo, los demás empezaron las preguntas.

-¿Lo encuentras?--pregunto al canario, el cual está rebuscando entre sus cosas.

-si, un momento...

-si eso coge el mío.

-Na', ya lo tengo-dice alzando dicho objeto para mostrármelo.

-pues vamos.

-Espera, Bro.

-dime.

-No quiero preguntarte lo delante de los demás, pero... ¿Quién era esa chica?

-¿Qué chica?

-Esa que vistes el otro viernes noche. Que estabas con nosotros celebrando el pase a octavos de Champions y cuando la vistes te fuiste rápidamente con ella. Y por lo que supuse, al no verte más, pude deducir que fuisteis a tu casa.

-em... No sé...

-Va tío, soy tu colega, tampoco es que se lo vaya a contar a alguien, Eric sí que lo haría, pero yo no.

-Es una chavala que conocí hace tiempo, solo nos hemos visto tres días.

-¿Y te la llevaste a tu casa conociéndola de dos días antes?--pregunta elevando una ceja.

-en realidad, ahí únicamente la había visto un día previamente -corregí-. Pero fuimos a mi casa por un tema más privado.

-aja.

Pedri me miraba pícaro y yo no sabía dónde meterme.

-que sí, hermano. Te lo prometo.

-Vale. Pero... ¿Para ti qué es?.

-no tenemos ninguna etiqueta.

-no me refiero a etiquetas. No todo en la vida se mide con nombres. A veces, es mejor ignorar las palabras y dejar que el silencio de tus sentimientos hable. Porque los sentimientos nunca mienten.

-Como se nota que te interesa saberlo.- el canario asiente y yo río -. No sé, tío. Apenas la conozco, ni siquiera sé si la volveré a ver.

-Pero te gustaría.

-No estaría mal...- musité rascándome la nuca.

-Cuando piensas en ella, ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

-el cómo será el sonido de su risa. Seguro que es uno de los mejores regalos que le podrían hacer a tus oídos.

-y ahora te vuelvo a preguntar ¿Qué es para ti esa chica?

-La chica que sin sonreír me hace feliz. No sé si hace magia o brujería. Pero con oler su aroma a nicotina mezclado a su perfume, cada vez, me siento mejor a su lado.

Pedri, intento continuar con la conversación. Pero por la repentina presencia de Ferrán, en el vestuario, tuvieron que darla por zanjada.

-Tíos, ¿Tanto os cuesta encontrar un abrigo? Si hasta las pizzas han llegado.


~Ella era la chica de las mil sonrisas, no era como las demás.
Ella era de las mujeres que había que descubrir.

Pues no llamaba la atención únicamente por su belleza, también tenía magia en sus ojos, produciendo que tu cuerpo se llenase de energía y una sonrisa asomara por tu rostro sin apenas darte cuenta.

Huellas En La Nieve |Pablo Gavi| {En Corrección}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora