ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔰𝔢𝔦𝔰

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ᴅʀᴀɢᴏɴᴇs ᴇɴ ᴠᴇᴢ ᴅᴇ ᴍᴀʀɪᴘᴏsᴀs

      Cinco días habían pasado desde que Dacia y Aemond se alejaron, ya no pasaban tiempo a solas

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Cinco días habían pasado desde que Dacia y Aemond se alejaron, ya no pasaban tiempo a solas... Ni con otros alrededor, apenas se cruzaban en las cenas y no había más que algunas miradas veloces o ciertos roces cuando se cruzaban en los pasillos.

Durante esos días Dacia mató el tiempo investigando el pasadizo que había encontrado en su habitación, el lugar tenía unas escaleras que descendían camino abajo pero eran interrumpidas por una enorme pared que impedía el paso, solo se pasaba si se descifraba un rompecabezas. El interés de Dacia incrementó aún más luego de descubrir eso, pero por más intentos que hizo, no pudo descifrarlo.

- ¿Aun luchas con eso, mi lady? -preguntó Eiross asomando la cabeza por el pasadizo.

-Necesito armarlo, no puedo darme por vencida tan fácil -le respondió mientras se giraba para verlo-. ¿Debo ir a probarme el vestido?

-Sí, la modista ya está aquí.

La boda de Jacaerys y Baela se celebraría en la tarde siguiente y la de Luke y Rhaena a los tres días. Los invitados que venían de lejos ya habían llegado y se instalaban y paseaban por el lugar. Los preparativos para el día de mañana comenzaban y todo el pueblo hablaba de la ceremonia.
Rhaenyra había escogido el vestido para Dacia, la joven solo había visto el molde de éste cuando le tomaron las medidas pero no lo había visto con los detalles y demás.

Cuando salió del pasadizo junto con Eiross se encontró con la mujer que la esperaba con el vestido en mano; de terciopelo dorado y pequeños detalles un toque más oscuro en todo el vestido, las mangas eran justas a sus brazos y comenzaban desde la mitad de los hombros, a la altura del pecho, dejando descubierto parte de este y las clavículas.
Los zapatos eran casi del mismo color, pequeños y livianos. Unos aretes con piedras blancas y un pequeño collar eran los encargados de darle un toque más de decoración.

-Y este accesorio para acompañar -dijo la modista mientras le entregaba algo parecido a una tiara-. Éste color quedará increíble en tu cabello.

Dacia se quitó lo puesto y lo reemplazó por lo que la mujer le dio.
Se miró en el espejo con una enorme sonrisa; le encantaba como se veía.

-Es hermoso -le dijo-. Es tan suave... Haz hecho un trabajo maravilloso.

-Gracias, mi lady -los ojos de la modista brillaban al ver a Dacia feliz con su resultado.

- ¿Qué opinas, Ser Eiross? -se giró hacia el caballero, quien aún estaba de espaldas.

El castaño se giró y se mostró boquiabierto, regalándole una sonrisa a Dacia.

-Luces muy bien, mi lady -respondió-. Estoy seguro de que todos los hombres querrán bailar contigo mañana.

La joven se sonrojó.

𝔇𝔞𝔠𝔦𝔞 - [ᴀᴇᴍᴏɴᴅ ᴛᴀʀɢᴀʀʏᴇɴ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora