Kalissa
Sonrió al ver el reflejo en el espejo, no sé si estoy loca, pero a veces hasta yo me tengo miedo. Tengo el pelo hecho un desastre.
Me meto en la ducha, salgo y me visto rápidamente, me detengo un momento a observarme en el espejo, es difícil ver donde inicia lo castaño y amarillento de mi cabello ya no se ni que color lo tengo y eso que nunca lo he teñido, de por si tener Heterocromía ya es llamar mucho la atención, ahora esto.
Me coloco una chaqueta y un gorro de lana antes de bajar, necesito despejarme un rato.
Bajo las escaleras y veo de reojo a mi mamá que está en la cocina.
–Mamá, saldré un momento–.Le digo.
—No tardes, ya casi es hora de cenar.
Salgo de casa y siento el viento frio e instantáneamente siento los bellos de mi cuerpo erizarse.
<<Dios que frio>>
Me abrazo a mí misma y camino sobre la acera.
Faltan 4 meses para diciembre no entiendo cómo es que puede hacer tanto frio desde agosto. Me siento en la banca del pequeño parque al que llego.
Observo a los pequeños jugar con una sonrisa de oreja a oreja, se ven tan felices, con mucha energía que juegan hasta que se cansan, ellos se ven tan-sanos.
Vuelvo a los recuerdos de mi hermano menor <<khal>>pequeño monstruo, rio de solo recordarlo, el solía ser como esos niños, hasta que el cáncer acabo con su vida. Era tan hermoso y tenía tantas cosas por vivir. Fue difícil dejarlo ir, pero fue más difícil ver como se iba apagando como ya no era el.
El cáncer lo privo de muchas cosas, ya no
Jugaba al futbol por que se cansaba o no poder comer todos los dulces que él quisiera o lo triste que fue ver su rostro el día en que cortaron su hermoso cabello castaño, parecía que tenía una taza encima con lo liso y el corte redondo que tanto le gustaba hacerseA veces imagino que el sigue conmigo, que aún sigue aquí, pero lo cierto es que no es así, fue hace tan solo 5 meses de su partida.
Después de unos veinte minutos vuelvo a casa sigue haciendo mucho frío. En la entrada encuentro a papá bajando de su auto.
—Hola papá.
—Kalissa ¿qué haces afuera con este frío?
—Solo salí a caminar un rato.
—Otra vez piensas en él no es así?
A veces odiaba que papá me conociera tan bien.
—Nunca podré olvidarlo. La sensación, el vacío, y el solo recordar que no lo volveré a ver nunca–.dije casi en un susurro, pero no lo suficientemente bajo para que el no pudiera oírlo.
Cierro los ojos cuando las lágrimas caen por mis mejillas. Cuando los abro puedo notar que papá está usando todo su autocontrol para no derrumbarse.
—Ninguno de nosotros va a olvidarlo nunca kalissa, era mi hijo y tu hermano, es y será siempre parte de nosotros, aunque esa enfermedad nos lo haya arrebatado.
No pude evitar que mis ojos sigan derramando lágrimas.
—Hija no llores–dijo acercándose y me envolvió en un cálido abrazo como solo él sabe hacerlo.—entremos.
Cuando entramos a casa le avisé a mamá que no tenía hambre y subí a mi habitación.
Me quité los zapatos y me acosté en la cama, suspiro ruidosamente y me muevo para acercarme a la mesita de noche al lado de mi cama.
Tomo el marco entre mis manos y observo la foto, estábamos mis padres, mi hermano y yo.
Cierro los ojos y suspiro pesadamente, creo que es hora de dejar ir a la pequeña persona con la que tengo mis únicos recuerdos donde me sentía realmente feliz.
—Nunca te olvidaré Khal. -murmuré antes de cerrar los ojos y quedarme dormida.
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En el más frío invierno (Borrador)
RomanceUna enfermedad terminal acaba con la vida de Khal, el hermano menor de kalissa una bella chica de cabello rebelde y ojos de tonalidades distintas. Tres años son suficientes para dejar el pasado atrás y superar la muerte de su hermano, pero ¿que pasa...