4. El chico desconocido (Parte 1)

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Kalissa

Desde la muerte de mi hermano, mi vida se ha basado en estar encerrada en las 4 paredes de mi habitación, del cuarto a la cocina, de la cocina a la sala, y de la casa a la escuela, pero no exactamente en ese orden.

Katia y Julián han sido mis amigos más cercanos (los únicos que tengo) desde que estábamos en el kínder. En la escuela me limito a socializar con los otros chicos, todos me ven como la rara simple y sencillamente porque no tengo la cabeza hueca como ellos.

Es así desde hace años, desde la muerte de Khal.

Odio que se burlen de mi por hacer lo que hago, es absurdo como pueden tomarse a chiste la desgracia de los demás, Ramson como el protagonista principal. En serio que el mundo está muy mal.

Abro lentamente los ojos. Como cada día al despertar lo primero que veo son las tiras de estrellas azules colgando del techo de mi habitación. Eran lo único aparte de los objetos personales con algo de color. Los muebles y las paredes eran blancas, sin posters, sin decoración, sin nada solo esas estrellas

Mi celular vibra en la mesita de noche con una llamada de Katia.

—Buenos di...

—¡Adivina donde estoy!

Alejo el celular instantáneamente ¡Va a dejarme sorda!

—¿No te apetece gritar más fuerte? —. Le digo con burla, cuando vuelva a gritar así mi tímpano colapsara.

—No y no adivinaste donde estoy— reclama. como si no lo supiera ya.

—En el centro comercial? —  no vendría mal molestarla un poquito.

—¡KALISSA!

—¡Ya voy, ya voy!

Cuelgo antes de levantarme rápidamente, pero antes de avanzar me sostengo instantáneamente de la pared al ver todo borroso.

Ashhh, solo a mi se me acurre levantarme tan rápido. Bajo las escaleras y voy directo a la puerta, mi mejor amiga es lo primero que veo, luce un lindo atuendo de pantalón y camisa azul bajo su gabardina blanca.

Me mira de pies a cabeza antes de entrar.

—¿Por qué aun sigues en pijama? —dice volteando a verme.

—Por que hoy no hay escuela, hay un buen clima, y tengo mucho sueño no he dormido bien.

—¿Y eso?

—No lo sé, simplemente he tenido mejores sueños. —trato de sonar lo más relajada posible.

—Μm bien, ¿Qué tenemos para hoy? – pregunta en lo que caminamos a mi habitación.

—Creo que nada.

—¿No tienes que ir al hospital hoy?

El hospital claro, no había puesto un pie ahí desde el incidente que tuve, que vergüenza.

—No, recuerda que voy solo voy una vez a la semana.

—Pero hoy es lunes, siempre vas los lunes — abre la puerta de la habitación y corre a la cama. — Aunque sea acompáñame ¿Sí? No he visto a mi papá y necesito pedirle algo. —arruga el entrecejo y junta las manos en manera de súplica.

El padre de Katia era el director del Hospital del sur, el mismo que yo visitaba. Fue quien me sugirió hacer servicio comunitario en ayuda a niños con cáncer.

No quería salir de casa. Estaba a punto de decirle que no, pero... era Kat, no podría decirle que no.

—Esta bien, dame veinte minutos.

Voy hacia mi vestidor para tomo unos pantalones, camisa, gabardina y una boina negra.

Nos toma una hora llegar al hospital después que mamá le ofreciera desayuno a kat y esta no se negara.

Bajo del auto de mi amiga y nos dirigimos hacia la entrada. En recepción, la señorita nos brinda un carnet de ingreso. Cuando estamos a punto de entrar al ascensor tomo a Katia del brazo.

—Te esperare en la sala de estar, tu ve hablar lo que tengas que hablar con tu padre. —le digo.

—Está bien, no tardare.

Cuando se adentra en el ascensor me dirijo al pasillo contrario donde está la sala con un juego de sofás blancos.

En el que está junto a la pared de vidrio, se encuentra un chico dormido, lleva unos pantalones de algodón gris, un suéter negro y unos audífonos sobre su cabeza.

Podría asegurar que cuando despierte tendrá un fuerte dolor en el cuello por la posición en que se encuentra.

No puedo verle el rostro ya que tiene una mascarilla negra y la capucha del suéter puesta.

Me siento en el sillón que está a su lado viendo la pared blanca frente a mí. ¿Por qué en todos los hospitales son blancas? ¿acaso no existe otro color? no puedo evitar preguntarme.

Me cruzo de piernas y brazos para esperar a Katia, cuando de pronto siento la mirada de alguien sobre mí.

.....

No se preocupen, no se quedaran con la intriga mucho tiempo, el capítulo es corto, así que subiré el próximo cap en cuanto lo tenga listo, ¡comenten mucho y voten! se los agradecería mucho.

No se preocupen, no se quedaran con la intriga mucho tiempo, el capítulo es corto, así que subiré el próximo cap en cuanto lo tenga listo, ¡comenten mucho y voten! se los agradecería mucho

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En el más frío invierno (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora