Capítulo 3🔸Más allá de las nubes, el sol brilla en mi vida.

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La palabra imposible, hay que eliminarla de nuestro vocabulario cotidiano porque lo que hoy parece imposible, mañana será posible

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La palabra imposible, hay que eliminarla de nuestro vocabulario cotidiano porque lo que hoy parece imposible, mañana será posible. Nada es imposible para un corazón que persevera.

 

  Les pongo al corriente de mi vida entre a quinto de primaria: el primer día mamá se preocupó demasiado se mordía el labio como señal de su inquietud. No es que fuera siempre así, porque cuando estábamos en México me dejaba en la escuela como cualquier mamá.

  Su preocupación abunda, en que como es otro país, no sabe como me recibirán tanto los maestros como los compañeros de la escuela.

Casi es posible que se dibujara en ella la duda y miedo, sentimientos que la abrazaban más de lo habitual.

 

  Pero le dio el voto de confianza a la escuela, se propuso a pensar que no tendría ningún problema y que me iría bien. Antes de irse me robó un abrazo con tal fuerza y susurró algo en mi oído para que nadie más pueda escuchar.

—Si ves que estás en peligro de cualquier cosa, ¡no dudes en decírmelo o a tu padre! ¡No te quedes callada de nada!

—Voy a estar bien —solo le dije eso.

A la hora de separamos, podía percibir en mamá que no quería alejarse de mi, pronto dejó salir de sus ojos unas lágrimas como evidencia.

  No..., es que no entienda su preocupación, hasta yo misma tengo ansiedad de como serán mis nuevos compañeros, por lo que el nerviosismo se instala en mi cuerpo y el sudor se asomó sobre mi frente.

  Al final nos separamos y me expresa la típica frase que toda mamá dice «Me entenderás cuando seas madre». Esa frase tan corta, llena de una verdad que solo se aprende cuando se es madre.

Mamá al ver mi inevitable sonrisa de oreja a oreja que refleja mi rostro, se llena de serenidad.

  Llegó el momento de entrar, le doy un beso en la mejilla y me alejo de a pasito ¿serán los nervios? Luego volteo atrás y una de las tantas mamás que dejan a sus hijos, se acerca a mí mami, de inmediato se ponen a conversar e intercambian información, diría que se siente bastante cómoda mi mamá en la compañía de la señora, eso me alegra.

  Entro hacía la bonita e iluminada escuela. La primera impresión, es que tuve un buen recibimiento de parte de la directora, que por cierto se parece a Julia Roberts con dentadura perfecta, muy joven como de unos veintisiete años con rizado cabello color café claro, su tez es aceitunada y su rostro luce muy fresco que brilla como la brisa.

  La emoción agito mi estómago por llevar el mismo uniforme que todos a mi alrededor, playera blanca, suéter azul marino y falda gris, es como ya pertenecer a la escuela. En cuanto más aceleró el paso, me adentro al salón asignado.

Aprendiendo a vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora