no sé me ocurre que poner. Excepto que esta historia evitara la todo lo posible los cliches en esta historia que hay en otros "yo en konosuba".
Konosuba no me pertenece, le pertenece a su autor.
Joseph quedo en silencio, anonadado por su nuevo hogar.
Este no era otro establo, todo lo contrario, era una mansión.
"¿Me puedes decir que milagro hicieron para lograr obtener esto?" Cuestiono el paladín, aún incrédulo.
"Tan poca fe nos tienes? Cuestiono kazuma, mirando inexpresivo al paladín.
"Sinceramente, si"
"No te culpo" dijo kazuma, suspirando cansado.
Joseph solo dio media vuelta y se retiró a paso tranquilo.
"Espera! ¿A donde vas jojo?" Kazuma miró expectante a su segundo al mando.
"Estoy creando un ataque mágico de larga distancia, para ello necesito un lugar sin gente alrededor, pues pueden resultar heridos si algo sale mal" dijo el paladín, reanudando su caminata.
kazuma guardo silencio, para después otra vez suspirar cansado.
El estrés le estaba afectando al más cuerdo de este mundo al parecer.
Esa noche jojo no regresó para dormir o para comer, aunque esto fue casi ignorando en su totalidad por los fantasmas de la mansión.
Pues aqua queriendo tomar el camino fácil, puso una barrera en el cementerio y se retiró, sin importarle las almas de los muertos que aún vagaban en aquel lugar.
Cosa que se arregló cuando uno de los fantasmas se bebió el vino de Aqua, lo que desencadenó la ira de la ex diosa y empiece a exorcizar a distra y siniestra a cualquier fantasma que veía.
Pero, ¿y jojo?
Pues el se la paso mejorando su hechizo.
Empezando con esferas de mana del tamaño de un balón de fútbol, mejorando el hechizo creado hace poco, pero aún el kame hame ha estaba incompleto, pues estas esferas apenas podían lanzar un ataque directo a 10 metros delante de ellas.
Aunque esto era de esperarse al tratarse de una imitación, pues el original podía incluso llegar hasta la luna y destruirla.
Joseph después de incontables horas, al fin cayó agotado al suelo, pues este no se había detenido ni para comer algo.
Sacando a duras penas dos pociones, las bebió y se recuperó casi al instante.
Pues una era de recuperación y la otra era para la restauración del mana perdido.
"Una últimas vez" Joseph se concentró, tomando la pose caracterizada del kame hame ha.
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