Capítulo: 14
Joseph a subido al nivel 39!
El ataque aumentó 70 puntos más!
Velocidad aumento 30 puntos más!
Agotado y estresado, puse mi espalda contra la pared más cercana, sudor caía de mi rostro descubierto.
Cuando entre al castillo de veldia, supo que no seria sencillo llegar a donde este se encontraba. Pues, era casi obligatorio tener secuaces (no muertos, monstruos, etc.) Cuidando el lugar de intrusos.
Sobretodo, los molestos hechiceros no muertos que atacaban siempre atrás, dándole problemas con sus hechizos de lentitud, disminución de fuerza, leves ilusiones, entre otros hechizos que ya lo habían hartado.
Y para empeorar las cosas, se perdió dentro del castillo...
No lo podían culpar, el lugar era demasiado grande, incluso era la primera vez que estaba en este lugar, así que era demasiado obvio que se perdería tarde o temprano, aunque fue más temprano que tarde.
Pasaron unos pocos minutos, dejé de descansar y empecé de nuevo mi búsqueda para luchar contra veldia.
En silencio, me sentía afortunado de poder adquirir la habilidad "intimidante", aunque no le veía el sentido llamarla así, pues su uso consiste en aumentar las estadísticas del usuario según la emoción que sienta en ese momento, aunque como la demás habilidades en este mundo, esta tenía una función oculta aparte, cosa que nadie sabe que es realmente, pues sus usuarios fueron caballeros en guerras contra el ejército del rey demonio, obviamente estos ya estaban muertos.
Eran algo inquietante el pensar que esa función oculta tal ves era inútil.
Pero lo ignore lo mejor que pude y seguí en mi búsqueda.
Una hora y media después
Pateo la gran puerta de madera frente a él, destrozando la madera ya vieja de esta.
Sus pies le dolía un poco por la caminata y las constantes luchas, pero aún seguía como si nada.
De paso pudo subir un nivel, estaba seguro que podía dar al menos una pelea decente contra veldia.
Levanto su mirada al fondo de la larga habitación, su mirada se posó el jinete sin cabeza sentado en el trono polvoriento.
"Así que al fin has llegado, te tomaste tu tiempo ¿eh?" No sonaba como una pregunta, sino más a una afirmación.
"El lugar es muy grande, me perdí en cuestión de minutos" respondí con tranquilidad.
Veldia no pudo evitar levantar una ceja, esta sala del trono se podía llegar solo caminando en línea recta, aunque los pasillos son demasiado largos, tal vez sus no muertos lo llevaron lejos en sus constantes luchas.
Sin decir palabra, veldia se levantó de su trono mientras que Joseph de manera instintiva en una postura de batalla.
"Que la revancha comience" fueron las únicas palabras que dijo veldia antes de golpear a Joseph con su mano desnuda.
Pudo bloquear su golpe alzando apenas un escudo reforzado por magia de acero, eso no evitó que casi saliera volando hacia atrás.
Pronto, más golpes letales caían sobre el. Después de unos segundos resistiendo, noto que su escudo se estaba quebrando rápidamente por los golpes de veldia.
"Que todo está fuerza sea usada contra su usuario, y que lo dañen severamente!!¡Contra ataque!" grito Joseph, para que de repente su escudo empiece a brillar.
ESTÁS LEYENDO
yo en konosuba (Un Tipo Común En Otro Mundo)
Hayran Kurguno sé me ocurre que poner. Excepto que esta historia evitara la todo lo posible los cliches en esta historia que hay en otros "yo en konosuba". Konosuba no me pertenece, le pertenece a su autor.