Capítulo 3: Nueva Vida

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CAPÍTULO 3.

*-*-*-* Dos Años antes-*-*-

- ¿Seguro que quieres ayudarme?

- No te preocupes, no le tengo miedo a las inyecciones- respondió un nervioso Max, quien en este momento estaba arrepintiéndose de haber ofrecido su brazo como conejillo de indias para Nat.

- Cierra los ojos y a la cuenta de tres respira... uno, dos, tres...

Nat estaba agradecido de que Max lo ayudara, sus fuertes brazos marcaban venas que resaltaban el camino circulatorio para la administración de medicamentos. Con sus dedos a nivel del brazo de su paciente, palpó la vena que esté directamente conectada al torrente principal del recorrido sanguíneo. Aunque el toque fue delicado, eso bastó para que Max sintiera su cuerpo tensarse debido al calor que sentía en su corazón.

Nat introdujo lentamente la aguja en el brazo de Max entre la vena prominente que sobresalía de la cara anterior del brazo de Max, aproximadamente tres dedos cerca del pliegue del codo como su maestro le había enseñado, sonrió cuando introdujo toda la aguja y al extraer un poco de sangre esta no salía.

Max debía resistir el fuerte dolor que su cuerpo sentía, no podía decepcionar al pequeño hombrecito que tenía la mirada fija en su brazo. Y, sin embargo, Nat había fallado, suspiró con cansancio e inmediatamente retiró la aguja del brazo de Max

- ¡Lo siento! ¿Estás bien? Debe doler demasiado. Mierda, lamento haberte lastimado

Nat se sentía tan frustrado y también sentía vergüenza por hacer fallado frente a Phi Max, planeaba que él lo felicitara por su buen trabajo y ahora lo había estropeado. Limpió con alcohol y algodón la marca del brazo de Max y colocó una bendita en forma de corazones, no levantó la cabeza por un tiempo, porque no quería ver la cara de Max, pensaba que estaba enojado con él

- Nong Nat, mírame

- Lo siento

- Está bien, no he muerto, mira me siento mucho mejor después que me hayas colocado la bendita. Mírame- lo tomó del rostro. La cara de Nat empezaba a ponerse rosada por las lágrimas. – Tengo otro brazo para que intentes, lo volveremos a hacer, ¿si?...

- Debes avisarme si sientes dolor no me ocultes tus sentimientos...

- No lo haré...

Max tuvo que tragar saliva, no entendía como alguien podía verse hermoso incluso cuando lloraba, limpió sus lágrimas con sus pulgares y Nat lo miró... Max aún no entendía los sentimientos hacia Nat, pero no lo podía ver como amigo, Nat lo abrazaba a veces y sentía que la felicidad se expandía en todo su cuerpo y ahora al tener el pequeño y delicado rostro en sus manos provocaba que sus sentidos se alborotaran.

Se acercó lentamente hasta sentir la punta de la nariz de Nat rozando la suya, sus dedos sintieron el calor de las mejillas de Nat, sus ojos se encontraron buscando una respuesta a los sentimientos obvios que se mostraban, cada se tocaban o abrazaban.

La nariz de Max acarició la mejilla de Nat, comprobó que era tan suave como si fuera un pétalo de la rosa más hermosa. Nat cerró sus ojos experimentando cada roce que hacía su corazón, latir más rápido, sus labios se entreabrieron, buscaban ser besados por Max, desde la primera vez que lo vio entrar en la biblioteca Nat se había fijado en él y ahora lo tenía a escasos centímetros

- Phi ... Max...

- ¿Estás incómodo?

- No...

BUT YOU  {𝑴𝒂𝒙𝑵𝒂𝒕}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora