Epílogo

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Tenía un ligero brillo de esperanza de que Ohm lo llamaría, pensó que lo buscaría ya que había faltado a clases ese día.

Pasaban largos minutos y el teléfono permanecía con la pantalla apagada y en silencio, ni siquiera una vibración ni algo similar.

Comenzaba a impacientarse, el pelinegro solamente buscaba y esperaba que apareciera una razón para arrepentirse, una sola sería suficiente.

Bueno, no cualquier razón, una llamada Pawat Chittsawangdee.

Nanon, en algún lugar de su dolido corazón, en verdad no quería hacerlo. Pensó que aún había un ligero motivo para desistir y seguir adelante.

Aunque, el tiempo se le estaba acabando.


• • •


Mientras tanto, Ohm se preocupaba cada vez más.

No había visto al menor durante todo el horario de clases y se sentía culpable.

Esto porque desde que había besado a Nanon, había cambiado su manera de tratarlo. Dejó de llamarlo, dejaron de salir a caminar o a cualquier lugar, se apartó de él lo más que pudo, y sabía bien que sus acciones lo lastimaban aún más.

Tenía sentimientos demasiado confusos con respecto, al contrario, por un lado pretendía tener coraje hacia él, después de todo, la idea del beso fue suya.

Pero realmente, esa escena no había salido de su cabeza ni por un segundo, ya ni siquiera lograba concentrarse correctamente en la Universidad y había estado distante según palabras de Heather.

Sin quererlo ni aceptarlo, acabó enamorado de Nanon de una forma considerable.

Pero ¿cómo remediarlo?, ya había herido a aquel chico de cabellos ondulados y ojeras profundas, y si ahora volvía con su mejor cara diciendo "me enamoré de ti" seguramente las cosas saldrían mal, pensó.

Además, aún estaba la pelinegra.

No sabía si en verdad deseaba dejarla, la adoraba, aunque ahora... No lograba medir qué tanto en comparación con Nanon.

— No seas idiota Ohm, ¡ve con él! — contestó la castaña al terminar de escuchar la historia del mayor.

— Pero... Heather... — suspiró.

— Mira, si ella es tan dulce y comprensiva como nos has hecho ver, te entenderá si se lo explicas — sonrió.

— ¿Tú crees Love?

— ¡Claro!, pero hazlo hoy, por favor no tardes más tiempo — casi rogaba — Nanon te necesita ahora.

— Tienes razón...

Ohm tuvo que buscar a su novia durante el almuerzo, aun cuando ésta tuviera clase extra. Tenía que arreglar todas las equivocaciones que había tenido durante meses, meses en que se negó a aceptar que Nanonera más significativo que un simple amigo.

Cada palabra que salía de su boca le era difícil pronunciarla, no era un asunto sencillo de explicar.

Pero al final de todo, la chica reaccionó de la mejor manera posible, en verdad era un ángel.

— Ve a buscarlo, no esperes a que las clases acaben — sonrió — Quédate con él, te ama demasiado por lo que pude ver.

— Eres la chica más dulce — le dio un último abrazo.

Heather || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora