Capitulo 1

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"Eres mi reina, ahora y siempre lo serás"

Fueron las ultimas palabras que le dijo, mientras sus labios acariciaban suavemente los de ella, mientras la miro profundamente antes de que el frio acero de su daga quedaba incrustado en el pecho de ella.

Daenerys le miro con sorpresa, anhelo, amor, pero no vio traición alguna en su mirada. Solo pudo contener las lagrimas al verla caer en sus brazos mientras intentaba por todos los medios que su muerte fuera con la mayor dignidad posible.

Desde el primer día que aprendió a blandir una espada, pasando por su juramento por la guardia y su coronación como rey. Siempre había decidido vivir por otros, luchar por los demás, e intentar cumplir con un deber que no sabía que le correspondía.

Acaba de matar a la mujer que amaba por qué sintió que era su responsabilidad y el deber lo llamo, tal vez en el fondo solo fue un cobarde que siempre intento huir de todo hasta que se sintió acorralado y forzado a tomar una decisión que pudo haber evitado.

¿Si hubiera escuchado a Varys la habría salvado de sí misma? Tal vez Sansa tenia razón, si la hubiera escuchado y no a su terco honor las cosas hubieran sido totalmente distintas.

Fue entonces que un fuerte y penetrante rugido resonó, volteando su mirada hay estaba él. Drogon quien le miraba con traición, con odio y antes que pudiera pensar en algo para salvar su vida una ráfaga de fuego le envolvió y con ello pensó que todo por fin había acabado.

Tal vez al final podría encontrar esa paz que tanto deseo.

-0-

Jon despertó entre gritos agonizantes, le dolía fuertemente la cabeza, y su cuerpo parecía estar ardiendo no sabia si era por las llamas que lo envolvieron o si era la peor fiebre que alguna vez hubiera tenido.

Intento levantarse, pero sus piernas fallaron, cayo al suelo desde un lugar alto. Abrió los ojos con dificultad, noto una vieja cama, noto las paredes de madera e intento ponerse de pie nuevamente, estaba agotado, cansado y ante todo desconcertado.

Lo peor de todo es que este sentimiento que lo estaba consumiendo era demasiado familiar. Fue como aquella vez que regreso entre los muertos, cuando su guardia en el muro había terminado, fue traicionado en ese momento por mis hermanos por juramento, sin poder evitarlo llevo sus manos a su pecho, noto que era mas bajo, menos musculoso, pero, ante todo, que todas las cicatrices de las puñaladas que lo asesinaron no estaban.

Ni las heridas, ni los moretones, no tenia cicatrices, tampoco tenia aquel sentimiento de agotamiento que le había estado acompañando por los últimos meses. Se sentía joven nuevamente.

¿Dónde estaba? Fue su único pensamiento, este lugar no le resultaba para nada familiar, camino por todo el lugar, buscando algo que pudiera reconocer o le ayudara, entonces noto un balde con agua, parecía fresca. Aunque eso no le importo, tenía sed, demasiada sed.

Sumergió su cabeza, e intento tomar tanto como pudiera, cuando por fin sintió que se había refrescado, puso sus manos sobre el balde e intento recuperarse al pensar en que hace unos breves momentos, el estaba en Desembarco del Rey.

Le falle a ella, les falle a todos e intento no morder con fuerza su labio inferior ante la rabia que lo consumió.

Y cuando por fin se miro fijamente en el reflejo del agua, se dio cuenta de algo.

Jon se despertó con un rostro mucho más joven, cuando tenía dieciséis años, las heridas en su rostro tampoco estaban. No pudo evitarlo, pero se levanto asustado totalmente, intento buscar por todos los alrededores una salida y cuando la encontró no dudo en cruzar.

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