Sin embargo, esto es demasiado para un adolescente
Los códigos, o jergas, casi nunca son confiables, al igual que los prejuicios que se tienen sobre alguna situación, por lo menos en mis recientes experiencias sociales.
No necesariamente por su validez, sino que, a menos que uno cuente con el mismo contexto, es difícil inferir ciertas palabras a la primera ocasión. Eso puede considerarse un punto débil en mis recurrentes suposiciones sobre las personas a mi alrededor. No digo que me desentienda de mi generación, lo cual sí es cierto ¿Quién entiende sus gustos tan poco refinados y superficiales?, sino que el lenguaje moderno degenera muchas palabras, cualquiera que se presente como tendencia en redes, hasta volverlas más cortas; la energía que implica descifrar tales mensajes... mejor la empleo para llegar rápido al dormitorio. A este paso, los jeroglíficos se instaurarán como la "nueva forma de comunicación" (No sería un cambio tan grande; en casa ya servía a un gato).
En otras palabras, mi confusión ante la situación actual está totalmente justificada. Demonios, ¿Cómo termine así? Si bien esperaba un reinicio, esto no encaja en el concepto mismo de paz y holgazanería (soledad). ¿Por qué no sospeché sobre los curioso beneficios que me daba asistirá aquí en primer lugar? ¿Dónde esta mi libre albedrío? ¡Esto es un atropello a mis derechos humanos! ¡Malditos dioses de la comedia! (No tengo idea de si recaigo en un solo dios, a estas alturas; cualquier queja al cielo es válida)
Como sea, ahora... ¿Qué es un encuentro social?
A lo largo de la historia, ciertas conductas se repiten en las poblaciones jóvenes. Conductas estúpidas que arriesgan la vida y la sensación de tranquilidad; a pesar de que la naturaleza ya es cruel, malgastan su tiempo en relaciones superficiales y eventos sin importancia para su vida. Esto ha ido evolucionando, sin embargo, todavía conservan ese rasgo de jerarquizar la posición de los individuos en una población. Deportes, lecturas en grupo, salidas en grupo, escritura grupal, ver películas en grupo, etc., aunque, algunas no son tan despreciables como una buena tarde con Vita-chan; claro que tampoco es en conjunto con algunos normies.
No todas se pueden realizar de manera grupal; esto ocasiona ciertos comportamientos de aislamiento entre las personas. Se crean camarillas, se crean marginados y se crean los solitarios. Cada uno brilla por su propia luz, pero siempre hay molestias descaradas a la vista de todos. Aquellos que invaden los reinos de los más tranquilos. Los normies; junto al que siempre incentiva alguna reunión, asechan a las poblaciones más pacificas o las menos entusiastas para aumentar su propio valor en su grupo. Engatusan sus ilusos corazones con el espíritu social de la juventud, ese mal idealizado; para que interactúan en territorio hostil.
En otras palabras, sirven para afianzar el dominio de los organizadores a través de la humillación de simples peones. Basuras. Los karaokes son los más escenarios más frecuentes para sus reuniones, quién sabe que más pueden hacer en su tiempo de grupo, no descarto otros lugares. No es como que lo supiese. Tampoco estoy celoso de ello. No soy un masoquista.
Por eso, tampoco le deseo mi actual suerte a nadie. Es más, si alguien quiere intercambiar lugares, con gusto les cedo el "privilegio".
De estar a punto de descansar en mi cama, a subir las escaleras de una gran montaña. Sí, es una tarde estupenda para cualquier joven superficial. Solo falta el sonido primaveral de fondo junto a las risas risueñas de sus amigos. Ahhhhhhhh, siento como me duele el alma.
Si tan solo se tratara de algún escenario conocido, podría aprovecharme de mi basto conocimiento de la conducta normie para huir sin miedo a ser atrapado; sin embargo, nunca vi este tipo de desarrollo antes.
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Mi shonen genérico se transformo en un sof-hentai, como (no) esperaba
FanfictionHikigaya Hachiman ingresa a la academia Tenbi. Ohyama Takeru se topa con él desde el inicio. La espiral del mundo ha cambiado.