Hawkins, junio de 1986
Querido Eddie:
Ya son 3 meses de tu partida. El verano está por comenzar, un verano que me hubiese gustado pasar juntos. Es extraño, el Steve de hace un par de años ni imaginaría estar haciendo esto, pero desearía poder hablar con él. Y decirle que deje de ser un idiota y se acerque a ti antes. Incluso podría haber llegado a salvarte. Ese momento se repite constantemente en mi mente, debiste hacerme caso, Munson. "No se hagan los héroes" les advertí a ti y a Dustin. Pero siempre fuiste un rebelde, es una parte de Eddie que quiero recordar siempre, es lo que me enamoró.
Me duele tener que decirlo en una carta que guardaré, porque ni siquiera tienes un lugar de descanso. Hay una tumba, pero no tu cuerpo. En nuestras memorias y corazones sigues tan presente y magnífico como siempre. Tu recuerdo es lo que nos hace seguir a muchos, y no hablo solo de mí. Tu tío Wayne lo ha pasado muy mal, pero está cada vez mejor. Con los chicos lo vamos a visitar a menudo, al principio no estaba muy convencido, ahora somos como sus sobrinos. Claro que jamás podrá reemplazarte. Dustin y Mike siguieron con el Hellfire, creímos que querrías eso. Tu banda tuvo que separarse, allí si que tu ausencia pudo más.
Y para mí cada día es más difícil, la culpa me consume. Eddie, es todo tan injusto, no merecías esto. Tu no sabías nada, no tenías nada que ver. Y aún así te sacrificaste por este pueblo que siempre te marginó, por todos nosotros. Escribirte me consuela, siento que estas a mi lado escuchando, aunque jamás reciba una respuesta. Espero que estés tranquilo, cuidaré de los chicos y de tu tío. Hasta el próximo mes Eddie.
Con cariño, Steve.
Steve dobló el pequeño manuscrito y lo metió en un sobre blanco, cerrándolo con cuidado. Como cada día 27 desde ese marzo, habló con Eddie. Para Harrington era una conversación, o eso es lo que anhelaba para no perder la cordura y hundirse en un pozo de oscuridad.
Eddie estaba hundido en la oscuridad literalmente. Sobrevivió, aunque nadie lo sabía y eso lo destrozaba. Estaba completamente solo en el upside down, sin posibilidades de volver al pueblo que tanto lo detestaba. Pero el escuchaba todo lo que Steve y sus amigos aún le decían, y que lo recordasen era lo único que lo mantenía con vida. Aunque Eddie sabía que eso ni iba a ser por mucho.
Con la poca fuerza que le quedaba fue hasta la casa de Steve y subió a su habitación, o la versión del upside down de esta. Sus heridas aún no habían sanado del todo, estaba demasiado débil y sentía que esa era su hora definitiva de partir. Pero antes de morir quiso contestarle a Steve, y por la luz que emanaba del foco de la habitación del muchacho le habló en código morse, aunque no estaba seguro de que Steve lo supiese.
Gracias Stevie, yo también te quiero.
Y Eddie se desplomó en la residencia Harrington, dando su último aliento.