Salvación Maldita, Redención Descendente

Capítulo 11: XI: Oportunidades

Naruto fue recibido calurosamente cuando entró en la sala de la misión. Iruka se puso de pie y literalmente corrió por la habitación para pararse frente al adolescente. Naruto abrazó al moreno y el hombre se rió.

"No importa si eres Hokage o un Genin, igual volverás a mí por ramen, ¿verdad?"

Naruto se rió entre dientes y respondió afirmativamente. Iruka guió al Hokage de regreso a su silla y comenzaron una conversación formal, Iruka le preguntó a Naruto sobre sus deberes y cómo se las estaba arreglando.

"¿A quién vamos a estar esperando?"

Iruka miró una lista de las misiones que habían sido arregladas previamente. Tsunade operaba en sistemas específicos; las misiones preestablecidas y las misiones de emergencia. Las misiones preestablecidas consistieron principalmente en misiones D a B de bajo rango, ya que AS se reservaron para los informes de misión ANBU o Jounin específicamente, y se clasificaron para los equipos en el día. Era por eso que todos los informes de misión tenían que ser entregados en el tiempo correcto o de lo contrario el registro de quién estaba de servicio y quién no estaba jodido, mucho.

Las misiones de emergencia estaban allí para cualquiera que necesitara una misión por varias razones o misiones urgentes que requirieran atención completa. Solo hubo una misión que fue una D en esta categoría y eso fue solo por la importancia del cliente. Tora, al parecer, tenía la máxima prioridad porque pertenecía a la esposa del Daimyo... realmente no era una mala vida.

"Bueno, tenemos al equipo de Konohamaru viniendo hoy... aparentemente Ebisu los recomendó para su primer rango C. Te dejaré decidir cuál darles. Shikamaru debería estar más tarde para informarnos sobre la respuesta de Sand; como saben, él sigue en correspondencia con Sabaku no Temari desde que fueron emparejados como embajadores. Aparte de eso, solo hay ninjas cotidianos que necesitan misiones".

Naruto asintió y chasqueó los nudillos; Sería bueno ver a Konohamaru después de tanto tiempo. De hecho, no podía recordar la última vez que había visto al niño; tal vez cuando le mostró a Naruto su nueva variación del Orioke no Jutsu.

"Escuché sobre Sakura".

Naruto no miró a los ojos de Iruka; si el Chuunin sabía sobre Sakura, entonces seguramente sabría sobre el nombre que le había dado al cuervo Itachi. Cualquier cosa sería mejor que la desaprobación de Iruka; probablemente era una de las únicas cosas que Naruto nunca podría soportar. Tener al hombre que lo había cuidado durante los últimos años, protegiéndolo cuando Mizuki había sacado sus armas, había sido una de las conexiones más preciadas de toda su vida. Si esto fuera a ser cortado, Naruto lucharía con uñas y dientes para recuperarlo.

También me habló de tu pájaro.

Naruto se rascó la mejilla y olió.

"No entiendo muy bien por qué le pusiste su nombre a él de todas las personas, pero no te juzgaré por eso. Uchiha Itachi era un Shinobi de una calidad fantástica y es cierto que usó esos pájaros para sus técnicas. Supongo que sería como si tuvieras un zorro como mascota y lo llamaras Kyuubi".

Naruto finalmente miró a los ojos de su antiguo Sensei y esbozó una sonrisa; Iruka siempre entendió.

"Sé que también debes estar pasando por un momento difícil, con Sasuke todavía desaparecido y tú convirtiéndote en Hokage, pero podrás superarlo. Solo mantén la cabeza en alto y recuerda que muchas personas siempre estarán ahí". para ti."

Naruto asintió, medio de acuerdo con lo que decía Iruka. Con toda honestidad, en realidad no había pensado en que Sasuke estaba 'perdido'... como había dicho Itachi, la probabilidad de que Madara lo hubiera encontrado era extremadamente alta para que pudieran contar ese centavo. Era más una preocupación que no pudiera defender a Konoha tanto por dentro como por fuera. Lo que estaba haciendo en ese momento era prepararse para el gran evento que se llevaría a cabo; habría una guerra de algún tipo, eso era evidente, pero si esto involucraría a alguien más que a los Oni, Naruto, Itachi, Jiraiya, Tsunade y Akatsuki, el Hokage no podía decirlo.