Capítulo 6

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                                                                                        Capítulo 6


Dos semanas más tarde:

Faltan solo unos días para Navidad, adornamos nuestras habitaciones acorde a la situación y ayudamos a hacer lo mismo con todo el hospital. Hay una vibra de armonía y felicidad en el aire que nos mantiene alegres. Mis padres vinieron a pasar la noche conmigo, les presento a los chicos del club y todos juntos celebramos noche buena en el salón. Nos acompaña mi enfermera Maguie y otros chicos más del hospital. La mesa es larga, cubierta de comida y con decoraciones navideñas.

−Señor y Señora Eleonor −se presenta Lucky con amabilidad −. Un placer conocerlos.

−El placer es nuestro −mi padre estrecha su mano con la de Lucky −. Mi hija esta muy... feliz desde que son amigos. Gracias, de verdad.

−''Amigos'' si, claro −bromea Logan con ironía. Flor le da un codazo y se calla.

−Es hora de la cena −nos interrumpe Magui y desde ese momento la noche transcurre como si fuera un sueño, de esos que no quieres despertar. De los que reís por horas y la compañía de las personas que más quieres te curan el alma.

Se hacen las doce y los únicos que quedamos son los chicos del club y yo.

−Brindo por nuestra amistad y la vida −levanto mi copa con los ojos aguados −. Gracias por dejarme ser parte de su grupo. Los quiero.

Los chicos sonríen ante mi brindis y levantan sus copas.

−Por nuestra amistad y que mueras pronto −repetimos todos a la par y abrimos nuestros regalos.

Planeamos un amigo invisible así que cada uno le toca adivinar quién se lo regalo.

−Me toco un set de piercing nuevos y... −se cruza de brazos y mira a Logan −. Prefiero no mostrar lo otro. Fue Logan.

Él confirma que esta en lo correcto y sigue Lucky.

−Me toco un disco de The Fray −nos mira a todos tratando de adivinar quién de nosotros fue −. Fue Grace.

Niego con la cabeza.

−Fui yo, idiota −dice Flor.

Continua Logan y su regalo son unos anteojos que yo se los regale.

−Mi turno −abro mi regalo y me encuentro con una máquina para tatuar −. ¿Y esto?

Se miran entre sí con misterio excepto una persona.

−Solo a ti se te ocurriría regalarme esto −señalo a Lucky −. ¿Para qué?

Él se acerca a mí y me quita la máquina de las manos.

−Nos vamos a tatuar, todos.

Resumiré lo que sucedió a continuación; todos dijimos que no aceptaríamos la propuesta de Lucky ni en sueños pero a los minutos terminamos haciéndolo, y ahora los cuatro tenemos tatuados en nuestros brazos una frase que dice ''el club de los muertos, por siempre''. No parecía tan mala idea cuando comenzamos a hacerlo pero el resultado fue fatal, aunque finalmente terminamos riéndonos de eso.

−Grace −Lucky me toma del brazo cuando me despido para irme a mi habitación −. Tengo un regalo más para ti.

−¿De verdad?

Estira su mano y me lleva al jardín donde me encuentro con una mesita redonda cubierta de velas y dos copas. Junto con unas guirnaldas que dan una iluminación tenue y música de fondo. Lucky me guía hasta la mesa y en mi asiento se encuentra un pequeño paquetito.

−Ábrelo −me dice.

Rompo el envoltorio como un niño lo hace al recibir un juguete nuevo y me sorprendo ante la belleza de un collar en forma de corazón con mi inicial grabada en medio.

−Lucky... −lo tomo de la mano −. Es hermoso, muchas gracias.

No encuentro palabras para agradecer todo lo que hace por mí.

−Quería que pasaras una navidad diferente así que prepare esto para ti −me acaricia el rostro con amabilidad, mientras me coloca el collar −. Las personas extraordinarias merecen vidas extraordinarias, y tú lo eres, Grace.

−Yo también tengo un regalo para ti −lo tomo del rostro y lo beso bajo las estrellas con pasión −. Gracias, Lucky. Eres mi ángel de la guarda.

Bailamos hasta que mi respiración se agita y nos sentamos en presencia del fuego de las velas que arden de igual manera que sus ojos al mirarme, Lucky me habla de sus sueños y de lo que le gustaría hacer si no estuviera aquí. Nos prometemos que algún día escaparemos a otro condado de Francia y guardamos las esperanzas en lo más profundo de nuestro corazón.

La navidad se acaba, al igual que la posibilidad de conseguir un trasplante para mí.

El club de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora