Capítulo 7

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                                                                                       Capítulo 7

Me despierto y ya es año nuevo, pasaron demasiadas cosas desde entonces pero todas ellas a sido en su totalidad buenas, excepto en el momento que me cruzo a Lucky en el pasillo a media noche.

−¿Quieres hacer algo? El doctor bulson no deja de insistir con que...

−No puedo lidiar con tus cosas ahora, Grace. Tengo que irme.

Sus ojos están colorados, como si hubiese llorado toda la noche y parece nervioso.

−¿Estás bien? −me acerco a él pero retrocede −. ¿Qué te sucede?

−No es nada, solo quiero estar solo.

Intento tomarlo de la mano pero me la suelta con enojo.

−Por favor, Grace −lo dice casi a los gritos −. ¿Puedes dejar de ser un maldito fastidio? −agacha la cabeza −. Solo quiero que estés lejos de mí por un segundo.

−¿Te parezco un maldito fastidio, Lucky?

−Sí.

Trago con amargura y siento que si digo algo voy a quebrarme.

−Esta bien, como quieras −niego con la cabeza −. Terminaras completamente solo si tratas a la gente de esa manera cuando se preocupan por ti.

Su mandíbula se tensa.

−Me da igual.

−Vete al carajo, Lucky. Eres un idiota, ya veo porque todos te abandonan.

Me doy la vuelta con furia, se que mis palabras le dolieron por sus ojos tristes.

Llego a mi habitación y rompo en llanto, más aun cuando despierto al día siguiente y me topo con la presencia de mis padres y el doctorBulson.

−Grace, despierta por favor −me dice mi madre, sacudiéndome −. Despierta.

Mis ojos hinchados hacen que me cueste el doble abrirlos pero finalmente lo consigo.

−Conseguimos unos pulmones para ti −y en ese momento las palabras del doctor me hacen  desbordar de felicidad. Tanto que corro para contárselo a los chicos.

−No puedo creerlo, que bueno, Grace −me abraza Flor con fuerza −. Estoy tan feliz por ti.

−Y tú que creías que ibas a morir primero −me burla Logan negando con la cabeza, me regala una sonrisa amigable −. Tenemos que festejar esto.

Y lo hacemos, atravesamos la ventana del pequeño Noa. Escondemos nuestros rostros en una capucha negra y vamos hacia el parque donde nos encontramos con un grupo de chicos cometiendo vandalismo en una escuela.

−¿Se quieren unir? −nos dice uno de ellos.

−Por supuesto que sí−contesta Flor de inmediato pero Logan y yo nos quedamos en el lugar.

−Lo hacemos como protesta para que el sistema educativo nos escuche, necesitamos ser escuchados y no lo estan haciendo −nos explica otro.

Y poco a poco terminamos aceptando hasta que nos emocionamos y la idea de pintar una escuela no parece tan mala. Yo estoy demasiado exaltada como para quedarme al margen, siento que por fin las posibilidades se abren para mí e imagino un mundo fuera del hospital. Haciendo este tipo de cosas con normalidad. 

Luego pasamos la noche en el parque hablando con los chicos que acabamos de conocer, hasta reírnos por horas como estúpidos y jugar en el columpio.

−Escuchen chicos −interrumpe Flor −. Hoy es una noche muy especia porque nuestra amiga Grace por fin podrá tener unos nuevos pulmones.

Me sonrojo cuando todos comienzan a mirarme con asombro.

−¿Es cierto? −me pregunta uno de los chicos −. Eso es genial.

Asiento con la cabeza y me hace un extraño festejo que me hace reír a carcajadas pero de camino al hospital solo puedo pensar en la única persona que me hubiera gustado contarle sobre la noticia. Pienso en Lucky y siento una presión en el pecho que trato de ocultar hablando de otra cosa pero no puedo ocultarlo cuando me lo cruzo en el pasillo en medio de la noche.

−Ehh... nos vemos, Grace −Logan y Flor se despiden de mí cuando se dan cuenta de deben irse.

Trato de pasar por al lado de Lucky como si no me importara su presencia pero se hace más difícil de lo que creo.

−Grace... −me dice, parándose en el lugar.

Sigo caminando haciendo oídos sordos a sus llamados.

−Grace, por favor...

Tenso la mandíbula y con la ojos aguados me doy vuelta.

−¿Que quieres, Lucky? No deberías hablarme si te parezco un maldito fastidio. Eso es lo que dijiste.

Él camina hacia mí y su mirada es diferente a la que tiene normalmente, esta triste, eso es evidente. Pero parece que hay algo más.

−Necesito hablar contigo, ¿podemos ir a mi habitación?

−Vete a dormir, Lucky. Es lo mejor −miro hacia otro lado −. No quiero hablar contigo.

Sigo caminando con el corazón en mil pedazos.

−Grace, por favor. No me abandones tú también −escucho su voz quebrarse −. Lo siento tanto...


El club de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora