Cap. 5: El duelo

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-Hoy es el día, chicos. Tenemos que vencer.
-¿Y si no ganamos? ¿Qué pasará?
-No lo sé, Mike. Te noto muy preocupado, ¿seguro que quieres hacerlo?
-No nos queda otra opción.
-En realidad sí, podemos buscar una poción, pero es casi imposible de conseguirla en tan poco tiempo.
-Al menos, si vencemos, sabremos toda la verdas acerca de este sueño, ¿no?
-Sí
-¿Cuánto tiempo tenemos?-Pregunta John.
-Unas... 12 horas, nos sobra bastante tiempo.
-¿Y cómo entraremos?
-Por delante, por la puerta grande, nada de sigilo, entrar y atacar.
-Nos estará esperando...
-Eso es lo que queremos.

Los tres jóvenes terminaron de comer y cojieron sus armas para la batalla. John, con su arco, Mike, con la espada y Sophie con unas especie de cuchillas bajo el brazo que estuvo ocultando a los chicos, eran muy efectivas en el cuerpo a cuerpo. Ella era buena, y había enseñado muy bien a los chicos, ahora, tocaba demostrar que sabían, y luchar por su vida como nunca lo habían hecho. Salieron de casa, el día estaba muy soleado, no se prevenía en el ambiente la lucha que se iba a producir dentro de poco.

-Gear nos secuestró, y nos podría haber matado. ¿Por qué no lo hizo?-Preguntó John.
-Porque quiere darse ese logro. Es lo que hace con todo aquel que intenta plantarle cara, algunos huyen, otros se enfrentan a él y caen... es como un juego, su juego.-Respondió Sophie con una seguridad que aún no habían apreciado los chicos.
-¿Y qué pasará cuando le salga mal, cuando alguien le gane?
-Quizás hoy lo sepamos.
-¿Y si nos gana? ¿Se acabará mi sueño?-Interrumpe Mike.
-Quien sabe, pero si hemos entrenado tanto, si hemos pasado por tanto, es para vencerle, no para rendirnos ahora.
-Todo esto me supera, Sophie.
-Sé que eres valiente, se te ve en la mirada. Ahora toca demostrar esa valentía.

Y razón no le faltaba. Mike tenía una valentía especial, sin saber luchar ya se le veía como alguien seguro de si mismo, capaz de darlo todo por la victoria. Pero esta vez lo haría por algo más que una victoria, lo hacía para entender su sueño, el porqué de que aún esté en él, pero también y lo más importante: lo hacía poe Sophie. Lo hacia por Julia.

-Julia...

Un suspiro salió de él, sonó vagamente y nadie se enteró, salvo el mundo que le rodeaba. Un día de los que estaba en el sueño, pensó que, cuando acabe este sueño, se sinceraría con Julia, le diría todo lo que siente y cuánto la quiere. Si se notaba débil, pensaría en ella, le dará fuerzas para la batalla. Julia era su todo, pero aún no era nada.

Mike se detuvo durante el camino.

-Sophie

Ella le miró, y calló.

-Si no conseguimos ganar quiero que sepas algo. Eres la viva imagen de mi amada, la chica que deseo, y se llama Julia.

Sophie no decía nada, seguía mirándole atentamente.

-Quizás por eso apareces en todos mis sueños, porque nunca puedo olvidarte, porque siempre estás en mi mente.

Sophie se acercó lentamente hacia él.

-Sophie, yo...

Ella le colocó el dedo en los labios, interrumpiendo su confesión.

Se acercó y le besó.

Mike sabía que era un sueño, pero sintió como si besase a Julia de verdad. Cosquillas en el cuerpo, felicidad en su mente. Era, quizás, el mejor beso que había soñado.

Y se separaron

-Sophie, te quiero.
-Lo sé, Mike. Por eso sigo aquí, porque tú quieres que esté, hasta en tus peores sueños, para ser tu mejor ayuda.

Y siguió andando bajo la mirada de Mike, que no cabía en sí de júbilo, y John, que observó toda la escena con una sonrisa, imaginando lo feliz que estaba siendo ahora mismo su mejor amigo.

La vida de un soñadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora