Cap. 4: Encuentro inesperado

79 4 0
                                    

Sonó una alarma, esta vez no era una alarma de verdad, sino una dentro del sueño, aún así, funcionó y los chicos se despertaron.

-¡Buenos días, chicos! ¿Cómo habéis dormido?
-Después de todo lo de ayer, bastante bien.-Responde Mike.

Desayunan, como todos los días, pero hoy podía ser un día especial, hoy empezaría la caza de una bestia, pero antes había que encontrarla...

-Toca guardar las cosas en la maleta y salir. ¿Estáis preparados?
-Yo siempre estoy preparado.-Responde Mike.
-¿Y tú, John?
-Pues claro, para eso hemos estado entrenando.
-Pues venga, ¡A caminar!

Los tres empezaron su andadura hacía los lugares más montañosos de ese mundo, en busca de su objetivo, aquel que podía acabar con cualquiera. Ellos tenían la esperanza de que podían acabar con él así que fueron con más ganas, tocaba acabar con Gear. Cuando caminaron bastante tiempo ya estaban metidos en las zonas montañosas, donde se decía que siempre solía estar Gear, así que pensaron que estaría allí y para descansar acamparon cerca de un camino que pasaba por entre las montañas que había.

-¿Cuánto tiempo llevamos caminando?-Preguntó John
-Creo que unas 2 horas.-Responde Sophie.
-Pues se me han hecho eternas... ¿Seguro que aquí encontraremos a Gear?
-Si, al menos eso es lo que se rumorea, que vive por estas zonas.
-Pues está bien oculto por lo que se ve.
-Lo que yo no entiendo-Interrumpe Mike-es porque aún sigo en el sueño, se me está haciendo muy largo... ¿No crees, John?
-Ahora que lo dices, sí.
-Jamás se me había hecho un sueño tan largo, no lo entiendo.
-Quizás sea por culpa de Gear.
-No te entiendo.
-Quiero decir, que a lo mejor tengas que acabar con Gear para poder despertarte, ¿No crees?

Lo que decía John podía tener sentido, había muchas preguntas en el aire, la más importante era porqué duraba tanto este sueño. Como decía Mike, siempre disfrutaba de los sueños hasta que acababan, pero aquí el sueño le estaba empezando a agobiar, duraba más de lo normal... ¿Qué pasaba? ¿Acaso John tenía razón y había que acabar con Gear para despertarse? Mike no tenía ni idea, esto nunca le había pasado.

-Puede ser, pero este sueño es como una excepcion, nunca he tenido que acabar con un enemigo para despertarme, nunca...
-¿No tendrás miedo, no?
-Claro que no, John, pero... no sé, es todo tan confuso. Bueno, cambiando de tema, he tenido la sensación de que alguien nos ha estado siguiendo durante el camino, ¿Vosotros no habéis sentido lo mismo?
-Yo no he visto nada.-Responde Sophie.
-A mi me pareció ver una figura humana antes mientras andabamos, pero como estabamos en el bosque pensé que era algún árbol, así que no le dí importancia, ¿Crees que nos siguen?
-No sé, pero espero que encontremos a Gear cuanto antes para matarlo y que todo esto acabe.

Un estremecedor ruido interrumpió la charla de los chicos.

-¿Qué ha sido eso?-Dice John
-Sonaba como un rugido, ¿No?
-¿Gear está aquí?-Pregunta John un poco asustado.
-Para eso hemos entrenado, no hay que temerle.

De repente una figura oscura humana salió a toda velocidad de la zona arbolada, y golpeó a los tres jóvenes sin que pudieran reaccionar.

Después de esto, encerraron a los tres en unas celdas separadas, el primero que parecía despertarse fue Mike, que abrió los ojos lentamente y se percató de una imagen humana, se veía un poco borrosa pero pudo ver con suficiente claridad a un hombre, bien vestido, de pelo negro y ojos celestes que brillaban tenuemente. Lo siguiente que recordó antes de volver a desmayarse fue que aquel hombre le dijo algo.

-Lo siento, Mike, fue todo culpa mía...

Acto seguido, Mike se desmayo. Tras varias horas al fin se despertó y se vió atado a una silla, en una especie de celda con paredes de cemento, con apenas iluminación, una bombilla que alumbraba toda la habitación pero que no brillaba demasiado.

-¿Dónde estoy? ¿John? ¿Sophie? ¿ALGUIEN?

Tras esos gritos la puerta de la celda se abrió, dejando ver al mismo hombre que recordaba haber visto antes, ese hombre... antes tenía los ojos celestes, ahora, uno de ellos estaba rojo, rojo como el fuego...

-¿Tú eres Gear?
-Buena observación, Mike.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Yo lo sé todo.
-Pero, decían que eras un Dragón.
-Y lo soy, pero no siempre, esta es mi forma humana, cuando soy humano no me llaman Gear. Me llamo Dan.
-¿Dónde están mis amigos?
-Durmiendo en otras celdas, tranquilo, se despertarán.
-¿Y por qué nos has secuestrado?
-Porque he oido que veníais a matarme, es eso cierto?
-Sí.
-Me gusta vuestra valentía, aunque no sea real.
-¿Cómo sabes que no lo es?
-Ya te lo he dicho, Mike, lo sé todo. Ahora descansa, aún no he pensado que voy a hacer contigo, pero procuraré que no sufras mucho.
-¡Vete al infierno!

Tras esto, Dan salió de la celda y dejó a Mike solo, pensativo, sobre todo lo que le había dicho aquel hombre. Pero ahora debía pensar cómo salir de ahí, de aquella cárcel. Empezó a mover sus manos atadas fuertemente y aún no sabe como, pero consiguió quitarse las ataduras. Se levantó y vió por la rejilla de la puerta de la celda que apenas había vigilancia, unos cuantos hombres un poco despistados pero guardias, al fin y al cabo.

Se sentó de nuevo en la silla, esta vez para pensar como salir de allí y rescatar a sus amigos. Estuvo varios minutos pensando algo cuando de pronto volvió a abrirse la celda, esta vez lentamente, y no era Dan ni ninguno de los guardias, sino alguien que no se esperaba, era John.

-John, ¿Cómo...?
-No hay tiempo de explicaciones, Mike. Sophie nos espera afuera, vámonos.

Así, los dos amigos salieron de una especie de fortaleza, como si fuera un coliseo, donde, por lo que se podía intuir, entrenaba Dan cuando se transformaba en Dragón. Mike nunca había visto una fortaleza tan grande, pero eso ahora no le preocupaba, quería salir de allí.

Una vez fuera, corrieron por entre los árboles de un gran bosque, hasta llegar a un río, lejano a la fortaleza, donde Sophie les estaba esperando.

-Bien, John, lo has conseguido.
-Por suerte, no ha sido tan dificil.
-Pero chicos-Interrumpió Mike-¿Cómo habéis conseguido escapar?
-Pues fue fácil, la verdad. Sophie y yo nos despertamos en la misma celda y cuando por fin nos despertamos, buscamos un modo de escapar, y había una agujero oculto debajo de la cama, que llevaba directamente a este bosque, y después entré a por ti, tras ver que la fortaleza era fácil de memorizar.
-¿En serio ha sido tan fácil? Que raro...

Tras decir esto, Mike notó un bulto en el bolsillo de atrás del pantalón, metió la mano y sacó una hoja bien guardada.

-¿Qué es eso?-Preguntó John.
-No sé, antes no lo tenía.

Comenzó a leer en voz alta:
Hola Mike, cuando estés leyendo esto espero que ya hayas salido de mi fortaleza, ¿Acaso crees que os he dejado escapar tan fácilmente sin hacer nada? Si os he secuestrado era para daros un regalo, para que no os olvidéis de mí. Ahora mismo, en vuestra sangre, corre un veneno recién puesto para mis queridos visitantes. Tenéis dos opciones: escapar de mí e intentar buscar una cura fuera de este mundo, cosa difícil, ya que solo aguantaréis 24 horas, o luchar contra mí, y si ganáis, tendréis la poción para limpiar el veneno, pero claro, antes debéis ganarme, algo que aún no ha hecho nadie... a vuestra elección lo dejo.

Atentamente, Gear.

-¿¡Qué!? ¿Estamos envenenados?-Exclamó John.

Mike, atónito, soltó la hoja sin saber que hacer.

-Pero si esto es un sueño, es imposible que podamos morir, ¿No, Sophie?-Pregunta John.
-Aún no lo sé, chicos. Lo que sí sé es que nadie le ha ganado, como él dice, pero hemos entrenado para luchar, así que ahora no podemos rendirnos.
-Sophie tiene razón-Reacciona Mike-Hemos entrenado para este momento, será muy dificil pero quizás consigamos vencerle. Ahora, lo mejor es que volvamos a tu casa y nos organizemos.
-Vale chicos, pues vayámonos, necesitamos dormir un poco.

Los tres parecían decididos a atacar, lucharían por su vida, por un alto precio. La aventura, para bien o para mal de los tres, llegaba a su fin, pero aún quedaba bastante camino por recorrer, de momento solo podían descansar, ya que iban a tener una cita con el destino y no querían llegar tarde.

La vida de un soñadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora