El día de Luzu empezaba de maravilla, tenía su café, oficina, trajes limpios y por sobre todo, una pastilla calmante para el dolor muscular.
Odiaba admitirlo, pero su cuerpo pareció haberse derretido por las caricias candentes del menor, puesto que aún no podía componerse.
Sus asistentes hacían sus trabajos de manera competente, cosa que lo ponía aún de mejor humor, hasta que sus secuaces llegaron con una noticia particular, Quackity había sido capturado.
Quizás era tiempo de expresar su pensamiento y hablarlo con el menor, sabía que podía llegar a algo si lo intentaba.
Solo quedaba probar.
El mexicano estaba ansioso, girando en movimientos eclípticos en la mazmorra que había sido encerrado. Lo habían encontrado disparando a la casa de su querido alcalde, y por conseguir tiempo terminó tras las rejas.
Escuchó una puerta abrirse, hasta ver extenderse la delgada figura del castaño, quien no dudó en acercarse a su mazmorra.
Ahí, le sonrió amablemente y le ofreció salir, cosa que aceptó a regañadientes, fue llevado a la pomposa oficina del mayor, dónde lo sentaron y ofrecieron un vaso de agua.
-Quacks, Quacks, Quacks...- El castaño caminaba por la habitación con un aire de suficiencia poderoso, generando casi su sumisión -No quiero pelear, mucho menor dañarte, solo conversar, si quisiera matarte ya lo habría hecho- Tomó asiento frente al menor -Quiero darte un puesto especial en la alcaldía, mano derecha tal vez, depende de tus gustos, pero antes, debes escucharme-.
Sería una historia realmente larga, pero sin malentendidos con forma de híbrido de oso.
Los minutos parecieron eternos, pero finalmente el castaño había terminado de narrar sus vivencias con el híbrido de oso. Sin saltar el más mínimo detalle o palabra dicha por él, observó la mueca sorprendida del joven mexicano, por lo que no dudó en sonreír comprensivamente.
-Como te dije... No quiero pelear, solo compartir ideas- Juntó sus manos con una brillante sonrisa -Al ganar la alcaldía, lo único que pretendía era protegerte de Rubius, él desea manipular cada sección de tí- Ofreció un vaso de agua al menor -O más bien, desea manipular a todo aquel que pueda, a Vegetta, Sapo Peta o el que venga-.
-¿¡Y qué mierda tendría que ver contigo cabrón!? ¿¡Acaso yo pedí tu ayuda!?- Gritó con molestia el mexicano -¡Tus palabras están vacías, solo te interesa el poder!-
-Quacks... Hubo una vida que tuve, fuí un chico ingenuo que trató de ayudar a todo aquel que se le cruzara- Observó la mueca desconcertada del menor -En esa vida quise ser alcalde, mis amigos me traicionaron y eligieron a un payaso para hacerles reír con su mandato- Tomó un sorbo de agua de su propio vaso, mientras mantenía la compostura de manera perfecta -Me ví a mí en tí, con la diferencia que tú eres ligeramente más corrupto- No pido evitar reír ligeramente -Pero créeme, que no me interesa la alcaldía, no deseaba esto, solo deseo una vida tranquila-.
-Dejate de sentimentalismo barato, tú y yo sabemos que lo hiciste por tí, no por mí, admítelo Luzu, te gusta el poder- El nombre del mayor salió con un aire venenoso, mientras se sentía intimidado por el mayor.
-Dime Quackity ¿Te sientes apto para el cargo?- Aquello agarró al extranjero por sorpresa, alzando la mirada rápidamente -Sé que sí en este momento fueras alcalde y llegara Rubius a pedirte beneficios a cambio de saltar en tu polla, lo harías- Gruñó el mayor, haciendo que el de cabellera oscura se encogiera en su asiento -Ese es tu problema Quackity, estás tan corrupto como este pueblo-.
»"¿Te quité la alcaldía? Sí, pero ¿Para qué la querías? ¿Para demostrar poder ante todos? O ¿Te preocupabas realmente por la gente de Karmaland? Ser alcalde no es un capricho, es un cargo del cual depende toda Karmaland, sí caes, caíamos todos- Tomó unos segundos para suspirar, necesitaba soltarlo todo- No te interesamos, podré ser corrupto, tramposo o como quieras llamarme, pero soy uno de los únicos candidatos que se ha esforzado para dar a Karmaland una vida digna- Acarició su nuca con una mueca agotada.
-Ha... Ahora resulta que eres buen alcalde... ¿Y tus secuaces afuera? Apuntan con pistolas a su propia gente- El punto de Luzu lo tenía bastante tenso, porque sabía que era cierto.
-¿Existe una salida pacífica? No, los monstruos asesinan pueblerinos día y noche, además, que yo sepa, mi gente no ha herido a ningún ciudadano o héroe- Cruzó sus piernas con un ligero aire sensual -Algún día me tocará ceder la alcaldía, y lo haré al candidato más competente... Puedo cuidar tu puesto hasta entonces- Sonrió al menor -Puedes quedarte conmigo en la alcaldía, aprender de la realidad de un pueblo, porque ser alcalde no es un juego, si aprendes conmigo, serás el mejor alcalde de Karmaland...- Se levantó y acarició la mejilla humedecida de lágrimas del menor, el mexicano se acurrucó en su pecho, asintiendo lentamente a la propuesta.
-Yo... Seré un buen alcalde-.
-Mhm... Lo sé Quacks...- Acarició el cabello del menor, con una brillante sonrisa.
Traté de plasmar la personalidad manipuladora de Luzu cubito ¿Lo hice bien?
Tranquilos, lo que dijo Luzu es verdad.
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Violeta & carmín
FanfictionVegetta habla con Luzu sobre la alcaldía, y se revelan nuevos secretos que quizás despierten sentimientos de vidas pasadas. -Historia Luzugetta, se situa después de las elecciones de Karmaland V. -Si la historia no es de tu gusto, por favor no la le...