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Sus cuerpos estaban unidos en la tranquilidad de su hogar, las caricias mutuas se extendían por sus extremidades y los besos bañaban la piel lechosa

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Sus cuerpos estaban unidos en la tranquilidad de su hogar, las caricias mutuas se extendían por sus extremidades y los besos bañaban la piel lechosa.

Las asperas manos del menor acariciaron con ternura la piel de su más grande amor, mientras el mayor se dedicaba a susurrar gentiles piropos en el oído ajeno.

Sus cuerpos se mantenían unidos, incluso si la acción había parado, se negaban a separarse.

-Te contaré algo Sam...- El cuello del mayor se veía seriamente atacado por una pequeña avalancha de besos -Mmm~... Déjame concentrarme Honey...- El tono meloso resbaló de sus labios como un hielo derretido.

-Lo siento- Chu -Pero- Chu -eres- Chu -muy- Chu -adictivo- Ronroneo contra el cuello ajeno, separándose para mirar los ojos del mayor -Pero sabes que soy todo oídos, mi amor-.

-Habia estado muy confundido, recuperar todas mis memorias fue... Demasiado para mí mente- Miraba los ojos del pelinegro con completo amor y devoción, aún si no eran celestes -Pensé ¿Amo a Vegetta?... No sabía diferenciar sus recuerdos de los míos y me tenía vuelto loco...- Suspiró agotado ante el pensamiento -Pero... Me fui dando cuenta... De que ambos te amamos... Da igual si es el anterior Luzu o soy solo el Luzu alcalde... Ambos nos enamoramos de tí- Besó la coronilla del menor, mientras su sonrisa se extendió para el pelinegro.

El menor miró con sus ojos amatistas iluminados de puro amor, para después apretar al castaño entre sus brazos, provocando dulces risas por el mayor.

-Me sucedió lo mismo, cuando logré recordar... Me sentía muy confundido, no sabía a quién amar y dos partes de mí estaban en conflicto- Acarició la cintura del mayor, mientras mantenía el contacto visual -Un día, logramos llegar a un consenso e intentar cualquier alternativa sin prejuicios o ataduras, no queríamos amarrarnos al pasado- Besó los nudillos ajenos, hasta detenerse en el anillo que había regalado -Y nuevamente nos volvimos a enamorar de tí-.

Sus manos se entrelazaron, y sus cuerpos se enredaron entre sí, mientras más risas resonaban en la oscura habitación.

Aquella noche se dedicaron a amarse, tal y como todas las que les siguieron.

Para el híbrido de oso, Quackity había estado actuando de forma muy extraña

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Para el híbrido de oso, Quackity había estado actuando de forma muy extraña.

Lo había ignorado y rechazado sus invitaciones directamente, había enviado a sus primos de vuelta de dónde habían venido, y misteriosamente, el cargamento robado desapareció.

Era como si su sed de venganza se hubiese evaporado, y comenzaba a molestarle la actitud del mexicano, se suponía que él sería el rey de esta Karmaland y su inepta actitud estaba haciendo fracasar su plan.

Decidió seguir al híbrido de pato, con la idea de averiguar su siguiente jugada y para su sorpresa, lo encontró ingresando al ayuntamiento, saludando cordialmente a los secuaces y asistentes de Luzu. Continúo la senda del híbrido, y con la ayuda de Sapo Peta ingresó a su destino; la oficina del alcalde.

Lo observó saludar cordialmente a Luzu, y por consiguiente, también vió al castaño enseñar al moreno. Sintió su boca secarse ante la dócil actitud del menor con el alcalde, no quería decirlo, pero parecían padre e hijo.

Su estupefacción no se detuvo, puesto que después entró el mago amante del morado, quien saludó amorosamente al castaño para después saludar al moreno.

¿Por qué parecían una familia feliz?

La hermosa Karmaland había prosperado ante el mandato del castaño, quien fue asistido por cierto mexicano

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La hermosa Karmaland había prosperado ante el mandato del castaño, quien fue asistido por cierto mexicano. Los años del alcalde castaño habían terminado y bajo la petición del pueblo, Quackity siguió su mando.

Su familia había prosperado y la boda se había llevado acabo hace un tiempo. Los miembros de Karmaland estaban igual de contentos con el crecimiento del pueblo, incluso si era un poco.... Oscuro.

El castaño estaba orgulloso, había enseñado todos los aspectos de la alcaldía al mexicano, y ahora por fin podía descansar junto a su esposo. Se sentía doblemente agotado.

Hay que admitir que sería muy cruel poner a una persona embarazada bajo tanto estrés, más si se trata de ser el alcalde de Karmaland.

Hay que admitir que sería muy cruel poner a una persona embarazada bajo tanto estrés, más si se trata de ser el alcalde de Karmaland

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Terminó...

Espero que se haya entendido la última parte. ^^"

Violeta & carmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora