En ese momento Minho estaba fuera del despacho de Mark, esperando que este lo dejara pasar.
Lo había llamado hace una hora, pero al parecer seguía ocupado.
Quería regresar rápido a jugar con Felix.
Sus piernas habían comenzado a cansarse así que se dejó caer por la pared hasta llegar al frío azulejo. Se dedicó a observar a su alrededor y a pesar de lo lujoso del pasillo, se sentía muy vacío y helado, muchas de las ventanas se encontraban tapadas y eso le negaba la entrada al sol, dándole una tonalidad oscura, eso mismo los hacía no querer ir a esa parte de la casa, no era necesario.
El aburrimiento le provocó algo de sueño y dejó que su cabeza se recargara un instante en la pared, pero despertó de golpe al escuchar la puerta abrirse. Se levantó con agilidad para quedar frente a un guardia de seguridad que salía del lugar.
Su mirada era oscura, tenía tonos rojos y azules bajo sus ojos , su ceño estaba fruncido y a pesar de vestir elegantemente, se veía desalineado, incluso se atrevería a decir que salido de un pequeño combate.
El hombre le dedicó una mirada de desagrado y pasó por su lado. Minho lo vio irse cojeando un poco.
"Minho" escuchó la voz de Mark desde el interior.
El menor se adentró al lugar. Era muy espacioso, gritaba lujo por todas partes. No había querido mirar hacia el escritorio del mayor. El olor a cigarro llegó a la fosas de Minho e inevitablemente estornudó.
"Minho" esta vez Mark usó un tono de advertencia.
Minho alzó su vista con nerviosismo, su padre estaba recargado en el respaldo de su silla y lo veía con una mueca de diversión.
Intentó poner su mirada en el cuadro detrás de su padre, una mujer rodeada de un velo blanco, intentando alcanzar una manzana de un frutero.
Se sentía tenso, su padre nunca lo llamaba para nada.
"Minho mírame cuando te hablo o la siguiente vez no te hablaré" Mark sentenció pero aún había un toque de veneno en sus palabras.
Minho vio a la cara a su padre y mentiría si no dijera que sintió la necesidad de alejarse y correr lo más rápido posible.
"Algún día, alguno de ustedes tendrá que tomar mi lugar en la asociación. La verdad no creo que Felix sea el que lo haga" soltó en medio de una carcajada que le revolvió el estómago a Minho "Y tú. Bueno tampoco tengo muchas esperanzas sobre ti".
Aquello debió de haber dolido menos de lo que lo hizo. Ya estaban acostumbrados a chistes de esa manera por parte de Mark, pero nunca se los decía directamente.
"Aún así" continuó hablando viendo directamente a los ojos de su hijo mayor "Tengo un trabajo para ti Minho, con esto podrás demostrarme que eres alguien de quien puedo sentirme orgulloso".
Minho trataba de procesar todo lo que estaba escuchando. Sabía que Mark no era el mejor padre, pero a pesar de eso, Minho en el fondo quería que pudiera llegar a quererlo, así que haría lo que fuera.
"¿Y qué es lo que tengo que hacer?" soltó de manera tímida.
La sonrisa de Mark se agrandó, se levantó y caminó para quedar frente a su hijo, lo veía desde arriba, tan temeroso y nervioso. "Solo me da pena" pensó Mark.
"Vas a estar cerca de los hijos de Cesar".
Minho subió su mirada de golpe, aquello no le hacia sentido en lo absoluto. ¿Por qué su padre querría algo como eso?.
"Te convertirás en su sombra, te encargarás de mantenerme informado de todo lo que suceda con los Hwang, cada movimiento o palabra, me dirás todo Minho".

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VENDETTA | MINSUNG
ActionExisten tres cosas capaces de cambiar a un ser humano: el amor, el dinero y la muerte. ¿Qué pasa cuando las tres cartas están sobre la mesa?