XXV

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Profundo, en lo más profundo

Donde no se puede encontrar nadie

Está este cuerpo agrietado

Reclamando bajo tierra.


En olas silenciosas,

Reside

Porque sus palabras

No pueden ser oídas.


Solo, y enojado

Su mente lo convirtió

En un bruto demonio

Capaz de lo peor.


Quiere salir,

Pero nadie le oye.

Es el infierno contenido

En su tumba.


Ya está muerto,

Se ha ido por fin

Porque para él no hay cielo

Debe pagar duro.


Puede rasgar

El papel de las paredes

Pero no hay salida

No hay escape.


Tiene que esperar

En el pasillo de la oscuridad

Hasta que el diablo venga

A reclamar su alma.


Se lo merece,

Es la justicia después de todo

Podemos continuar entonces

Como si nada hubiera pasado.

Flores para Sue - Antología PoéticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora