13.. Hospital

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-Harry-

La sensación de volver a estar cerca el uno del otro era increíble, sus cuerpos se sentían más ligeros, ese vacío en el pecho ya no se encontraba, se complementaban a la perfección.

Harry quiso separarse para no hacer daño al recién operado y también pensaba que era mejor dejarlo descansar, ya que había tenido muchas visitas hoy.

Cuando hace el intento de separarse del todo, Louis, agarra fuerte su brazo y exagera un puchero mirando al rizado.

"Lou... no hagas pucheros." Le dice el pequeño aguantando la sonrisa y la ternura que le causa.

"Ahora que has accedido a estar cerca de mí no puedo dejar que te alejes, a ver si te vas a arrepentir." Intenta moverse un poco en la camilla para hacerle sitio.

"No me voy a arrepentir."

"Para estar seguros. ¿Te tumbas conmigo? Quiero mimos de mi persona favorita." Harry le mira con las cejas levantadas divertido, no tiene remedio ni con 20 años. "Va amor, deseo de malito."

El corazón del rizado vuelve a latir con tanta fuerza al escuchar llamándole "amor" que en cualquier momento se saldrá de su pecho. No es la primera vez que lo llama así en su vida, pero sí la primera que siente que es de manera romántica y no amistosa. No puede evitar sonreír y con cuidado se tumba, dejando que Louis se apoye en su pecho y así él poder acariciarle el pelo.

"Estás aprovechándote mucho de el deseo de estar malito. Solo es uno por día."

"Shh. No seas aguafiestas." Deja un beso en su pecho para acomodar bien su cabeza en el pecho del menor.

No pasan muchos minutos cuando Harry se da cuenta que Louis se ha dormido, su respiración pausada, su silencio y algún que otro espasmo le dan la confirmación a su sospecha. La puerta de la habitación se abre poco a poco dejando ver el rostro de la madre de Louis seguido por el de la suya propia. Genial...

Las dos mujeres abren mucho los ojos asombradas y después se sonríen cómplices. '¿no saben que puedo verlas?' piensa Harry para sí mismo.

"Ya era hora." Susurra su propia madre.

"Se ha dormido hace nada." Le contesta, porque no sabe muy bien de lo que habla.

"No, que ya era hora de que solucionaseis lo que fuese que pasase. Habéis tardado demasiado." Explica Jay con una gran sonrisa y acercándose a acariciar la cabeza de Louis.

De repente Harry se siente muy vergonzoso y nota el calor en sus mejillas, quiere desaparecer de allí y que las dos mujeres dejen de mirarle. Está por levantarse e irse, pero le puede más el sentir como Louis se aferra a su cuerpo para dormir tranquilamente. Hacía tanto que no se sentía tan bien.

Después de varios minutos y muchas malas miradas y ceños fruncidos de Harry hacía las dos madres ya que no se callaban y él no quería que despertasen a su osito. Las señoras captaron la indirecta y se fueron a la sala de espera a hablar.

Le resultaba raro pensar en como este mes solo había hecho que intentar huir de Luis para no verle y como ahora ese solo pensamiento le ocasionaba dolor en el pecho. Como había tardado tanto en volver... quizá si hubiera venido antes de visita y se hubiesen visto no habrían estado tantos años separados y sufriendo el uno por el otro.

Pero también estos años le han servido de mucho. Nunca se hubiera convertido en el chico independiente, fuerte, listo y sin tanta inocencia si se hubiera quedado en las faldas de Louis. Él lo habría protegido de cualquiera o cualquier situación, no tendría la necesidad de haberse espabilado por su cuenta en un instituto nuevo ni se habría obligado a ser algo más sociable, a quitarse el miedo y la timidez de hablar con otras personas o incluso de defenderse por si mismo en una discusión.

NO HUYAS DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora