Las 4 Identidades Misteriosas (Editando)

CAPITULO 4

IRINA JOHNSON
No quería ver lo que iba a suceder, aunque yo podía respirar bajo el agua quería quedar inconsciente como los demás pero no podía, así que abrí mis ojos y cuando ví Henri tenía sus brazos y piernas rodeandome cómo un capullo, yo lo sentí tierno, pero cuando ví su pierna sangrando y el avión destrozado de su lado me aterrorice, no sabía que hacer, no sabía si en ese momento se iba a desangrar, lo primero que pensé fue ir a la superficie a ver si estaban los paramédicos ahí pero no podía levantar sospechas, cuando una voz en mi mente me habló
—Tranquila, el estará bien —lo dijo tranquila
—Ambar?? —murmure confundida
—Si pero cállate, si no Elena se dará cuenta —respondio irritada
—Lo siento, pensé que no me ayudarías —dije confundida
—Solo es para que Arleth y Elena no se den cuenta de que estas aquí, ahora quédate ahí los paramédicos llegarán en unos 20 minutos —indico silenciosamente
—Y cómo estoy respirando en el agua, si yo no... — conteste confundida
—Es porque estoy ayudando a todos a respirar, están inconscientes por el golpe pero están vivos, pero algunos no los pude salvar murieron cuando cayeron —exhalo tristemente
—Claro, oye pero como es que me estás hablando si yo rompí el vínculo con todas ustedes —confese
—Eso no importa ahora, te lo explicaré más adelante pero ahora te tengo que dar un golpe para que quedes inconsciente, si no los paramédicos se darán cuenta y te harán muchas preguntas — gruño
—Pero que.. cómo me lo.... — no acabe de decirlo
Solo sentí como un golpe de agua muy fuerte me pegó en la cara y quedé inconsiente.
Desperté en el hospital, en la habitación no habia nadie, solo está yo y unos pequeños tulipanes en la mesita, me puse de pie para ver quién había mandado los tulipanes, cuando empeze a caminar note que me dolía un poco el tobillo, pero no le di importancia cuando estaba cerca de la mesita algo me jalo era el porta sueros, así que me quite la aguja del brazo y tome la tarjeta.
‘Espero y no te haya dolido mucho el golpe, te avisaré si A y E se enteran de que estas aqui’
                                         Atte:Am.
Sonreí, cuando ví que abrieron la puerta, de inmediato me metí la carta en la bolsita que traía la bata de hospital.
—Buenas tardes, que bellos tulipanes quien se los trajo? — pregunto el doctor con una amplia sonrisa
—Nadie importante — explique dirigiendome a la cama
—Segura? Se veía muy sonriente —comento el doctor
—Si segura... Vino a ver cómo estoy o a hacerme preguntas? — espete enojada
—Si lo siento — se quejo el doctor
Solo alce las cejas de molestia y siguió el doctor
—Bueno le venía a decir que su amigo está bien solo que tuvo varias lesiones —comento el doctor
—Mi amigo? —conteste confundida
—Si el señor Henri — explico el doctor
—Ah si claro algo más?
—Si para ser verdad se recuperó muy rápido, así que me preguntaba si le podría hacer unos estudios para saber su anatomía, si usted me lo permite
— Eh lo siento me siento mal, necesito descansar —tartamudie
—Oh claro la dejo descansar, hablaremos de eso cuando esté lista — replicó y salió de la habitación
Cuando salió solo suspiré de alivio tenía que salir de aquí inmediatamente antes de que me hicieran más preguntas, cuando me estaba vistiendo para salir llegó una enfermera.
—Oh lo siento, no sabía que la habían dado de alta no me informaron — Exclamó
No dije nada porque sabía que no era verdad no sabía que decir me puse pálida de la desesperacion, cuando llegó otra enfermera y me asusté aún más.
— Una disculpa pero el doctor no le dijo a la señorita Jhonson que tenía que firmar esto para su dada de alta — exclamó enojada
La otra enfermera salio sonriendo
—Oh en serio ya estoy dada de alta? —temble al decirlo
—Si solo que al doctor se le olvidó darle esto para que saliera sin ningún problema, pero ahora que la veo se siente bien la veo pálida más de lo que está? — manifestó preocupada
—No claro me siento bien— sonreí de oreja a oreja
—Segura? — pregunto con el ceño fruncido
—Si —conteste
—Bueno cualquier cosa que necesite estamos a sus ordenes —replico pero con cara de que no se creía ninguna palabra, yo solo sonreí y salí corriendo a dirección a la salida, para que me dejarán de hacer más preguntas.
Antes de ver a Henri tenía que rentar una cabaña alejada para que nadie sospechara de que yo estaba aquí, aunque no creo que me reconocieran porque antes tenía el pelo negro y ahora lo tengo cobrizo pero aún así no necesitaba más preguntas ahora mismo, fui a rentar un carro con el nombre de Alicia García, y me dirijí a la calle más alejada de Berflur y contraté una cabaña de dos habitaciones, también compré mucha comida para no tener que salir de la cabaña y ropa para Henri, cuando tuve todo listo me dirijí al hospital para ver a Henri, cuando entre en la habitación lo ví dormido con un brazo y pierna enyesada, con el labio roto y el pómulo morado, me senté y le agarre el brazo pensé en porque el tuvo que venir aquí, porque el tenia que llegar a mi vida en este momento, porque el si es tan bueno, después de varios minutos lo solté y me acomode en mi asiento a dormir un rato.
Después de unas horas se escuchó la puerta de la habitación me sobresalté, era la enfermera que venía a ver cómo estaba su suero, cuando escuché un quejido, Henri había despertado, así que le dije a la enfermera que cerrará las persianas para que abriera sus ojos y ver ese color café miel que tanto me gustaba.
Después de que el doctor lo revisara y dijera que toda estaba bien me marche a la cabaña a darme un baño porque olía a hospital, le dije que volvería mañana y que descansará para su mejor recuperación, estaba en la cocina sirviendome un vaso de agua cuando llamaron a la puerta me sobresalté pensando que era Elena, así que di pasos cautelosos y mire con el ojillo era Ámbar, abrí la puerta y sus ojos se iluminaron, no dijo nada solo se abalanzó sobre mi para darme un abrazo.
—Hermana que bueno que estés aquí — Grito alegremente
—Cállate nos pueden escuchar — murmuré cerrando la puerta
—Sabes que no hay nadie a más de 5km verdad? — bromeó
—Que hacer aquí? —pregunte con el ceño fruncido
—Vengo a advertirte que Elena ya sabe que estás aquí — lo dijo con inquietud
—Como sabe? —pregunte angustiada
—Porque a Arleth le empezo a doler mucho la cabeza y se desmayo y en su mente vio que estabas aquí con alguien más — contesto frustrada
—Ambar te dije que si no había conexión entre nosotras, si yo ya había roto el vínculo — gruñí
— Si pero después de que te fuiste Elena no quería ninguna jugada tuya así que ella recreo el vínculo —sollozo
— Y porque no me lo dijiste para romperlo —Grite
—Porque nunca te pude contactar, porque cambiaste tu número y ya jamás supe de ti hasta que tú me contactaste —lloriqueo
No me dejó hablar y prosiguió
—Ademas pensé que había hecho un escudo de agua para que no llamaras la atención pero no funcionó, trate de ayudarte — guimió
No dije nada y solo la abrace, no podía hacer nada solo tomar su apoyo y que ella sintiera que ahora estaba ahí para apoyarla.
—Tranquila ya veremos cómo lo arreglamos — afirme sonriendo
—Si pero eso es a lo que vengo tienes que sacar al hombre que está contigo porque van por el y quieren sacarle preguntas, cómo sea —puntualizo
— okey en cuanto pueda lo sacaré de ahí —Conteste seriamente
—Si y te avisaré cuando vayamos para allá si es que no lo has sacado ya — afirmo secándose las lágrimas
—Esta bien estaremos en contacto —sonreí para reconforlarla
—Me tengo que ir, si no sospecharan de mi —Me dió un abrazo y salió de la cabaña
Después de esa charla me dejó pensando como sacar a Henri del hospital para que nadie se diera cuenta, pero no tenía ni idea así que me fui a descansar.
A la mañana siguiente salí temprano para estar con Henri y no sospechara nada cuando llegaron los oficiales Williams y Jones para hacernos una preguntas, empezaron con Henri unas preguntas casuales de los accidentes de avión así que no me preocupe, cuando acabaron empezaron se dijieron hacia a mi pensaba que solo le harían preguntas al más lastimado y no a mí así que mi cuerpo se tenso y me puse pálida, nunca me ha gustado que me hagan preguntas a mi.
— Así que señorita Jhonson dijanme porque no sufrió daños?? —me pregunto serio el oficial
—Si sufrí daños el tobillo me lo vendaron 3 días, pregunté al doctor — conteste tajante
—Claro, y porque quedó a un metro de distancia de los otros pasajeros o especialmente de Henri si estaba a lado de usted? —pregunto dudoso
—No lo sé estaba inconsiente — expresé
— Es cómo si usted hubiera saltado antes que todos los pasajeros —afirmo con el ceño fruncido
— Yo que se, quizás la marea me arrastró — conteste asustada
—Es que señorita Jhonson no hay marea en ningún río — explico serio
—Pues entonces no se — alzando mis hombros
—Claro, bueno si recuerda algo llámenos, estaremos a su servicio — contesto dirigiéndose a Henri también
Solo moví mi cabeza y Henri sonrió, cuando en mi mente sonó ‘lo hiciste bien’ era Ámbar ‘ahora sácalo de ahi’ sentía que todavía estaba pálida así que me dirijí al baño sin decir ni una sola palabra, estaba pensando en como sacar a Henri antes de que fuera tarde, así que tuve una idea saque la manija de adentro del baño y abrí la puerta, cuando me dirijí hacia Henri tenía los ojos cerrados así que era mi momento de hacerlo, me acerque lo más que puede y cuando estuve al frente de el abrió los ojos, articule unas cuantas palabras y lo golpeé el la cabeza, después de eso metí la manija otra ves en el baño, tenía poco tiempo antes de que viniera la enfermera así que le quite la aguja del suero, lo vestí y saque una silla de ruedas al final ese día lo daban de alta así que yo firme y les dije que tenía que descansar un poco estaba agotado por todo fármaco que le habían puesto así que lo saqué por el elevador hasta el carro rentado, lo metí al asiento del copiloto y fui a dejar la silla de ruedas a la entrada del hospital, y salí disparada al coche y arranque, cuando llegamos a la cabaña lo subí como pude a la habitación le quite los zapatos y lo acosté, le puse las esposas al brazo que no estaba enyesado y cerré la puerta, baje al comedor y me senté estaba exhausta pesaba demasiado, me servi un poco de agua del grifo cuando en mi mente apareció una voz ‘Lo sacaste gusto a tiempo, ya estamos en el hospital.’ me dió tanto pavor que solté el vaso con agua y solo escuché el crujido del vaso estallar contra el piso.