Flechazo

28 2 0
                                    


Llegué al lugar acordado donde ya se encontraban Peter, Amber y otro chico. Al acercarme a saludar me di cuenta de que el sujeto desconocido era Jason, un chico con el que nunca había hablado, solo lo conocía de vista.

Me acerqué a las gradas del parque donde estaban sentados. Saludé tanto a Peter como a Amber con un abrazo, y a Jason le saludé desde lejos. ¿Sabeis esa clase de momentos incómodos donde no sabes como saludar a alguien a quien no conoces? Pues ese es uno de ellos.

Estaba hablando con Amber sobre por qué me había invitado y ¡oh! Sorpresa, su madre no la dejaba salir a menos que fuera aunque sea una chica a la quedada, es decir, me usó de excusa para poder salir con su novio, que por cierto ya estaba tardando, sin que su madre se molestara. Me fatidió un poco el hecho de ser utilizada, pero bueno, tampoco es que fuera la primera vez. Recuerdo cuando en abril, uno de los sábados, que es cuando aprovecho para dormir más, bajé a desayunar a la cocina y mi madre me preguntó sobre un trabajo con Amber.

- Michelle, ¿no llegas tarde a hacer un trabajo con Amber?

- ¿Qué trabajo? - Respondí incrédula.

- No sé, eso me dijo su madre. Me la encontré hoy cuando fui a comprar y dijo que su hija estaba contigo haciendo un trabajo.

- ¡Ay madre! ¿Qué le dijiste? - Hablé mientras le preguntaba a Amber por whatsapp si la tenía que encubrir.

- Nada, le dije que eso debía ser. No quise hablar de más.

Al llegar el lunes, le pregunté sobre lo que había pasado el sábado, y me dió las gracias por encubrirla. Resulta que estaba en casa de su novio haciendo cosas que no me apetece saber.

Al recordar eso, me sentí peor. Parece que solo es mi amiga para usarme. Salí de mi trance cuando oí hablar a Jason.

- Esto parece un dos para dos. - Dijo mirándome. ¿Lo decía por mí?

- ¿En serio? - Soltó sarcástica Amber.

- Si, de no ser porque tu tienes novio lo hubiera sido. - Le respondió.

- Hablando de novios. Mirad quien por fin llega. - Señaló Peter.

Era James, que venía con toda su parsimonia después de habernos hecho esperar... ¡¿Una hora?!

- James, para ti el sentido de puntualidad no venía de fábrica, ¿no? - Le dije en broma.

- No, solo las estrellas se pueden permitir llegar tarde. - Y se fue a besar a su novia.

Puse los ojos en blanco ante tal comentario, aunque no fui la única. Me reí al escuchar a Jason decirles que se fueran a un hotel; y me reí aún más cuando me di cuenta de que Peter les estaba sacando fotos como paparazzi ante un famoso.

- ¿En qué clase de grupo me he metido? - Reí de forma suave.

- En el más divertido que te podrás encontrar. - Me respondió Jason que estaba a mi lado. - Aunque claro, no sería lo mismo sin mi.

- ¡Oh! ¿Con que tenemos otro egocéntrico en el lugar? - Le molesté.

- No es egocentrismo si es verdad. Aún no me conoces Michelle. - Acercó su rostro al mío con gesto sonriente.

Con que esas tenemos míster ego subido.

- Eso ya lo juzgaré yo a su debido tiempo. - Puse un dedo en su frente y lo empujé para separarlo de mi.

- Juzgame todo lo que quieras. Ya me dirás que te parezco.

Transcurrió la tarde y llegó la noche. De no haber sido por la compañía de Peter y Jason, me habría sentido como una sujeta velas todo el día entre Amber y James.

Cuando dió la media noche cada uno se marchó a su casa. James me preguntó que si tenía quien me viniera a recoger y yo le dije que no se preocupara, que iba caminando. Me despedí de todos ellos y puse rumbo a mi casa. Me hizo gracia cuando tras ducharme cogí el móvil y vi un mensaje en el grupo de Jason. Preguntaba que si había llegado bien o me había secuestrado un señor muy raro por el camino. Me reí y le respondí.

Grupo: ¿Y si salimos?

Yo: No es tan raro, solo me ofreció golosinas.

Jason: ¿Eso significa que te tiene secuestrada en el maletero de algún coche camino a Indonesia?

Yo: No, eso significa que acabo de salir de la ducha y me estoy riendo de todo esto.

Jason: Iba a decir algo, pero mejor me callo.

James: Sabía decisión Jason.

___________________♡____________________

Me reí ante los comentarios. Dejé el móvil y me fui a dormir. Parece ser que este año si que va a ser interesante, o mejor dicho, conocí a alguien interesante.

A la mañana siguiente ya estaban hablando de volver a quedar, pero esta vez como voluntarios para preparar no se que cosas de una fiesta en el pueblo. Como todos se iban a apuntar, yo también me inscribí, y así fue como me vi a las doce de la noche, un mes más tarde, haciendo dibujos con sal de colores en las calles del pueblo. Parece que lo digo quejandome, pero en verdad me encantó.

Ese día Jason pasó un poco bastante de mi, lo cual en parte me molestó porque como mínimo un "Hola, ¿Qué tal?" me hubiera gustado, pero como había aprendido de otras veces, nunca debes esperar que un chico tome la iniciativa dos veces.

Me acerqué a él. Este me saludó con un choque de puños y me presentó a dos chicas con las que estaba. July y Nancy, la primera era dos años menor que él, osea tres menos que yo, y la segunda era de su edad, un año menos que yo. Ambas se llevaban muy bien con él, tanto que acaparaban demasiado su atención como para poder mantener una conversación.

Me fui a hablar con otros voluntarios y me lo pasé en grande en el buffet al que nos invitaron después de colaborar, pero no era ciega. Me había dado cuenta de que Nancy se pegaba como una lapa a Jason, y que a este le daba igual. Me reí pensando en que en ese instante parecía un fuck boy y seguí a lo mío. Cuando ellas se marcharon me acerqué de nuevo a él.

- ¡Vaya Jason! Relaja las hormonas que atraes a las chicas como moscas. - Hice una broma.

- Eso significa que a ti también te he atraído, por eso has venido. - Me picó.

- Ummm, más bien me ha atraído el chisme ajeno, pero vamos a darte la razón porque el chisme eres tú.

- ¿Cómo? - Se río sin entender.

- ¿Cuál de las dos te gusta? ¿July? Parece muy maja. ¿Nancy? Es guapa. - Le puse sonrisa pícara.

- Ninguna, para tu información Nancy es mi ex y July su amiga. En verdad Nancy me cae mal, pero hay que tener un mínimo de educación. - Levantó los hombros en señal de indiferencia.

- ¡Jo! Y yo que pensaba que me iba a ir con un chisme de calidad. - Sacudí la cabeza.

- ¿Ya te vas?

- Si, me voy a despedir de los demás.

Abracé a Amber y Peter, que eran los otros que venían a la actividad, como despedida. Al llegar a la puerta, vi que Jason estaba ahí.

- ¿Tú también quieres un abrazo? - Sacudió la cabeza en respuesta. - Tu mismo. - Pasé por su lado y salí del edificio en el que estábamos comiendo.

El salió justo después de mi, y cuando me di la vuelta para despedirme, lo vi con los brazos abiertos. Me hizo gracia su cara al ver que pasé de largo, pero luego me acerqué y le di un abrazo.

Ahora si nos despedimos y cada uno se marchó a sus respectivas casas.

Los "casi algo" sí duelen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora