Los "casi algo" sí duelen

Decisiones

Las llamadas diarias con Jason se volvieron una cosa más de mi rutina.

Uno de esos días estaba hablando con él por llamada, me estaba contando su día y como estaba viendo el bachillerato. Él no es una persona estudiosa, no porque no tenga la capacidad, sino porque no quiere. Según él, el curso iba a estar tirado, a lo que le respondí con que no se confiara. Jason se burló de mi poca confianza en él, y yo le recordé que casi se quedaba repitiendo el curso anterior.

Como ya dije, Jason no es tonto, sabe muy bien lo que hace, pero no es más listo que yo. Me gusta, y no quiero que alguien que me gusta no se esfuerce. ¿Lo puedes llamar egoísmo? Sí. Pero prefiero verlo como una forma de ayudar a alguien a mejorar. Así que para alentarlo en los estudios le dije si quería hacer una apuesta. Esta consistía en que si aprobaba todas, yo le tendría que invitar a comer, pero si era al contrario, el tendría que invitarme a mí. A él pareció gustarle la idea, ya que me aseguró que aprobaría todas las asignaturas y que tendría que pagarle un almuerzo. Capaz pierdo, pero por lo menos ahora tiene ganas de estudiar.

Seguimos conversando hasta que por una cosa o por otra terminamos hablando de parejas. Me volvió a preguntar por quien me gustaba. Yo le respondí con que no se lo diría hasta que me dejase de gustar. Si, soy una cobarde, ¿qué pasa? A él pareció no hacerle mucha gracia mi respuesta, ya que me dijo que hasta cuanto tendría que esperar, ya había hablado con Marina sobre el tema de que me gustase Jason, y decidí desenamorarme, pues era obvio que él no tenía interés en mí. Le respondí al chico que en estos instantes estaba pillada en un 95% y que por lo menos hasta que no estuviera por debajo del 30%, no lo diría.

Hizo un sonido de fastidio y continuó hablando conmigo un poco más hasta que se marchó a hacer deberes. Yo hice lo mismo, pero había algo que rondaba en mi mente. ¿Qué fue lo que le ví para que me gustase? Es decir, no digo que esté mal, ni nada de eso, es solo que siempre he dicho que no quiero estar con nadie que no sea estudioso, pero con él es una excepción. Supongo que se debe a que pese no querer estudiar, tiene sus planes de futuro muy claros y no tiene pensado ser un mantenido.

Horas más tarde, mientras me debatía entre si había derivado bien un ejercicio de matemáticas, James me llamó.

- Michelle, hola.

- Hola, ¿qué pasa?

- Nada en especial, solo... Sabes que Jason cumple dentro de siete días, ¿no?

- Si, y por si no lo sabes Percy dentro de tres días y Peter dentro de ocho. Chico, yo tengo todo más que controlado.

- Ya veo ya. ¿Te parece si les hacemos una fiesta sorpresa? Podemos decirles de ir al parque con mesas de picnic de la entrada del pueblo y sorprenderles con una tarta.

- No me parece mal. Lo veo planazo. Deberíamos hacer un grupo para invitar a gente y que ellos no se enteren. - Sugerí a modo de organización.

- De eso me encargo yo. Gracias por su aportación. Me despido hasta que vuelva a requerir de sus servicios.

- Un placer trabajar con usted Don James. Pase una buena tarde.

Colgué y me reí ante las estupideces que hago con mis amigos. Estaba bastante contentan con la idea de una fiesta sorpresa para ellos. A fin de cuentas, los quiero mucho, ya no de forma romántica, sino de amor fraternal. Ellos me protegen, ayudan, animan y acompañan en mi día a día. Se merecen detallitos como estos.

Chat de James:

Oye. Una pregunta.

Pregunte usted.

Está muy bien la idea esa de la fiesta, pero ¿cuándo la vamos a hacer? Estamos en medio del curso, es algo chungo.

¿Qué te parece el día siguiente al cumpleaños de Peter? Es festivo, no creo que tengamos problemas.

Lo veo bien

Pues problema arreglado.

Sip. Crea el grupo para la fiesta y explica todo, por favor.

A la orden mi general.

Jajajaja

Fin del chat.

Los días pasaban, ya había sido el cumpleaños de Percy y cada vez se acercaba más el de Jason. Llegó el día e ilusionada fui a clases.

Le escribí un mensaje por la mañana felicitándolo. Mi intención era hacer lo mismo una vez en el Instituto. Cuando él llegó, saludó a todos con un abrazo menos a mí. ¿Fue aposta? Creo que es la primera vez que me lo hace.

Me quedé mirándole un poco extrañada. Él se dio cuenta, me quitó el móvil, se sacó una foto, me lo devolvió y entró a clases. No entendí muy bien lo que pasó, pero me chocó bastante el hecho de que unos días fuera tan cariñoso y otros actuara como si no fuera más que un extra en si vida. Vale que sí, que todos somos extras en la vida de alguien, pero no me apetece serlo de la vida del que me gusta. Yo quiero ser protagonista.

Ese día se mantuvo bastante distante, pero es que al día siguiente tendría que ser un fantasma, porque pasó de mi durante todo el día, me viese él o no. Es como si quisiera mantener las distancias conmigo. Pero como a mí, a orgullosa no me gana nadie, entré en su jueguito. Pasé de él. Eso pareció no gustarle porque por la tarde me escribió para preguntarme sobre mi día y decirme que si le veía con sus amigos que no me diera vergüenza saludarle ni nada. Lo tomé en cuenta y terminé la conversación.

Por suerte del destino me dio por mirar el tiempo, y menos mal que lo hice, porque el día que íbamos a hacer la fiesta, es decir, pasado mañana iba a estar lloviendo. Así que imposible hacer la fiesta en el exterior.

Le comenté a James lo que iba a suceder y me preguntó por qué debíamos hacer. Acabé cediendo y les dije que podíamos usar mi casa para la fiesta. Es una finca adaptada para alquileres de celebraciones, así que tenía mini bar, mini discoteca, zona chill out. Y no, no estoy hablando de una casa de gente rica. Estoy hablando de una casa que mis padres llevan invirtiendo desde que la compraron. Es por este motivo por el cual dispongo de un lugar adaptado para fiestas.

La idea prosperó y avisamos a los cumpleañeros de que íbamos a quedar en mi casa a modo de relax. Aceptaron fácilmente y ni sospechaban de nada.

Al resto de mis amigos les dije que vinieran ese día un poco antes para ayudarme a decorar.

Félix, Sophie y Vanessa fueron los que me ayudaron. En el proceso a Vanessa casi le dan tres infartos porque le daba miedo mis perros, son grandes, pero son un amor. Aunque esto, ya es otro tema.

En pocos momentos los cumpleañeros llegaran a su fiesta sorpresa. Espero que se lo pasen bien.

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Heyyy;

Buenos días/tardes/noches.

Me encanta escribir y lo disfruto mucho, pero la vida no me da tregua, en cuando acabe la EBAU me intentaré poner con mis historias.

Como siempre, muchas gracias por leer una historia recién iniciada y con pocos capítulos.

Chaooo.