Capitulo 2: En el auto

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Hola ^.^ volví, actualizaré todos los miércoles y sábados y decidí que estos serían tanto relatos reales como imaginarios (al final lo especificare)
Espero se encuentren muy bien
Les deseo un buen fin de semana.

Ese día fue todo muy extraño, me sentía muy rara. Pense que sería mi período, pero revisando mi calendario faltaban varias semanas para este.
Lo que me llamo la atención fue que decía "Ovulación", curiosa fui a mi buscador y comence a leer
¿Por que nadie me explico de esto? Uno de los sintomas es la subida de temperatura corporal y la hormona sexual aumenta, aumentando el libido.
¿Que le costaba a mi doctora explicarme lo que sucedía en cada ciclo?
Rode los ojos con frustración, ya que, no me quedaba tiempo de darme un orgasmo porque mi novio estaba a nada de llegar para irnos a la playa.
Por lo menos lo tendré solo para mi, y este enojo, ardor y excitación se me quitaría o eso espero.
A la media hora llego Tom, tan sonriente como siempre y con un hermoso ramo de flores.
Le di un tierno beso mientras ponía las flores en agua y el subía mi maleta al auto.
Me asegure de dejar todo en orden y bien cerrado para embarcarnos en un buen fin de semana.
Era normal que en este ciclo de ovulación encontrara a Tom mucho mas hermoso? Con sus brillantes ojos azules, su piel brillando con el sol del atardecer y su cabello tan negro y sedoso.
No sé cuanto tiempo estuve observandolo, ya que, cuando me hablo estaba oscuro y no habia nadie.
Tom pregunto que que pasaba, a lo que solo negué y lo bese, un beso tan desesperado y lleno de necesidad.
Sus suaves manos pararon en mi cintura, levantandome para sentarme sobre su regazo.
Agradezco al cielo por elegir un vestido holgado.
En medio del beso comencé un vaivén que nos sacaban suspiros a ambos.
El me separo un poco, susurrando con su ronca voz
Tom: estas segura de hacerlo aqui?
-Si
Respondí bastante desesperada, parecía omega en celo
Tom: pararemos cuando quieras.
Me sonrió con esos hermosos dientes blancos, estaba demasiado enamorada de este chico.
Volvimos a besarnos y el acomodo el asiento.
Metio sus manos por debajo del vestido apretandome el trasero, me saco un muy sonoro gemido, que al parecer le agrado, ya que, su pene cada vez estaba más duro.
Tom abrió la guantera, sacando un condón, bajo su ropa y se lo coloco.
Lo digo en serio, gemí al ver su tan duro pene, solo quería montarlo hasta desmayarme.
Volví a posicionarme sobre él, ahora sintiéndolo mejor, suspire al sentir sus hinchados labios sobre mi cuello, bajo hasta mi escote y lo bajo, para dejar salir mis pechos, los cuáles tenían los pezones erectos.
Me beso los labios y se dedicó a lamerlos, morderlos y apretarlos, estaba en el paraiso, comencé nuevamente el vaivén, puedo jurar que si el no hubiese parado, tengo mi orgasmo solo con el vaivén y su lengua sobre mis pechos.
Volvió a besarme y susurro un "lista", asentí y me levante un poco para poder quitar mi ropa interior ya toda llena de fluido.
Se chupo los dedos y los introdujo dentro de mi, por Dios mis ojos se cerraron con fuerza y mis manos se afirmaron mucho más fuerte del asiento.
De mi boca salian gemidos sin sesar.
Su otra mano estaba aferrada a mi trasero, masajeandolo sin parar.
Llegue, no pude resistirlo más, con un fuerte gemido llegue a ese tan esperado orgasmo, casi dejandome sin aliento y temblando.
Al abrir los ojos Tom estaba mirándome con su labio inferior entre sus labios y sus manos en mi cintura sujetandome.
Le sonreí susurrando un te amo, el cual le hizo brillar aún más los ojos, con esas pupilas tan dilatadas.
Me beso toda la cara, y susurro "seguimos o paramos"
Lo bese e introduje su pene inchadito en busca de su liberación en mi, soltando ambos un gemido.
Mi vagina estaba demasiado sensible aún.
Aferro una de sus grandes manos en mi trasero y la otra en mi cintura.
Tom: cuando estes lista.
Junte nuestras frentes y comence a moverme, maldita sea, se sentia maravilloso.
Entre besos desordenados, caricias y montadas llegamos al orgasmo, él con un sonoro gemido y yo con un grito, fue un orgasmo demasiado intenso, mi cuerpo no paraba de temblar.
Tom lentamente salio de mi, sacándose el condón y cerrandolo, para envolverlo en papel y botarlo en la basura más tarde.
Cuando ambos nos calmamos no besamos lacibamente y nos abrazamos, mientras nos acariciabamos y deciamos cursilerias.
Tom: fue maravilloso, estuviste genial
Le sonreí, acariciando toda su cara y su cabello.
Volví a mi asiento y condujo hasta nuestra cabaña.

Recuerden, nunca boten los condones en la calle, pasan niños!
Todo esto fue real
Tom es real, pero no es su nombre.
Espero le haya gustado.
Y a ustedes woman como les va con la ovulación? Por que a mi, telita, quiero sexo sin parar.


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