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Tres días después de la comida con las madres de Sunoo, Riki recibió un mensaje de su parte.

Hola Riki :)
Perdón si te molesto, pero mañana tengo examen de cálculo y en verdad necesito ayuda.

El pelinegro solo pudo sonreír como enamorado y respondió.

Hola Sun, claro que te ayudo.
¿Quieres que vaya a tu casa ahora?

Sunoo le respondió igual de rápido

Si no es mucha molestia, si hyung, por favor.

Riki sonrió como estúpido.

De acuerdo, voy para allá :)

El alfa tomó su mochila, se arregló un poco su negro cabello y salió de su habitación con dirección a la puerta de su casa.

—¿A dónde vas?— dijo Heeseung sentado en el sillón.

—Con un...amigo, lo voy a ayudar— el mayor se paró del sillón al escuchar eso.

—Voy contigo, ¿vas con el beta ese?— dijo Heeseung con mucho interés.

—Ahm no, no voy con Beomgyu— dijo Riki un poco confundido y evaluando a su primo con la mirada.

—Ah...entonces diviertete— dijo el mayor volviéndose a sentar y perdiendo el interés por completo.

— De acuerdo...nos vemos más tarde Hee— dijo Riki aún confundido por el comportamiento de su primo.

Salió de su casa aún pensando en eso.

¿Pasó algo cuando Beomgyu fue a dejar el videojuego?

¿Heeseung le hizo algo a Beomgyu o viceversa?

Diversas preguntas invadieron su cabeza hasta que llegó al hogar de la familia Kim. En verdad era una casa muy linda y pintoresca.

Tocó el timbre y espero a que le abrieran.

La puerta fue abierta y un Sunoo con una tímida sonrisa fue lo primero que Riki vió. También un dulce aroma lo invadió, era mucho más intenso de lo que Riki acostumbraba a oler.
Tal vez Sunoo por fin había dejado de sentirse inseguro sobre su esencia y estaba dejando de usar el inhibidor.

—Hola Sun— Riki le sonrió.

—Hola hyung, pasa— Sunoo se hizo a un lado y dejo pasar a Riki.

Los dos subieron hasta la habitación del menor donde estudiarían, Riki no veía por ningun lado a Irene o a Seulgi. La casa estaba muy silenciosa.

—¿Y tus madres Sun?— el mayor preguntó dejando su mochila en el piso y sentándose a lado de Sunoo frente al escritorio.

—Ah, salieron— dijo Sunoo sacando su cuaderno de cálculo —creo que a cenar con algunos amigos o algo así— el menor se encogió de hombros y sacó su lapiz.

—Ah...de acuerdo— dijo Riki tratando de quitar los pensamientos inapropiados que se estaban generando en su cabeza.
Estar en la habitación con el omega y sin nadie más en casa era una situación muy sencilla de pervertir.

—Empecemos por favor hyung— dijo el menor viéndolo con una radiante sonrisa.

Riki se golpeó mentalmente al ver a su menor, ¿Cómo podía imaginar cosas pervertidas con ese chico que irradiaba ternura?

—Claro Sunoo, ¿en que tienes dudas?

—En todo hyung, soy muy malo para esto y ya olvide todo lo que ví en las últimas dos semanas— dijo Sunoo haciendo un pequeño puchero.

Riki se derritió de ternura al verlo así.

—Entonces repasemos todo— dijo Riki tomando entre sus manos el cuaderno del menor.

Sunoo simplemente asintió y centró toda su atención en la explicación del alfa, o al menos eso intentaba, pues extrañamente el aroma del mayor se había vuelto aún más del agrado de Sunoo. Hacía que sus mejillas se calentaran y se deleitara.

El menor no había tomado en cuenta que su celo estaba por llegar muy pronto. Lo había olvidado por completo y todo gracias a Riki, pues últimamente no podía dejar de pensar en el alfa.

Después de una hora y media, Sunoo suspiró con alivió y se recargó sobre la silla. Por fin habían terminado, y aunque el omega se distraía por el aroma del mayor de vez en cuando, pudo entender absolutamente todo de lo Riki le había explicado.

La última hora y media también había sido muy complicada para Riki, pues con cada minuto que pasaba el aroma del menor se dificultaba y provocaba que el alfa se distrayera y por momentos lo hacía olvidar todo lo que sabía de cálculo.

—Bueno, por fin terminamos Sun— dijo Riki viendo al menor y notando que sus mejillas estaban más rojas que de costumbre.

—Sí, en serio gracias hyung. No se que hubiera hecho sin tí— dijo el menor regalandole una sonrisa a Riki. Este se la devolvió y comenzó a guardar sus cosas.

—No es nada Sun, somos amigos y los amigos se ayudan— Riki le sonrió antes de cerrar su mochila— ¿Podría ir a tu cocina por un vaso de agua?

—Por supuesto Riki hyung— dijo el menor —¿Me traerías uno a mi también?

—Sip, no hay problema— el mayor se levantó de su silla para ir a la planta baja.

—Gracias— dijo el omega soltando otra sonrisa.

Riki se la devolvió y abandonó la habitación. Cuando llegó a la planta baja suspiro con alivio. La dulce esencia de Sunoo estaba inundando todo su sistema, era muy fuerte y en verdad deliciosa.

Llenó dos vasos con agua y hielo y comenzó a subir las escaleras.

Conforme subía, el dulce aroma volvía a invadir sus fosas nasales.
Soltó un gruñido cuando la sintió aún más intensa, pudo sentir presión en sus pantalones y los nervios lo invadieron.

Tal vez...

Muy probablemente...

Sunoo había entrado...

Riki abrió la puerta lentamente y lo que sus ojos presenciaron hizo que la presión de su pantalón se intensificará hasta el punto de doler y que su respiración se hiciera más rápida.

El omega estaba tirado en la cama con sus ojos cerrados moviendo sus caderas en busca de fricción con su colchón mientras gemía y jadeaba.
Su rostro estaba comenzando a sudar y sus mejillas estaban más rojas que nada.

El olor a lubricante llegó a la nariz del alfa y tragó saliva.
Sunoo por fin abrió los ojos y volteó a ver a Riki con un brillo especial en sus ojos.

—R-riki...— dijo el omega haciendo más rápido el movimiento de su cadera —Ven aquí...por favor...

En celo...Sunoo había entrado en celo.

Y al parecer Riki se encontraba en la misma situación.

Y al parecer Riki se encontraba en la misma situación

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sweet scent ✧ sunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora