The Amazing Spider-girl.

Steve...

Alguien tocaba la puerta.
Mire hacia lo que me aprisionaba y mire la puerta, unas diez veces hasta entender como llegue a estar acostada con Steve.
Me deslice entre sus brazos , y me dirigí a la puerta abriendo un poco.
- Natasha....- Sonreí nerviosa - que gusto verte...
- tenés 1 segundo para decirme que pasa ahí adentro.
- ehm...EH...yo...estoy guardando la lencería...y no me gustaría que alguien pase , vea accidentalmente...una tanga roja ?
- mentirosa. - levanto una ceja - si estas ocultando a un hombre....espero que tomes los recaudos necesarios....voy a matar a Bruce por decirme que estabas extraña.
Sonrió pícara y se fue por el pasillo.
Cerré la puerta y me quede apoyada en ella ,mirando al hombre rubio que dormía plácidamente. Me acerque sigilosa y lo observé.
-Steve....-susurré - tenés que despertarte.
Lentamente unas orbes azules se enfocaron en mi.
Me queda atónita.
Me costo respirar durante ese segundo en el que Steve reaccionó donde estaba y con quien.
Se sentó de golpe y se arreglo el cabello hacia atrás.
Me pare cerca de la puerta mirando el suelo, no estaba segura de volver a verlo, había algo que no podía controlar, el impulso de no querer soltarlo, fue lo que más me dolió.
Tenía la necesidad de que el se diera cuenta que si  entenderlo me había enamorado.
Quizás databa de las anécdotas de mi padre o tal vez de lo impresionada que me sentía de conocerlo.
-May...- se paro y camino hacia la puerta deteniéndose para vrrme de reojo - no quiero que malinterpretes lo que paso....es mi deber cuidarte y que te sientas cómoda acá...
Alzó la mano para palmear mi hombro.
-no lo hagas....no vuelvas a tocarme Steve.  - dije sería mirándolo fijamente.
Tenía el corazón hecho pedazos y el pudo notarlo.
-May...- dijo con un hilo de voz , al parecer estaba más sorprendido que yo por mi reacción.
-será mejor que te vayas, alguien puede creer algo que no es. No quiero problemas , mis objetivos son claros. Gracias por lo de antes. -abrí la puerta y me di vuelta para encerrarme en el baño.
Sentí el eco de la puerta.
Me abrace a mi misma , sentía tanto frío, y apoyada sobre la puerta me deslice hasta quedarme sentada y reemplazar mi rostro inexpresivo por uno de dolor acompañado de lágrimas.
Todavía no entendía....quizás era demasiado tonta y joven para entender que simplemente debía enfocarme en el trabajo.
El tiempo paso y cuando salí del baño ya era de noche , Jarvis me aviso que la cena estaba servida.
Me disculpe con el, y le dije que estaba cansada, me recoste en la cama pensando que debía comportarme como un adulto, mañana me despertaría y entrenaría.
Tal vez mañana este dolor intenso en el pecho pase y pueda ser quien siempre fui.