𝗧𝗛𝗘 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡 𝗢𝗙 𝗘𝗩𝗜𝗟 － Evelyn siempre pensó que era una chica normal y corriente, como cualquier otro aldeano de Gavaldon.
Pero cuando uno de sus mayores deseos se cumple, su vida da un giro inesperado, descubre que no es una persona norm...
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☽ | EVELYN HOPPE
La señora de pelo naranja, la cual me dijo que se llama Lady Lesso, toco varias veces a la puerta de la habitación de Hort, y después de unos segundos este la abrió, sonriendo al verme.
—Lady Lesso y Evelyn, ¿Algún problema? O por qué me llamáis— Dijo sin dejar de mirarme.
—A esta muchacha no le asignaron habitación, así que como usted tiene un cuarto entero sin compartir he decidido que se quedara en su cuarto— sus ojos parecieron brillar por un instante, luego recuperó su cara normal.
—Me parece perfecto, Evelyn se puede quedar aquí siempre que ella quiera— Los dos me miraron esperando mi respuesta.
—Si no queda de otra— Rode los ojos, ellos parecieron tomarlo como un si.
—Hort, cuando la chica deje sus cosas la llevas a que se cambie esa ropa fea— miro mi atuendo con asco y luego se fue.
—Adelante señorita— Se apartó de la puerta dejándome pasar, y eso hice, obligada, pero lo hice.
Su habitación era bastante bonita, solo tenía el color negro y algún que otro detalle de color verde.
Abrí mis ojos sorprendida cuando vi que solo había una cama de dos plazas, lo que significaba que iba a tener que dormir ahí con el.
—Hort...— Le hablé.
—¿Si?
—Me niego a dormir en esa cama— Dije firme mientras me giraba para mirarlo.
—¿Que? ¿Porque?— Se acercó a ella y se sentó— Es comoda, y que yo sepa no tiene ningún problema.
—¡No es por la cama! Tengo que dormir ahí contigo, juntos, en la misma cama— Le dije.
—Oh, es eso... Venga ya princesita, sabes que deseas dormir conmigo.
—Ni de coña— Puse una mueca de asco— ¿No hay manera de poner otra cama?— Pregunte con esperanza.
—Para tu mala suerte, y para mi buena suerte, no.
Bueno, pues tendré que dormir con este pervertido por unos cuantos días, que bien.
Lo único que traía en mi cesta eran mis libros, el corazón se me paró al darme cuenta de que había caído al agua, por lo que todos los libros tienen que estar empapados.
