Capitulo 8

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No importa cuántas veces lo leyera, o cuánto tratase de pensar que su mente le estaba jugando una mala broma, lo escrito en ese pedazo de papel no iba a cambiar solo por qué si.

Cansado ya de leer, simplemente dejo esos papeles en la mesita que estaba enfrente, suspiró con desgano.

En resumen, cuando su esposo se fue, lloro como nunca lo había hecho, se recriminó sobre lo mal de su apariencia y solo estaba enfrente del espejo, claro, hasta que se canso de verse tan patético, como quería calmarse, se puso a limpiar, cuando terminó de hacerlo, con el mayor miedo tomo aquella carpeta que contenia el acta de divorcio y todas esas cosas que se hacen en este tipo de casos, ya saben, cómo la repartición de bienes y eso.

Pero cuando leyó todo lo escrito, obviamente sin saltarse las palabras pequeñas, se quedó pensando seriamente si debía ir a revisarse los ojos o tal ves, en el peor de los casos, el cerebro. Sin creer en lo que sus ojos le mostraban decido leerlo unas diez veces más, solo para estar seguros, dandose cuenta que nada salió de su imaginación.

Pensó, si el azabache se lo proponía, podía ser un insensible, idiota, mal agradecido, basura, engañador, tramposo, fresa pero sobre todo, dejando la civilización de lado, un HDP de mierda y más cosas, pero todavía lo quería y no lo iba a insultar (más).

Para no hacer el cuento largo y resumiendo todo lo escrito en esos papeles. Sonic no iba a recibir ni un solo centavo de toda la fortuna del azabache, mucho menos alguna propiedad y se le tenía prohibido salir con alguien, al menos hasta que pasen un par de meses de su divorcio, pero lo que más le dolió, fue que la razón de no recibir absolutamente nada, era por qué, "no contribuyó al crecimiento de la empresa", se preguntaba cómo el oscuro podía ser tan cara dura.

Por obvias razones no le iba a decir al azabache sobre todo lo que él tuvo que pasar solo para que al menos tuvieran algo de comer, el había hecho todo eso solo para poder cumplir el sueño del oscuro, incluso olvidando el suyo, no quería restregarle todo lo hecho solo para recibir parte de la fortuna de la empresa, aunque legal y moralmente debían ser suyos.

—joder, esto es ridículo...— el podía ser el esposo perfecto, aquel que siempre está dispuesto, que hace buena comida, limpia, atiende y es sumiso, aquel que no sería capaz de matar una mosca, pero a veces las costumbres del pasado simplemente salían a la luz—

"Estoy cansado", pensó, se levantó y quitó el mandil que traía, se fue a lavar la cara y se dirigió al cuarto que compartia con su esposo, sin más se dejó caer en la suave cama, podía percibir el olor del azabache, sin duda olía bien, se enrollo a si mismo en las sábanas, justo como un sushi, ocultó su cara en la almohada y olfateo el dulce aroma que había dejado su marido, le gustaba, por qué lo hacía sentirse protegido, incluso ahora, se quedó completamente dormido, pensando en su esposo.

// Ya en la noche //

El azabache se encontraba en su auto, se dirigía a casa, dónde seguro lo esperaba su esposito.

Mientras manejaba se puso a pensar en el día que tuvo con María, ella se había puesto incómoda con el tema de su divorcio, y para animarla la llevo a comer algo ligero, ella parecía disfrutar la comida, pero él... Digamos que tuvo que ir muchas veces al baño, pues sentía la comida con muchas imperfecciones, como la excesiva cantidad de vinagre, o incluso que la carne estaba muy cocinada y ni hablar de la ensalada, que parecía (a su punto de vista) habían agarrado las peores plantas de un jardín y lo habían puesto solo por qué si. Su estómago estaba completamente vacío, a pesar de haber acabado lo que le habían servido, simplemente había vomitado todo, siempre era así, eran muy pocas la veces que salió con María para comer algo y terminaba verdaderamente con el estómago a medio llenar, y era justamente por eso que Sonic siempre le mandaba el almuerzo, como a un infante.

Un Corazón Perdido /Shadonic/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora