El rechoncho señor Hill me recibió con una falsa sonrisa en la cara. Al momento, me indicó que me sentara en una fea silla frente a su mesa.
- Buenos días señorita Haygsbell. Como ya sabe, ha sido convocada aquí para ocuparse de un caso un tanto complicado. Si no le importa, le contaré con todo detalle lo que necesita saber. Este caso es compuesto por tres pacientes, Belina, Blas y Bicker. Lo que más nos trae por la calle de la amargura es el hecho que los tres presentan las mismas características a pesar de su diferencia de edad y que no se han conocido nunca. Belina es una joven de 36 años, tenía una magnífica carrera científica antes de venir aquí. Blas es un anciano de 78, médico del servicio militar desde siempre antes de jubilarse, después, la soledad fue lo único que le acompañó. El pequeño Bicker tiene 9 añitos, sus padres lo abandonaron aquí apenas sus síntomas empezaron a aparecer.
- ¿Pero, cuáles son sus características tan extrañas? A mi me parecen personas totalmente corrientes.
- Espérese, iba con ese punto ahora mismo.- Me contestó él irritado por mi impaciencia. Para comenzar, los tres tienen una gran parálisis en la boca, brazos y problemas de respiración por la situación de sus bronquios. Además, presentan la curiosa características de que hablan solamente con la letra "B", lo cuál es algo difícil y estresante entenderlos. A estas características físicas se le suma las visiones de un ser llamado "El Ente". Cuando estas ocurren, sus condiciones desaparecen y se vuelven agresivos. Han llegado hasta a acabar con la vida de varias personas.
Mi cara cambió de color a un pálido tono. ¿El Ente? Ese es el que había mencionado niña anteriormente.
- Se que todo esto la puede dejar un poco fuera de lugar, ya sabe que no tiene la obligación de encargarse de este caso, lo entenderemos perfectamente si declina la oferta.- Continuó Marcus.- Pero realmente confiamos en que usted puede cambiar esta situación gracias a sus increíbles habilidades. ¿Qué me dice?
Me quedé unos minutos mirando los papeles que me había colocado delante con toda la información anteriormente explicada. La leí y releí mientras me decidía. Finalmente, dije con voz decidida:
- Señor Hill, tomaré el caso. Creo que aunque sea complicado podré lograrlo.
Con una sonrisa, ahora verdadera, me contestó:
-Perfecto, eso es justo lo que quería oír. Estaremos encantados de recibirla el lunes a las nueve para su primer día. Tendrá preparado su despacho con toda la documentación del caso, su placa de acceso y su nuevo uniforme.
- Muy bien, aquí estaré.- Añadí levantándome de la silla para disponer a irme.
- Una última cosa antes de que se marche...- Escuché a mis espaldas mientras abría la puerta del despacho.
Me giré y al momento empecé a notar un frío que antes no estaba presente. Marcus Hill tenía el aspecto de un asesino demacrado, cosa que no había notado anteriormente. El miedo atravesó mi cuerpo, congelándome toda mi columna vertebral.
Abrió la boca para articular, con voz tenebrosa, las siguientes palabras:
- Cuidado. Con. El. Ente. Te. Queda. Poco. Tiempo.
Tras eso, volví a mí y salí corriendo por los largos pasillos aterciopelados.
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El psiquiátrico
Mystery / ThrillerDesapariciones extrañas. Muertes repentinas. Habitaciones secretas. Enfermedades no descubiertas. Nadie recomienda entrar en el Psiquiátrico de Browill Hill por demasiados sucesos extraños que han pasado allí. Sólo unos pocos de valientes se atreven...