CAPÍTULO 6♔

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–  ______... –  Le susurré al oído –  Ya hemos llegado, despierta –  Ella desplegó sus ojos y me vio confundida por algunos segundos.

–  Lo siento, me dormí –  Masculló ______ mirándome nerviosa. Le sonreí deliberante y desabroché el cinturón de seguridad que la rodeaba. Ella dirigió sus ojos hacia la ventanilla del auto y miró la casa en donde nos alojaríamos, mi casa.

–  Ven, vamos –  Solté bajando del auto. Me moví con nerviosismo hacia su lado y abrí la puerta. ______ bajó lentamente tomando mi mano. Caminamos hacia la casa y saqué las llaves, sintiéndome ligeramente nervioso por la situación de tener a una niña viviendo junto a mí. Sus ojos reflejaron inseguridad y sonreí por dentro terminando de abrir la puerta y soltando el bolso que _______ había llevado. La observé detenidamente, mirando su reacción y la ví dejar escapar una débil sonrisa.

–  Es una casa muy hermosa –  Dijo mirando hacia cada lugar. Asentí pensando que la casa iba perfecta para ella, las dos eran hermosas –  ¿Vives solo? –  Preguntó mirándome seriamente, carraspee con nerviosismo y asentí nuevamente.

–  Hay un cuarto arriba, ven te llevaré así te instalas y desempacas –  Dije señalando la escalera. _______ subió tras de mí y en la primera puerta hacia la derecha abrí una puerta, que daba a la habitación de invitados.

–  Harry... gracias por todo lo que haces, en verdad eres muy generoso conmigo, me conoces hace solo un día y...

–  No quiero que nada te suceda, por eso estoy ayudándote, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras – Le contesté gentilmente, sus mejillas se colorearon con nerviosismo y asintió – Te dejaré descansar, tal vez puedas desempacar mañana, ha sido una larga noche –_______ dirigió su vista hacia la mía y se sonrió, acerqué mi mano a la suya con suavidad y acaricié sus dedos dulcemente, ella solo se quedó allí y como un gran idiota me alejé y bajé hacia la sala.

No podía negar que la presencia de la niña era algo que me perturbaba y me llenaba de incomodidad. Pero una buena incomodidad, por que no quería separarme un segundo de su lado. Abrí la heladera, en busca de algo interesante, y saqué una lata de cerveza. Me senté luego en la sofá de la sala, pensando en la mujer que dormía arriba y conteniendo las ganas de saltar sobre ella. La atracción que sentía era algo completamente diferente a lo que había sentido por Jennifer, mi ex-mujer. Con ______ tenía la necesidad de cuidarla y protegerla, desde el momento en que caminé hacia ella en la sala de espera del destacamento policial y la ví supe que me sería difícil no sentirme atraído por ella. Y como un estúpido infante no pude calmar mis hormonas y me dejé llevar, ahora ella estaba viviendo junto a mí.

El asunto que nos había llevado a eso. El asesino no escapaba de mi mente, ya que me encontraba en una profunda reflexión mental, repasando con lujo de detalle toda la información que habíamos recaudado en las últimas semanas. Sin duda era alguien muy astuto, en cuanto llegué a la casa de _______ esa noche no ví siquiera una sobra del hombre, o mujer. Simplemente parecía haber desaparecido en cuanto llegué allí. Luego habíamos encontrado una pequeña lentejuela roja en la ventana del cuarto de baño, lo que según para mí y _______ significaba que era mujer. Pero el asesino podría haber echo eso, dejar esa pista para hacernos dudar, como lo hacíamos. Luego recordé la información que habíamos obtenido del caso de Becca, la ultima chica asesinada, muy parecida a _______. La idea de que el asqueroso infeliz estuviera persiguiéndola me daba furia y no podía hacer nada, ya que no podíamos encontrar al maldito bastardo.

Pero había algo que si teníamos, testigos, que creían haber visto algo sospechoso la noche de la muerte de Becca, quien se encontraba en un antro, con sus amigas. El caso es que, esa noche el lugar estaba lleno de hombres cuarentones que iban en busca de alguna niña para tirarse. Pero las amigas de Becca habían jurado que ella no era de hacer esas cosas, que nunca se hubiera ido sin decir nada con alguien desconocido. Lo que si dijeron era que en un momento dado de la noche Becca desapareció, diciendo que iría al baño y luego encontraron su cadáver. Era toda un ciencia descubrir al maldito asesino, por que por más que atacara donde atacara no dejaba rastros.

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