En cuanto Harry y yo llegamos a la puerta de mi cuarto nos miramos el uno al otro y abrí lentamente, sentía que mis manos temblaban y mi corazón daba fuertes golpes contra mi pecho. En cuanto encendí la luz de la lámpara, que daba una sensación acogedora Harry se sentó en la esquina de la cama. Detuve mis movimientos para ver lo que hacía.
– No tengas miedo, no dejaré que nada te pase _____ – Murmuró mirándome directo a los ojos. Me tendió una de sus manos y la tomé sin pensarlo dos veces. Él tiró dulcemente de mí y me senté a su lado, ahogando mi cabeza en su pecho, y sintiéndome segura. Sus dedos se posaban acompasadamente en mi cabello, y respiré profundamente - Veo que estuviste trabajando - Soltó acalladamente dando un vistazo hacia los expedientes sobre mi cama, asentí.
– ¿Qué es lo que debo hacer? – Le pregunté mirándolo, en busca de una respuesta.
– Déjamelo a mí _______, hablaré con Francisco, escucha, no dejaremos que nada te suceda, por lo pronto, duerme un poco – Harry acarició mi mejilla con su dedo pulgar, en una actitud paternal, di un suspiro y me acosté en la cama. Lo miré desde mi lugar y noté que me observaba fijo, con el ceño fruncido.
– ¿Qué sucede? – Le pregunté volviéndome a sentar para verlo más profundamente.
– No quiero que nada te pase ______, es todo, estoy preocupado, hay mucho trabajo que hacer – Soltó levantándose de la cama, lo miré alarmada viendo como se alejaba lentamente de mí – Iré al baño, a buscar algo, tal vez pueda encontrar una pista, algo...
– Iré contigo – Dije totalmente aterrada ante la idea de quedarme sola, él me tendió la mano.
– ¿Dejaste ventanas o puertas abiertas? – Me cuestionó seriamente, negué con la cabeza y en ese momento una fría brisa se hizo presente. Los dos volteamos a ver hacia la pequeña ventana que había en el baño. Abierta – Eureca, entró por aquí – Soltó acercándose hasta la pequeña ventana de vidrio, fruncí el ceño de inmediato.
– Esa ventana es muy pequeña para que alguien pueda pasar – Dije mirándola detalladamente, la expresión de Harry se concentró aún más.
– Tal vez sea alguien pequeño...
– Alguien pequeño no podría asesinar a las víctimas que hubo, no tendría fuerza.
– Tal vez las drogaba antes de matarlas, y así él podía tener el control – Dedujo correctamente el castaño. Me acerqué aún más a la ventana pequeña ya que había notado algo en el borde de esta. En cuanto llegué lo demasiado cerca como para ver cada detalle divisé una pequeña lentejuela roja.
– O tal vez no sea un asesino el que estamos buscando, si no una asesina – Dije tomando la pequeña lentejuela y mostrándosela a Harry. Él la tomó en sus manos y la acercó a su vista.
– Tal vez tengas razón, digo, no creo que ningún hombre use este tipo de cosas ¿Verdad?
– No lo creo...
~ NARRA HARRY ~
– Escucha, debemos hacer esto lo más rápido posible, iré al destacamento, llamaré a Francisco, tu no salgas de aquí, de esta habitación, volveré enseguida – Dije tomando el lápiz labial y la pequeña prueba en mis manos, ______ me observó detenidamente y comenzó a mirar hacia todos lados, no quería dejarla sola, pero tenía que resolver eso cuanto antes.
– No, no Harry, no puedo quedarme sola, no te vallas, por favor – Soltó hablando agitadamente tras de mí, voltee a verla enseguida y me encontré con sus ojos celestes ligeramente aguados, tomé sus manos en las mías y nos sentamos en el costado de la cama.
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"RED LIPS"♔
RomancePrólogo _________________________________________ La idea de asesinar a una persona no es frecuente en los pensamientos de una persona común y corriente, una persona que lleva una vida cotidiana normal y de ejemplo a seguir. Pero la realidad es que...