CAPÍTULO 8♔

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– Creo que... – Harry miró detenidamente hacia la puerta e intenté moverme de encima pero me tomó las manos con firmeza, impidiéndomelo. Literalmente estaba confundida. No sabía que había acabo de pasar y si había sido lo correcto, pero lo que tenía muy claro y sí podía afirmar era que nunca había sentido el deseo tan grande de besar a alguien, el castaño era indudablemente adictivo y encantador, a pesar del carácter de perro que tenía.

– Deberías abrir, digo... puede ser...

– Sí, si claro – Harry me soltó y se levantó del sofá haciendo que quedara parada a su lado. Lo miré a los ojos unos segundos, intentando averiguar que era lo que él pensaba pero no pude hallarlo. Él se dio media vuelta y fue a atender con paso rápido, yo me quedé allí.

– Hermano, tenemos problemas... – Escuché la indiscutible voz de Zayn en la puerta y corrí a ver que sucedía, él me dedicó una sonrisa – Hola _______, siento mucho lo que sucedió – Comentó notablemente afligido.

– Descuida, ya pasó – Respondí observando al moreno frente a nosotros, que parecía recién levantado.

– ¡¿Dónde mierda te habías metido!? – Le gritó Harry totalmente furioso a mi lado, me sobresalté un poco con el fuerte tono de su voz, y Zayn también lo hizo.

– Harry... lo siento es que...

– ¿Acaso vas a decirme estabas ocupado? – Le preguntó el castaño mirándolo enfurecidamente. Me parecía extraño lo rápido que cambiaba de humor – Te buscamos toda la noche viejo... no puedes dejarnos así ¿Estabas con Lissa?

– No... tuve unos asuntos familiares que resolver, mi padre...

– No me interesa, sabes que en estas semanas tenemos que estar disponibles las veinticuatro horas, y cuando llega el día nadie puede encontrarte... Ahhg... – Harry le dio una última mirada y luego fijó sus ojos en los míos, Zayn pasó ignorando la furia del castaño y se sentó en el sofá.

– Supongo que no interrumpía nada ¿Verdad? – Preguntó el moreno mirándome con una ceja levantada, negué con la cabeza tímidamente y Harry rió.

– No, no hay nada que interrumpir, ella es solo una chica a la que el asesino que busco quiere matar, así que déjate de estupideces y dime lo que sucede – Harry habló rápidamente y sin mirarme, una punzada de decepción cruzó por mi estómago y no supe descifrar si lo que había dicho era solo para que Zayn no supiera que él sentía algo por mí o si era de verdad lo que él pensaba.

– Bien, se trata de una chica de la ciudad, Fatima, ella salió de su casa hoy por la mañana y no volvió...

– ¿Y eso que? No es una persona desaparecida, puede estar en casa de su novio, de una amiga, puede haber...

– Su madre recibió un llamado extraño hace dos horas, Francisco fue hacia la casa de la chica para hablar con ella, y adivina que...

– ¿Qué?

– Dieciocho años, cabello rubio, ojos azules, recién salida del colegio – Dijo Zayn refiriéndose a lo obvio.

– Es él – Afirmó Harry. Llevé mis ojos a los suyos y luego a Zayn quién se percató de que algo sucedía entre nosotros, por que sonrió débilmente.

– Los dejaré solos, y luego te espero en una hora en la oficina Styles, no te retardes – Soltó Zayn guiñando un ojo, Harry lo acompañó hasta la puerta y luego sentí que esta se cerró. El castaño apareció pensativo segundos después.

– ¿Estás bien? – Le pregunté a él, casi cinco minutos después. Se encontraba sentado en el sofá, con el brazo apoyado sobre sus ojos, asintió vagamente y resoplé cansada ¿Acaso no iba a hablar de lo que pasó hacía media hora? Increíble...

– Iré a ducharme, luego me iré a trabajar ¿Tu amiga vendrá, verdad?

– Supongo... – Le contesté sentada desde el sofá, él suspiró y subió las escaleras con Magy detrás.

Me quedé allí un rato, intentando localizar a mi amiga, ya que no quería quedarme sola allí otra vez, y sabía que Harry tenía que ir a su oficina si o si. Pero nadie respondía, lo cual me pareció completamente extraño. En cuanto él volvió a bajar, noté que llevaba el ceño fruncido y corrió la vista de mi en cuanto me paré y fui a la cocina. Él entró detrás mio y tomó del refrigerador una botella de agua.

– Volveré a la tarde, debo ir a...

– ¿Que sucede? – Pregunté cortando su relato. Él se apartó de mí, observándome fríamente desde el otro extremo de la cocina, y le dio un trago a su botella de agua, no sabía si él padecía de sordera momentánea y no me había escuchado o si estaba haciéndose el idiota, seguramente la opción numero dos iba mejor con él.

– Debo irme – El molesto castaño salió de la cocina y lo seguí decidida a pedir una explicación, no tenía ni la remota idea de por que él se comportaba tan fríamente luego de lo que le había dicho.

– Harry...

– ______.... Escucha, olvídate de lo que sucedió, fue un error – Soltó visiblemente molesto, el corazón me dio un salto y poco a poco se estrujó pero sin embargo no dejaría que las estúpidas lágrimas cayeran de mis ojos frente a él.

– Si fue un error – Dije ignorando el fuerte deseo de golpearlo. Mi orgullosa persona salió a flote y dije esas palabras que yo no creía, ni quería creer.

– Lo siento, no debí besarte – Harry trató de calmar su estado de molestia con una mirada gentil y dulce que no me convenció en lo absoluto.

– Claro que no debiste besarme – Repuse orgullosamente. Odiaba mentir, pero es aquel caso era la mejor opción, no dejaría que él creyera que su acción me había afectado en algún nivel.

– Si... debo irme, te veo en la noche – Él tomó su abrigo del perchero de la entrada y abrió la puerta dejando entrar una leve brisa.

– Bueno, tal vez hable con Peter y valla a su casa, no quiero ser una molestia aquí – Solté sin pensar, sus ojos verdes se abrieron de par en par y noté que apretaba su mandíbula.

– Pero estarás más segura aquí, conmigo – Repuso seriamente.

– Tal vez, pero no queremos que esto pase otra vez ¿Verdad? – Pregunté acercándome a él. Harry colocó un mechón de cabello rubio que siempre caía, tras mi oreja.

– Si es cierto, te mandaré a un oficial de seguridad para que te acompañe y custodie la casa de Peter – Él puso un beso en mi frente con dulzura, lo que terminó de confundirme aún más.

– Si, eso esta bien....

– Adiós nena – Lo miré fijamente por unos segundos y fue allí cuando sus labios tocaron una vez más los míos, suavemente, cerré los ojos apreciando su contacto mientras sus labios quemaban en los míos, al minuto se separó lentamente de mí y salió sin decir ni una palabra.

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⏰ Última actualización: May 14, 2015 ⏰

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