𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 ⓺.

2.9K 165 69
                                    

Poché con cuidado, pegó el cuerpo de su esposa contra la puerta que tenía a unos pocos pasos mientras volvía a unir sus labios con los suyos en un beso que demostraba lo mucho que la deseaba. Eran tan increíble estar así con ella, poder besarla sin miedo y con todo el amor que tenía en su corazón.

Ninguna de las dos se cansaba de besar los labios de la otra, tan suaves y cálidos; encajaban a la perfección y se movían con una sincronización como si estuvieran echas para eso, como si se conocieran desde siempre. Sin poder esperar más, la castaña se separó del beso y saco la sudadera de su esposa por sobre su cabeza.

Le encantaba el cuerpo tan fornido de su esposa, era maravilloso y desprendía un calor tan agradable que sentía la necesidad de estar lo más cerca de ella que pudiera. Volvió acercarse a Poché para besarla mientras ésta la tomaba en sus brazos y la hacía rodear su cadera con sus piernas, necesitaba sentirla cerca, tan suya como pudiera para poder convencerse de que todo aquello era real.

Las manos de Calle comenzaron acariciar su abdomen marcado haciendo que la piel de su esposa se erizara ante su toque, le encantaba provocar eso en su esposa y se reprochaba mentalmente haber perdido seis años siendo una boba en vez de aprovechar de tocar a la empresaria como lo estaba haciendo.

Al quédarse ambas sin aire Poché se separó de ella y empezó a dejar un camino de besos por la línea de su mandíbula y así seguir hasta su cuello donde empezó a besar y a dejar una que otra marca haciendo que le fuera imposible a Calle poder controlar sus gemidos.

—¿Crees que estamos llendo muy rápido? — Poché no quería presionar a Calle, quería hacer las cosas bien y que ella se sientira lo más cómoda posible.

—Poché... — dijo su nombre en un gemido ahogado — llevamos seis años casadas cariño, yo diría que estamos un pocos atrasadas — se inclinó aún más hacia ella buscando sus labios para otro beso — deberíamos recuperar el tiempo perdido... ¿No crees?

—Tengo miedo de hacer algo que dañe esto... — confesó la empresaria recargando su cabeza en el hombro de Calle.

—No lo harás. Yo quiero esto, quiero darnos una oportunidad y que nuestra relación funcione — al decir eso Poché la miró a los ojos con un brillo de ilusión en ellos. Eso era lo que ella más deseaba.

—Prometo no fallarte — esas fueron sus palabras antes de llevar a su esposa hasta la cama en dónde la cómodo suavemente y luego se posicionó retomando sus besos en su cuello y caricias en su cuerpo. Una de sus manos bajo hasta el botón de sus pantalones y los quito dándole una mirada a Calle para poder quitarlos. Quería hacer aquello que tanto deseaba hacer, amarla en cuerpo y alma y por fin decir que esa hermosa mujer era suya...

Toc, Toc, Toc...

Tres toques en la puerta interrumpió su momento, era la Nana de Poché y ambas quedaron fustradas por la interrupción.

—Niña Poché... — la empresaria se separó un poco de la castaña y suspiró.

—¿Que sucede Nana?

—La niña Antonia está llorando en su habitación y no quiere abrir la puerta — al escuchar eso Poché se puso de piel al igual que Calle.

—Ahora vamos Nana — se colocó su sudadera y le pasó su polo a Calle la cual también se vistió y ajustó de nuevo sus pantalones.

—Vamos.

Las dos chicas salieron en dirección a la habitación de su hija. La primera en tocar fue la castaña pero su hija no quiso abrir así que está vez fue Poché quien lo intentó.

—Cariño, abreme la puerta por favor — dijo lo más cariñosa que pudo.

—No...

—Princesa, ¿Por qué lloras? — quiso saber ya que en la mañana su hija se encontraba muy feliz, pero solo se encontró con silencio — vamos cielo, abre la puerta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 26, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 ••𝐶𝑎𝑐𝒉𝑒́ 𝐺!𝑝••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora