Habían ido a nadar por un buen rato y al llegar a casa del mayor, lo único que pudo hacer fue dormir.
-No, estoy cansado.
Murmuró con la cara sobre la almohada ajena.
-Te vez tan lindo así, deja de hacer eso.
Se acostó a su lado y comenzó a masajear su espalda.
-Se siente bien, sigue por favor y me levanto.
-Astuto- Rió y puso sus piernas a ambos lados de JiSung para poder darle un masaje.
-MinHo.
-Dime- Comenzó a masajear la parte alta de la espalda.
-¿Crees que me recupere?- Respiraba lentamente.
-Te estás recuperando pequeño- Sonrió y bajó un leve sus manos.
-Esta bien entonces.
-¿Que está bien?
Dejó de dar masaje y JiSung se dió la vuelta aún con el cuerpo del mayor encima.
-Quiero hacerlo- Se sonrojó y posó sus manos en las caderas de Min.
-¿A-Hacer que?- Preguntó nervioso y rascando su nuca.
-Min- Rió.
-¿Que? No sé de qué hablas- Mordió su labio y bajó la mirada.
JiSung débilmente se levantó sentándose y con Min encima de su regazo, levantó su mentón para besarlo.
-Quiero hacer el amor contigo- Susurró volviendo a besarlo.
-Hannie- Jadeó un poco al sentir las manos del menor pasearse por su cuerpo.
-¿Podemos?- Lo miró fijamente a los ojos, algo que puso más nervioso y rojo al mayor.
Asintió levemente y besó sus labios.
MinHo comenzó quitándose su playera y así mismo JiSung lo imitó.
Sus cuerpos estaban entrando en calor.
-Eres hermoso- MinHo soltó mordiendo su labio.
-También tú- El menor se atrevió a tocar el abdomen ajeno y tragar hondo.
-¿Estas seguro?- Jadeó al levantarse y comenzar a quitarse sus pantalones, ambos lo hicieron.
-Muy seguro- Rió un poco al no lograr desabrochar su pantalón ya que estaba nervioso y le temblaban las manos.
-Nunca he hecho esto- Rió ayudándolo.
-Ni yo. No se nota ¿verdad?.
Comenzaron a reír para después besarse lentamente.
-Ah~ Hannie... Eres tan delicado, quiero cuidarte por siempre, quiero salvarte, quiero que estés bien, te amo.
Se encimó de él y lo besó lenta y tiernamente haciendo que el menor se sintiera más tranquilo y seguro, sus latidos iban a la par y con sus manos inexpertas explotaban el cuerpo del otro.
-Te amo- Susurró el pequeño aferrándose a su espalda y besando su cuello.
MinHo quitó las últimas prendas y dejando en libertad su intimidad comenzó a prepararlo.
-Lo siento si...
-Aprenderemos juntos, descuida- Lo besó de nuevo y lo ayudó a que su entrada se acostumbrara al tacto.
Hicieron el amor sin hacer mucho ruido, sus besos esparcidos por sus cuerpos, eran evidencia de su amorío que iba creciendo.
Las estocadas lentas y suaves enamoraban más al menor, sus jadeos llenos de deseo y amor hacían que besara cada parte de su cuerpo y así mismo se entregará al cien por ciento, completamente a él.
JiSung enredaba sus dedos en los cabellos de MinHo y sus labios hinchados pedían aún más besos del contrario.
MinHo en cambio cuidaba mucho el cuerpo que tenía en sus manos, lo acariciaba y lo hacía sentir bien, protegido, amado.
Tomaba con cuidado sus caderas y lo llenaba de placer, hacia movimientos lentos y amables, quería hacerle saber cuánto lo ama.
Al terminar ambos, se besaron de nuevo, una y otra vez, no querían que esto acabara.
No pensaron que esto acabaría...
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