Tin heart || HYUNMIN

12. Mixed feelings

Hyunjin se mantuvo en silencio durante todo el camino, y al llegar al departamento sólo quería que Seungmin se sentara sobre sus piernas y le permitiera abrazarlo mientras le decía cosas lindas.

Porque estaba asustado, nunca antes había sentido algo así, y no le gustaba para nada.

¿Acaso todos los sentimientos serían iguales?

Hyunjin ya no quería sentir si iba a ser de esa forma, él quería que fuera algo lindo, como cuando Seungmin decía que lo quería, o cuando se recostaba sobre su pecho para luego quedarse dormido.

Pero ahora sentía la necesidad de averiguar cómo sería poder sentir algo más que celos, porque él mismo se había encargado de buscar qué era eso que sintió al ver a Changbin sostener a Seungmin, sólo porque no quería quedar como un tonto si le preguntaba.

Y ahora que ambos estaban solos en el departamento, creyó que era un buen momento para experimentar nuevas emociones.

—Minnie. —Volteó a verlo mientras palmeaba sus muslos, esperando que este comprendiera y se acercara— Ven aquí.

Seungmin caminó hasta el sofá, sentándose mientras Hyunjin acariciaba su cabello, teniendo cuidado de no pasar a llevarlo.

Se acercó un poco más y lo alzó levemente para acomodarlo mejor, ladeando un poco la cabeza del menor para poder oler su cuello, desde hace un tiempo sentía curiosidad por saber a qué olía exactamente, todas las mañanas lo veía ponerse perfume antes de salir, pero no había podido sentirlo hasta ahora.

Y le gustaba, realmente lo hacía.

—¿Qué ocurre? —Preguntó al sentir la respiración de Hyunjin chocar contra su cuello, riendo bajo cuando este apretó un poco su pierna.

—Nada, sólo... —Suspiró, intentando recordar lo ocurrido hace un rato para poder explicarle mejor— Cuando estabas con Changbin sentí algo, estoy seguro de que así fue.

Seungmin se separó un poco para poder verlo mejor, y por la expresión de preocupación en su rostro, supo que no mentía.

Pero eso significaría tener que llamar a Chan para comentarle la noticia, entonces irían por Hyunjin antes de lo planeado, y él no quería eso.

Seungmin estaba seguro de que Hyunjin tampoco quería, así que no diría nada por ahora, no le haría daño a nadie mantenerlo en secreto hasta dentro de unos cuantos meses más.

—¿Qué sentiste al vernos?

Hyunjin trató de recordarlo, molestándose cuando el sentimiento volvió a él ante la imagen de Changbin tocando las piernas de Seungmin, definitivamente no era una linda imagen mental. Al menos para él.

—Celos. —Dijo casi al instante, acariciando su espalda— Digo, no me gustó ver cómo te sostenía, porque te veías casi tan a gusto como cuando te cargo en mis brazos. Sentí miedo de que tal vez prefirieras estar con él.

Seungmin sonrió con ternura y sostuvo sus mejillas, acariciándolas para luego besar ambas.

—No podría elegir a nadie más que a ti.

—Lo sé, pero no pude evitarlo. —Respondió, bajando su vista hacia sus labios— Se veían tan felices que lo único que pude pensar en ese momento fue que yo quería hacerte sonreír de esa forma, no Changbin.

Seungmin rió un poco ante tal confesión, algo inseguro sobre lo que estaba por hacer.

De pronto aquello que Changbin había dicho en la mañana también comenzó a causarle cierta curiosidad al respecto, bueno, ¿Qué perdía con intentarlo una vez?

Hyunjin también se preguntaba qué tipo de emociones tendría al juntar sus labios con los suyos, y al ver que Seungmin parecía esperar por eso, con cuidado, sostuvo su rostro y se acercó a él.

Al principio ninguno sabía qué hacer, sólo estaban quietos, hasta que fue Hyunjin quien decidió atreverse a mover sus labios sobre los de Seungmin.

El beso era lento y a ambos parecía gustarles, aunque ninguno tenía mucha experiencia en esas cosas, así que fue un beso torpe pero lleno de amor, pero más importante, ese había sido el primero.

Seungmin sentía que no podría verlo a la cara una vez terminaran, se sentía demasiado avergonzado como para hacerlo. Mientras, Hyunjin no sabía qué es lo que estaba sintiendo exactamente, pero le gustaba.

Le gustaba poder estar así con Seungmin.

Todo estaba yendo perfectamente bien hasta que Hyunjin se separó al creer que tal vez había sido demasiado brusco, temía que en algún momento Seungmin fuera a quedarse sin aire, y este sólo dejó salir un quejido al ya no sentir sus labios cerca, escondiendo rápidamente su rostro entre sus manos.

—¿Estás bien?

Seungmin asintió, aún sin querer verlo.

—¿Quieres que vayamos a tu habitación? —El menor separó sus dedos para poder verlo, sonriendo, y Hyunjin notó el fuerte sonrojo en sus mejillas.

Sostuvo a Seungmin con cuidado y se levantó del sofá, caminando hasta la habitación para luego meterse a la cama, esa tarde no tenía ganas de hacer nada más que mimar al tierno azabache hasta que se durmiera entre sus brazos, al igual que cada noche.

Sintió a Seungmin recostarse a su lado y sonrió, acercándolo un poco más a él para asegurarse de que no sintiera frío.

Una vez estuvo lo suficientemente cerca como para poder abrazarlo más cómodamente, comenzó a repartir besos alrededor de su cuello, oyendo la risa de Seungmin y haciéndole ensanchar su sonrisa.

Definitivamente le agradaba el sentimiento cálido que aparecía en su pecho al tenerlo cerca.

—¿No crees que ya deberías dormir? —Seungmin negó, girando sobre la cama hasta quedar con su rostro a escasos centímetros del de Hyunjin— Ya es tarde, recuerda que mañana tienes clases.

—No iré. —Dijo, acercándose para dejar un corto beso sobre los labios del otro— Me tomaré el día libre para estar contigo, mañana sólo seremos tú y yo, sin nadie que nos moleste, ¿sí?

Hyunjin sólo sonrió mientras asentía. Durante el tiempo que llevaba viviendo con Seungmin había aprendido que lo mejor era siempre hacerle caso en todo si no quería terminar durmiendo en el sofá, o en el peor de los casos, el baño.

—Bien, pero de todas formas debes descansar. —Respondió— Ahora duerme o no te daré un beso de buenas noches.

Al oír aquello, Seungmin cerró inmediatamente sus ojos, fingiendo dormir, y a pesar de que Hyunjin sabía que realmente no lo hacía se acercó de todas formas para dejar un pequeño beso en su frente, al igual que todas las noches, sintiéndose feliz de finalmente poder sentir al lindo chico a su lado.

Al ver que este realmente se había dormido, decidió cerrar sus ojos también, si no pasaría el resto de la noche intentando contener sus enormes ganas de abrazarlo.

Ya había sentido demasiadas emociones en un sólo día.

19/05/2022