hola, me llamo maki. ahora mismo me encuentro yendo con quien sería mi verdadero padre biológico. estoy nerviosa, un poco asustada por la razón nada buena por la que es conocido.
me acercaba cada vez más a esa gran casa, mis nervios aumentaban con cada paso dado por mis pequeños pies.
todo va a estar bien
todo va a estar bien
todo va a estar bien
mentira
apenas llegué a la puerta de la casa y unos guardias ya me apuntaron con sus grandes armas, directo a la cabeza. la intención de estos hombres era obvia, si no tenía una buena razón para acercarme tanto a la casa de sus jefes... me matarían.
- ¿quién eres, niña? - no desvío la mirada ni su arma por un segundo, me estaba analizando.
-buenos días, señor. mi nombre es maki, vine aquí para poder hablar con el señor sano- puse la cara más inocente que pude para que, por lo menos, no me maten instantaneamente.
-ohh, ya veo, quieres hablar con el jefe, bueno, pasa.- puso una amable sonrisa haciendo que yo también sonría.
al final no fué tan dificil
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que ingenua
ahora me encuentro en una habitación completamente negra y con instrumentos que -probablemente- no son usados para nada bueno.
a mi alrededor habían cinco hombres armados revisando con precaución si tengo algo peligroso como una bomba o incluso un micrófono. lucian bastantte nerviosos, como novatos. por lo que he oído, hace menos de un mes envíaron a un niño como de mi edad aquí con una bomba en su cuerpo y es por eso que estan teniendo tanto cuidado con mi presencia.
-quién te envió, niña?- el que paracía ser el de mayor ¨rango¨ fué el primero en hablar. - a qué viniste?, por qué viniste?- estaba a punto de golpearme con un fierro cuando una nueva prsencia interrumpió en el lugar.
-¡señor!- todos se inclinaron al mismo tiempo.. este hombre era distinto, su apariencia impecable, su traje perfectamente planchado y su ropa notablemente costosa que ninguno en esta habitanción -aparte de él- podría tener ni en su quinta vida decía mucho de lo importante que es en este lugar. ahora, dejando de observar lo rico que es, mi nerviosismo aumentó aún más cuando dirigió su mirada a mi y me habló.
- así que tú eres la niña que quiere hablar con el jefe- su mirada helada hizo que sintiera escalofrios y mi miedo me empezaba a controlar cuando sacó su arma para apuntarme con ella. -dime qué mierda quieres ahora mismo o te meto una bala en medio de tus lindas cejas, niñata- su tono de voz y expresión demostraban lo serío que es esto, demostraban que si no hablaba con una respuesta convincente... cumpliría con su amenaza.
minutos antes, en una lujosa habitación.
se encontraban algunos de los altos mandos de boten discutiendo sobre un tema bastante importante por lo visto ya que cierto pelirosa estaba apuntandole a otro hombre de cabello morado corto en medio de las cejas.
-señor, perdone la intromisión, llegó una niña que dice querer hablar con usted- otro ¨sudbito¨ del gran jefe, manjiro sano, entró a la habitación para informar de la sitación -al insistir la llevamos a la habitacion koi22 pero todavía no ha abierto la boca sobre qué quiere hablar con usted-
-ohh, es... interesante, puedes irte- sus ojos grises, casi negros, observaron a su mano derecha, sanzu. - ya sabes qué hacer, tráela- era una orden. no lo estaba pidiendo, lo estaba ordenando porque él es manjiro, él es su amo, él es su rey.
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la hija de mikey
Fanfictionintentar conocer a tu padre sin que te maten, suena fácil?, no lo es.