Estaba en la casa de los Huening, habíamos acabado de comer y Kai y yo estábamos ansiosos por irnos a algún lugar donde estemos solos, no lo mencioné antes pero el hermanito de Kai acababa de nacer hace una semana, no es que sea tan importante pero igual lo quise mencionar. Nuestros padres por fin nos dieron permiso de ir a la habitación de Kai.
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Estábamos en la habitación de Kai, como siempre, llena de peluches, aunque ahora me encantaba solo porque era de Kai.
—Binnie—Llamó Kai así que lo volteé a ver.
—¿Qué pasó Ning Ning?—Respondí amablemente y vi como Kai sacó un peluche y el pie de plátano que tanto me gustaba.
—Toma, hyung. Es para ti—Dijo Kai sonrojado mientras me daba el regalo.
—¿P-Para mí?—Mis manos estaban temblando, Kai me ponía realmente nervioso.
—Si, hyung. Solo para ti.
—G-Gracias, NingNing. Te quiero mucho—Dije con una sonrisa antes de abrazarlo tiernamente.
—Yo te amo, Binnie—Dijo Kai antes de darme un tierno beso. Juro que si no tuviera dudas sobre mi sexualidad y miedo al rechazo social me lo estaría comiendo a besos y le pediría que fuera mi novio. ME GUSTAS HUENING KAI.
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