Mi mamá fue a la escuela y le pegó una regañadísima a la maestra, tantito peor que la que me dio a mi y claro, Kai me miraba como objeto de burla.
Entramos al salón y la maestra me fulminó con la mirada, me dio muchísimo miedo que mejor no decidí hacer contacto visual. Kai aprovechó el momento para susurrarme.
—¿Lloraste tanto que tu mamá tuvo que venir?—Preguntó Kai burlón.
—Cállate.
—Como quieras—Ugh, odio a Kai.
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Estábamos en el recreo y nuevamente estaba comiendo solo, todos me miraban con miedo y nadie se me acercaba, tan solo cuando terminé mi lunch salí corriendo al baño a llorar. Esto lo había visto en algunas películas pero no pensé que me iba a suceder tan pequeño.
Estaba ahogado en llanto pero alguien tocó la puerta del baño donde yo estaba.
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?—Preguntó un niño, no reconocía la voz así que abrí cuidadosamente.
—H-Hola.
—¿Tu eres el niño al que lo acusan de pellizcar, verdad?—Solo asentí esperando un insulto.
—Me presento, soy Choi Yeonjun, pero puedes decirme Junnie—El Niño me extendió la mano amistosamente a lo cual yo se la respondí.
—¿N-No me tienes miedo?
—Claro que no, yo también le he pellizcado a Kai muchas veces, si te fijas bien tiene varias heridas en sus brazos—El Niño rió así que yo también me reí.—Eres Soobin, ¿verdad?—Asentí.—Bueno, Soo. ¿Quieres ser mi amigo y poder pellizcar a Kai cuando queramos?
—Sip.
—Perfecto.
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