CAP. 14

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Se removió dejando salir un jadeo sus ojos aun pesaban lo suficiente como para no querer abrirlos aun, su cerebro queriendo cumplir tal deseo trataba casi imposiblemente de borrar el dolor en su espalda.

En su somnolencia sintió unos brazos rodear su cintura con fuerza pegándolo más al cuerpo tibio.

— Mak — balbuceo queriendo acomodarse mejor o en el mejor de los casos zafarse.

— Buenos días canelita — la voz ronca del mayor lo hizo querer dejarse ser.

Su mente, su hermosa, engañosa y venenosa mente le proyecto una escena demasiado hermosa, un escenario ficticio. Ambos, Mark y él abrazados sonrientes, mirándose a los ojos sintiendo esa calidez característica que solo el mayor le podía obsequiar.

Un escenario lleno de luz, con tonos calidad donde sus manos juntas y dedos entrelazados hacían una conexión única.

Muy bonito.

Demasiado ficticio...

— Feliz navidad bonito — sintió un cosquilleo cuando la nariz del pelinegro se escondía en su cuello.

Suspiro aliviado dejando que el temor abandonara su cuerpo, no tenía marcas.

Como agradecía no tenerlas...

— Me gusta tu cabello largo, te hace ver muy atractivo — sonrió corto aun sin abrir sus ojos, el mayor solo lo llenaba de halagos, de cariños y acciones que dejaban a su corazón de rodillas encantado por el chico.

"Amanecer junto a Mark es encantador..."

×××××××

Realmente no supo cuando volvió a caer en los brazos de Morfeo, pero Mark lo tuvo que despertar un tanto preocupado de si seguía respirando o no.

— Tengo mucho sueño Makku — susurro con los ojos cerrados tambaleándose levemente de un lado a otro.

— Pero es navidad — le dijo escuchando como un plato era puesto frente suyo, su nariz bailo encantada ante el olor.

Abrió sus ojos y sonrió enternecido. Sus wafles tenían forma de corazón.

Observo como dos platos más eran puestos, uno con fresas y otro con arándanos.

— Esto te hará sentir con más energía — le extendió un café negro humeante al igual que un frasco con jarabe de maple.

Realmente dudaba que eso le diera energía, se sentía curiosamente sin fuerzas, su cuerpo no quería moverse ni por el pequeño rugido de su estómago.

Tomo los utensilios agradeciendo e ignorando las suplicas de su cuerpo al no mover un dedo.

— No quiero un gracias, quiero un beso como agradecimiento — sin siquiera esperar una respuesta de su parte fue besado de sorpresa.

Sintió vergüenza pues no se había lavado los dientes, pero al mayor no pareció importarle. Simplemente lo beso dándole la confianza suficiente de danzar a su paso.

— Ahora si — le sonrió de lado guiñándole el ojo asiéndolo sentir un poco más vulnerable.

Ambos se dispusieron a comer, tras el primer bocado su hambre se desato aún más, podía jurar que en menos de diez minutos devoro los wafles. No podía engañarse, quería más y al parecer había sido bastante obvio pues Mark puso otros tres en su plato que con gusto y agradecimiento también devoro.

— No me puedo mover — comento derrotado boca abajo en el sofá.

La risa de Mark se escuchó de fondo contagiándolo.

Mi Persona Especial - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora