CAP. 9

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Tienes que ser un niño muy fuerte mi pequeño girasol, sé que eres fuerte y muy valiente.

Pero...yo solo quería darle un abrazo — lloró aún más fuerte limpiando inútilmente sus lágrimas.

Su papá le había golpeado y tirado por las escaleras al querer saludarlo y desearle un buen día con un abrazo.

Su abuela en cada visita le decía que los abrazos eran medicina para aquellos que tenían el corazón lastimado.

Ese hombre no puede ser curado ni con todos los abrazos del mundo pequeño — chilló al sentir el alcohol impactar en su cuero cabelludo.

¿Y mamá? — él también quería darle muchos abrazos y besos. Quería ver una sonrisa en su rostro o que al menos lo mirase...

Tú mamá tampoco puede ser curada Donghyuck — las palabras que su abuela le decía eran muy feas, el no poder ser curado le hacía doler su pecho o tal vez era por el golpe...o...tal vez por ambas cosas.

Se quedo quieto haciendo muecas por el ardor de su herida...dolía mucho y quería apartar a su abuela quien lo curaba con manos temblorosas por la edad.

Yo quiero curarlos, quiero una familia como la de los demás niños — confeso levantando su cabeza con cuidado — Sus padres van por ellos y los abrazan y les sonríen, también les pregunta sobre su día.

Dong –

Yo también quiero que mi mamá me abrace ¿Te imaginas abuela lo lindo y cálido que debe ser? Tal vez le pida uno en mi cumpleaños, sería el mejor regalo de mi vida — expreso levantando un poco los brazos.

Siempre que miraba a su mamá o a su papá quería abrazarlos, quería ser un buen hijo y que ellos le hablaran sin gritos...que su mamá le hablara...

Cuando miro a su abuela ella solo la quedo viendo antes de darse media vuelta y caminar hacia la cocina.

¿Quieres galletas? — negó, aunque si quería una.

Toco y abrazo su estómago — Cuando como me duele el estómago, papá dice que me lo merezco por ser estorbo — dijo inocente.

Los ojos de su abuela se llenaron de lágrimas, se abalanzó abrazándolo con la poca fuerza que sus delgados y venosos brazos tenían.

Era bonito...

Muy bonito que alguien lo abrazara con aquello que su abuela llamaba amor.

Perdóname pequeño solecito — no entendió muy bien porque se disculpaba, pero aun así trato de abrazarla con toda la fuerza que tenía, ella también necesitaba un abrazo para sanar, algo se lo decía y no podía ignorarlo.


Abrió los ojos de golpe, sentía húmedas sus mejillas, por inercia llevo sus manos y las limpio. Estaba llorando...

Mordió su labio inferior casi masacrándolo, no lloraría al menos no consciente y en un lugar desconocido con alguien bastante desconocedor de su verdadera vida.

Se dio la vuelta asustándose de encontrar un par de ojos mirándolo con demasiada atención.

— No llores — hablo Mark sentándose, limpio sus lágrimas y volviéndolo a abrazar.

— Lo siento — se sentía tan pequeño a su lado, tan indefenso, hace meses no tenía sueños o mejor dicho esa clase de recuerdos. Mark lo empujo hasta volverse a acostar.

Mi Persona Especial - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora